Democracia integral

María Lorena Giorgetti y Martín Francisco Rodríguez Duch.

DNI: 29.524.918 y 27.769.519. Ciudad.

Señores directores: En el cierre de una serie de conferencias brindadas en las ciudades de Rosario y Santa Fe, Mario Bunge disertó en la UNL sobre temas como “Valores morales individuales y sociales”, “Lucha por el poder”, “Ideologías: problemas e ideales” y “Gobierno de la cosa pública”, que tuvo por objeto plantear desde una perspectiva idealizada, pero enfocada a un futuro posible, los objetivos que una sociedad debe tener para funcionar de manera democrática.

Con la lucidez y profundidad que lo caracterizan comenzó exponiendo sobre los fines de la sociedad, que según él son la paz, la sustentabilidad ambiental y la justicia como fin último, en orden creciente, pero considerándolas a la vez en sentido inverso como “medios” para lograr el siguiente fin: obteniendo justicia se podrá acceder a la sustentabilidad ambiental, para lograr finalmente la paz.

Adentrándose en la idea de “democracia integral”, enfatiza el carácter “global” de este concepto, que comprende no sólo lo que habitualmente se entiende como “ejercicio de lo civil”, sino que impregna todos los aspectos tales como el económico o el cultural de la vida cotidiana de una sociedad, y destaca que para que ello sea posible es imprescindible la participación permanente del individuo.

Utilizando nuevamente una estructura lógico-sistemática, planteó una suerte de “bucle” que generaría un círculo sin fin de condiciones para la democracia integral: para que haya democracia debe existir participación, pero para ello se requiere previamente cohesión; mas ésta requiere, para plantearla, estabilidad, lo que presupone a su vez la necesidad de democracia.

Luego de conceptualizar a la democracia como “un mecanismo político orientado a la igualdad”, Bunge ahonda en este último concepto, para bregar por un sistema de gobierno que se caracterice por el “igualitarismo” entre los individuos. Un “igualitarismo” no radicalizado sino uno basado en la idea de “proporcionalidad”, es decir, coordinación entre derechos y deberes individuales, teniendo presente las necesidades y habilidades de cada quien.

Sustentó su análisis sobre las ideas de democracia integral, sociedad, participación, igualdad y cooperativismo: utilizar lo mejor de los medios con que cada uno cuente, coordinando tecnología y trabajo, con un componente necesario de participación para lograr un resultado útil a la comunidad. Y cuando decimos esto, cómo no recordar las palabras de JFK: “No te preguntes qué puede hacer tu país por ti, pregúntate que puedes hacer tú por tu país”.