ESCULTURAS

Galiasso expone sus “Resquicios”

Hoy se inaugura una muestra de esculturas de la artista santafesina. Será en el Museo Municipal de Artes Visuales, a partir de las 20.

DE LA REDACCIÓN DE EL LITORAL

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La artista local Sara Galiasso será la próxima protagonista en el Museo Municipal de Artes Visuales Sor Josefa Díaz y Clucellas, ubicado en San Martín 2068. Es que esta noche se inaugurará “Resquicios” (entre lo reversible y lo irreversible), una exposición de esculturas en la que se manifiesta la dialéctica en la coexistencia de lenguajes artesanales y restos naturales, con estructuras de metal y formas industriales.

En palabras de Galiasso, “Resquicios” es un intersticio para mirar, es “poner en evidencia fragmentos para leer una realidad que se nos escapa a la comprensión en esta empecinada inmediatez (...) Es ser consciente de esa pulsión de vida-muerte en el confrontar ser humano-naturaleza”.

La muestra podrá visitarse de forma libre y gratuita, hasta el lunes 3 de mayo.

Arte y antropología

En ocasión de la muestra de esta serie en el Museo Emilio Caraffa de Córdoba, Gabriel Gutnisky fue el encargado de reflexionar en torno a la propuesta de Galiasso. En el texto incluido en el catálogo, el crítico de arte sostiene que la obra de esta artista genera en los observadores una “articulación sorpresiva” a través de “la inesperada reutilización de labores artesanales de comunidades originarias y restos naturales engastados en estructuras de metal”; de esta manera, Galiasso genera un quiebre del “universo simbólico de esas labores tradicionales y el índice que señala la frágil subsistencia del dominio natural”.

Siguiendo esta línea, Gutnisky afirma que, “en un momento cuando del arte ha devaluado la materialización o las habilidades específicas del oficio y se ha vuelto casi exclusivamente propositivo, la obra de Galiasso se nos presenta como un juego dialéctico de opuestos, pero sin por ello difuminar los recuerdos disciplinares. En su doble condición, física y enunciativa, estas obras se definen en un plano apreciativo que se caracteriza por la tensión generada por cruces y convergencias, entre otras, natural/cultural, rural/urbano, artesanal/industrial. El propio gesto de la artista se retrasa -se restringe a la construcción de cajas-relicarios que como un río inmóvil recorre las paredes y líneas materializadas en el espacio con tubos de acero- para señalar precisamente ese grado de lealtad informal con experiencias culturales subalternas y su vínculo con la naturaleza.

“Este encuentro entre mundos y formas de vida diferentes -continúa Gutnisky- parece describir un perfil “casi antropológico’ -en el sentido que Hal Foster le da al término- porque son los principios del artista-explorador-viajero que establecen las leyes de un juego que no hace hincapié en determinaciones sociales o históricas sobre las comunidades elegidas, ni sobre los materiales encontrados. Son elementos atesorados, que la artista reabsorbe como historia personal, como dato material de sus exploraciones de aficionada. Una marca biográfica que la artista necesita compartir en otro marco de existencia estética, en una secuencia de reconstrucción que tiende a fundir los órdenes involucrados con su propia huella o, dicho de otra manera, intentando asumir algo del otro en el seno propio”.

Expandir la lógica

Así, el crítico cierra su texto instando a que “se trata en definitiva de expandir la lógica de las cualidades sensibles que -sobre cualquier otro tipo de alegato- se percibe en término de conmoción táctil y de paradójica convivencia formal. Porque en la operación de dotar de nueva vida a los desechos, se hace evidente que estos restos son, para Galiasso, encarnaciones del tiempo en la materia, índice de perduración, desterritorialización y transfiguración. No parece gratuito entonces relacionar este dispositivo, capaz de interconectar y expandir el concepto de temporalidad, con la definición del mencionado Foster que afirma: “No hay ningún simple ahora: cada presente es un asíncrono, una mezcla de tiempos diferentes’, y la obra de Galiasso parece querer hablar de los cambios, pero sin estabilizar el sentido, porque se configura cuando el sujeto-observador se apropia del aparato formal, no tanto en lo referido a la obra aislada, sino a la reconstrucción de situaciones -encuentros- en la escenificación del espacio expositivo, en la cadena de coordenadas espacio-temporales que Galiasso propone como estrategia enunciativa”.

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La exposición podrá visitarse de forma libre y gratuita, hasta el lunes 3 de mayo.

Foto: GENTILEZA PRODUCCIÓN

Sobre la artista

Sara Galiasso nació en Santa Fe en 1946. Se trasladó a Córdoba, donde se graduó de abogada en 1970. Dos años más tarde, se radicó en Europa, donde vivió hasta 1973. Al regresar a la Argentina, ingresó a la Escuela de Artes de la Universidad Nacional de Córdoba, de donde egresó como licenciada en Escultura en 1980. Ha participado en varios simposios internacionales con obras de grandes dimensiones.

Recibió numerosos premios y distinciones, entre los que se destaca la beca de perfeccionamiento del gobierno de Canadá. Durante su gestión como titular de la cátedra de Escultura IV de la Escuela de Artes de la UNC, recibió subsidios de investigación para proyectos de producción escultórica de la Secretaría de Ciencia y Técnica de la Universidad Nacional de Córdoba. Realizó muestras individuales y participó en más de 80 exposiciones colectivas. Sus trabajos se encuentran en colecciones privadas y públicas de la Argentina, Finlandia, Dinamarca, y Alemania.

Actualmente, Galiasso vive y trabaja en Córdoba. Para indagar más en la vida de esta artista y disfrutar parte de su obra reciente, se sugiere ingresar a www.galiasso.com.ar.