Asesinato de un adolescente
No se encuentra explicación a la
muerte de un chico en San José
Nicolás tenía 16 años y la noche del 27 de marzo cayó mortalmente herido a metros de su casa, cuando se dirigía a un cumpleaños de 15.
José Luis Pagés
“Me lo mataron a pocas cuadras de mi casa y ningún policía me avisó, a pesar de que el documento de identidad estaba en el bolsillo de Nicolás”, dijo esta mañana Guadalupe Lemongi, la mamá de Jorge Marcelo Nicolás Piedrabuena, el adolescente asesinado en calle Alberti al 3600, el sábado 27 de marzo, poco después de las 22.
Mientras, Martín Lemongi, el hermano de Guadalupe y tío del infortunado muchacho comparte esos dichos y agrega: “El trato hacia la madre y al resto de la familia fue cruel, por momentos despiadado, tanto por parte de la policía, como en el hospital público, indiferente y hasta despectivo. Parece que no supieran tratar con la gente”.
“Cuando los vecinos me avisaron _insistió Guadalupe_ yo fui hasta el lugar donde Nicolás _su único hijo_ había sido atacado, pero me encontré con que ya no estaba ahí, se lo habían llevado, mientras que a mi no había llegado ningún policía con la noticia acerca de lo ocurrido a 350 metros de mi casa”.
“Cuando la víctima áun está con vida _se justificó una fuente policial_ priorizamos el traslado” Otras personas observaron que el herido fue trasladado en la caja de una camioneta policial _porque la ambulancia demoraba_, y la propia madre aseguró que cuando ella ingresó al hospital Mira y López Nicolás aún tenía un hálito de vida. “Cuando entré él me observó y lentamente se fue cortando”
“En el hospital Cullen pude ver a Nicolás pocos segundos, cuando su vida se apagaba. Después escuché que algunas personas, que iban y venían por los pasillos, se referían a él como a un delincuente. Con desprecio en la voz y de manera brutal un policía contestó a mis preguntas. Me mostró la herida _un golpe_ por el que le sangraba la cabeza y también la herida de bala que le dio en el corazón”.
“La policía no vino a esta casa el día del crimen _terció Martín_ y tampoco después. Nadie, ningún policía. Ni tan siquiera vivieron a preguntar por la familia o a informar acerca de la investigación. Tampoco se interesaron por saber algo más de la víctima. Parece que quisieran dejar todo en el olvido, como si el crimen no hubiera ocurrido nunca”.
Este es el punto que la mamá de Nicolás quiso dejar en claro. “No sólo Nicolás no era un delincuente, era un vecino y un hijo ejemplar. Tenía una formación evangélica cristiana. Cursaba el 3er año de la Escuela Visión de Futuro y, de un tiempo a esta parte, había empezado a trabajar como canillita. Me dijo que el quería hacer su aporte a la economía familiar. Algo de dinero reservaba para él y algo reservaba en una alcancía, para los gastos de la casa”
Martín, quien adhiere a los dichos de su hermana Guadalupe agrega que en la escuela Visión de Futuro, Nicolás aprendió música, “Cantaba, bailaba y en los ratos libres, también dibujaba. Tenía inclinaciones artísticas y era un músico de alma. Se perfeccionaba cada día, y se decidió por la batería cuando hizo un curso en el Liceo Municipal”.
“Precisamente ese sábado no quería llegar tarde al cumpleaños porque, me dijo; “Mamá, me esperan para que cante y baile, no les puedo fallar. Se hacía querer. Incluso esta misma mañana, a dos semanas de aquel sábado, sus compañeritos de la escuela Visión de Futuro no se olvidaron de él y nos hicieron llegar una ayuda por la que siempre les voy a estar agradecida”, dijo Guadalupe.
Desgraciadamente las fuentes policiales consultadas esta mañana confirmaron esos dichos, respecto al estancamiento de la investigación “No hay avances en la pesquisa, desde que no se encuentra la punta del ovillo. La investigación está en foja cero, _dijeron_, como en el primer momento. El chico no tenía antecedentes, de ninguna clase, tampoco parecía tener enemigos. Nada explica este crimen”.
Al parecer, los encargados de la pesquisa hicieron preguntas a no pocas personas, pero nada esclarecedor para el caso Piedrabuena, consiguieron de ellas. Sólo quedan flotando las palabras de una persona que dijo haber visto como, tras los estampidos, dos desconocidos que se conducían en una motocicleta oscura se alejaban velozmente de la escena”.