LA FOTO ///

Imitando a Bligh

Imitando a Bligh

Orgulloso, Don McIntyre, un australiano amigo de las aventuras de riesgo, posa en Sidney junto a la réplica exacta del bote que allá, a fines del siglo XVIII, ocupara el depuesto capitán del Bounty, William Bligh, para completar una de las hazañas náuticas más grandes en la historia de la navegación, hazaña que McIntyre se propone imitar ahora: unir Tonga con Timor en siete días con su frágil embarcación a través de 4.000 millas marinas. Despojado del mando del Bounty en abril de 1789, Bligh y sus leales seguidores fueron embarcados en un bote, provisto solamente de una vela, un sextante y un reloj. Y allí comenzó la hazaña de Bligh: llegó después de 41 días hasta la isla de Timor, por donde pasaban barcos ingleses. Había recorrido unas 5.800 millas y perdido un solo hombre, muerto en un enfrentamiento con nativos hostiles de una isla, donde había intentado recalar para recoger agua y víveres. Cuando llegó a Londres, el almirantazgo dio la razón a Bligh y lo confirmó en su puesto en la armada real.

Foto: Agencia EFE