Ante el inminente fallo de La Haya

El próximo 20 de abril, el Tribunal Internacional de La Haya se pronunciará sobre la instalación de la pastera Botnia en el río Uruguay. Como anticipándose a los acontecimientos el presidente de Uruguay, José Mujica, visitó a su par argentina para acordar estrategias comunes hacia el futuro. La iniciativa merece valorarse en todo su alcance porque, en primer lugar, el flamante mandatario oriental se allana a conversar sobre el tema a pesar de que continúa el corte promovido por los piqueteros de Gualeguaychú. Importa recordar al respecto que su antecesor, Tabaré Vázquez, había dicho que mientras el corte se mantuviera no había negociación posible.

Las voces del verbo

No nos referimos a los sonidos de las palabras que, en verdad, los tienen y en incontable número, si pensamos en la cantidad de inflexiones con que podemos matizarlas. Hay tantas “coloraturas” como hablantes en el mundo. Pensemos nomás en la variedad de entonaciones con que cada ser humano es capaz de articular un mismo vocablo. Con todo, no es éste el motivo de esta nota. Aquí nos referiremos a las formas morfosintácticas que puede adoptar un verbo, de acuerdo con la voz en que esté expresado, es decir, activa o pasiva, dos de los paradigmas con que cuenta nuestro idioma. El griego, por ejemplo, cuenta con tres: voz activa, media y pasiva.

AL MARGEN DE LA CRÓNICA

El Vía Crucis del padre Ignacio

Quien escribe es periodista deportivo. Acostumbrado, por las cuestiones de su profesión, a presenciar movilizaciones populares en todo sentido: desde los partidos de Colón/Unión hasta un mundial de fútbol, pasando por los 100 años de cada equipo en esta ciudad, el multitudinario marco de la Santa Fe-Coronda, las Eliminatorias Sudamericanas, la Copa Libertadores, Juegos Panamericanos y un Preolímpico.

La deliciosa materialidad del libro

La materialidad del libro “es absolutamente deliciosa, muy sana para los sentidos y bastante erótica, al menos para un escritor”, confesó en una entrevista el novelista chileno Antonio Skármeta. “El libro permite un diálogo muy directo entre el alma del escritor y el alma del lector, no precisa de nada para funcionar”, afirmó Skármeta, quien se declaró defensor de “una extravagante y pragmática postura” en el debate sobre las nuevas tecnologías.