Muchas mamás y niños llegan con lo puesto

Antes de que llegue el frío, la Casita

de las Madres solicita ropa de abrigo

Alrededor de 700 personas se alojan por mes en la Casita de las Madres del Hospital de Niños Orlando Alassia. Ante la llegada de las bajas temperaturas, desde la institución apelan a la solidaridad de los santafesinos. También piden al gobierno provincial agilidad en el trámite de pasajes para que puedan retornar a sus hogares.

De la Redacción de El Litoral

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Las bajas temperaturas comenzarán en un tiempo más a sentirse en la ciudad. Camperas, calzados cerrados y pañuelos en el cuello darán cuenta de que el verano pasó y que el frío empezó a cobrar protagonismo.

Varias son las instituciones que, ante la proximidad del invierno y la llegada de los primeros fríos, precisan de la ayuda de todos los ciudadanos para abrigar a alguien que lo necesita. La Casita de las Madres del Hospital de Niños, ubicada en calle Salta 4191, es una de ellas.

“Todo viene bien”

Fabiana Roa es miembro del Consejo de Administración del Alassia en representación de la comunidad. En diálogo con El Litoral refirió que mensualmente la Casita de las Madres aloja un promedio de 700 personas, muchas de las cuales llegan con lo puesto.

Mantitas para abrigar a los bebés, ropa y calzado para los chicos y también para las madres es lo que precisan en la institución, aunque “todo viene bien”.

“Esta es una gran casa, pero nos está quedando chica debido a la cantidad de madres y niños que vienen. Tenemos una capacidad real de 16 camas, que por supuesto siempre se encuentra sobrepasada”, dijo Fabiana. Y agregó: “A la casita vienen, derivadas del hospital, madres oriundas del centro-norte de la provincia y hasta del Chaco. Son de bajos recursos y muy jóvenes, por lo que hay que brindarles mucha contención. Algunas vienen con sus hijos debido a que son pacientes ambulatorios o aguardan el alta definitiva”.

Pedido al Estado

Además de referir la importancia que tienen las donaciones de ropa, mantitas y calzado, sobre todo ante la llegada de los primeros fríos, Fabiana Roa hizo hincapié en una situación que se está dando y frente a la cual aguardan una solución. Según manifestó, Desarrollo Social de la provincia se hacía cargo del costo de los pasajes para que la madre y su niño pudieran regresar a su lugar de residencia; pero desde hace un año, debido a la cantidad de gestiones que se deben hacer para conseguirles el beneficio, son la Asociación Cooperadora del hospital y la Casita de las Madres, a través de una campaña de tapitas, las que asumen tal gasto.

“Hace un tiempo empezamos con la campaña de las tapitas de plástico, es decir comenzamos a juntarlas para luego venderlas y comprar lápices y fibras para los chicos, o lanas, hilos de coser y agujas para los talleres que hacen las mujeres por la tarde... Pero lamentablemente hace ya un tiempo que debemos destinar ese dinero para poder ayudar a las madres en el retorno a sus hogares. Por supuesto que es mínima la suma que se junta en comparación con la demanda”, manifestó la representante de la comunidad en el Consejo de Administración del hospital. Y agregó: “Muchas vienen de urgencia en ambulancias o a dedo, sin un peso para el boleto de regreso”.

Sin embargo, el problema no finaliza cuando la mamá y su hijo pueden volver a su lugar de residencia. Ocurre que “para regresar a un control médico no disponen de recursos económicos para abonar los pasajes, y los municipios y comunas del centro-norte no tienen dinero para afrontar los traslados”. “Varias madres permanecen mucho tiempo en la casita porque saben que si se van no pueden volver. Para el Estado es más costoso esto. Pero bueno, con tal de que las madres no abandonen el tratamiento de los chiquitos, que en su mayoría son crónicos o discapacitados, aceptamos prolongar su estadía”, finalizó Fabiana Roa, deseando que se resuelva la situación.

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“Tu otra casa”

La Casita de las Madres tiene como slogan “Tu otra casa”. Sergio, un nene hipoacúsico de 5 años, prestaba atención al televisor y aguardaba la llegada de otros chicos para compartir los juguetes de la casa y del patio, que fueron donados por Juguetería Pizzico.

Foto: Néstor Gallegos

“Siempre hay lugar”

“La casita es el lugar de contención para madres que están pasando un triste momento de su vida, como lo es un problema de salud en sus hijos. Si bien tiene 16 camas, siempre hay un lugar: las mismas madres que están acá se ocupan de hacerlo”, refirió Fabiana Roa.

Foto: Néstor Gallegos

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Matías está a días de cumplir 2 meses. Es oriundo de El Nochero, en el departamento 9 de Julio. La mantita que lo abrigaba, cuando El Litoral recorrió la institución, fue una donación de un centro de jubilados.

Foto: Néstor Gallegos

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PARA COLABORAR

con donaciones los interesados pueden acercarse las 24 horas del día a su sede de Salta 4191, o llamar al 4505900 internos 363 o 232.

Un repaso por la historia

La Casita de las Madres se inauguró el 3 de noviembre de 2003, aunque su fecha prevista de apertura era el 29 de abril, a las 11 de la mañana. Recuperarse de la inundación no fue fácil, pero se pudo salir adelante e inaugurarla meses después. “El agua cubrió toda la casa y se perdió todo. Imaginate nuestra tristeza porque estaba completamente equipada y con todo a estrenar. Pero bueno, después pudimos volver a abrirla e incluso había quedado mucho más linda”, contó a El Litoral la representante de la comunidad del Consejo de Administración, Fabiana Roa.

La Casita de la Madres es un servicio complementario de todo lo médico y asistencial que se brinda en el hospital Alassia. Dar contención a las madres que llegan del centro-norte de la provincia es uno de sus mayores objetivos. En tal sentido, indicó que se las asiste psicológicamente, ya que muchas tienen a sus hijitos en una etapa terminal o reciben diagnósticos muy duros que deben asumir. Además, señaló que “hay una población de mamás niñas -de 12, 13, 14 años- a quienes es muy necesario contener”.

Consultada sobre los fondos con los que se sustenta la entidad, Fabiana Roa dijo que un 90% los aporta el hospital y un 10% la Fundación Hospital Alassia, a través de los padrinos que tiene. “Los servicios como la luz y el gas son abonados con el aporte de la Fundación, que es la propietaria de la casa; en lo que respecta a gastos de sueldos de personas, raciones de alimentos, mantenimiento de la casa y servicio de lavandería de la ropa de cama, la provincia”, indicó.