El conflicto por la pastera de celulosa Botnia y el tribunal internacional

La Haya, a ambos lados del Uruguay

En Gualeguaychú y Fray Bentos viven de manera diferente la jornada previa al fallo de La Haya respecto de cómo actuó el Uruguay al permitir la instalación de Botnia, sin consentimiento argentino. Un río que une y separa a los países.

De la redacción de El Litoral

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Mañana, la Corte Internacional de Justicia dará a conocer su sentencia en el caso por las plantas de celulosa e instalaciones conexas en la margen izquierda del río Uruguay, recurso fluvial compartido por la Argentina y Uruguay y cuyo usufructo está regido por el Estatuto de 1975, instrumento pionero y tomado hasta hoy como modelo jurídico por la ONU.

Ese acuerdo binacional está -tanto como la pastera Botnia y el corte del puente internacional en Gualeguaychú- en el centro de las tensiones entre nuestro país y el hermano oriental.

Una comunicación de la Cancillería nacional sostiene que la Argentina espera confiada en un fallo favorable por la argumentación presentada, y estará representada por la “agente” -tal como se denomina en el Tribunal- de la República Argentina ante la Corte, a la embajadora Susana Ruiz Cerutti, consejera legal de la Cancillería; los dos co-agentes argentinos ante la Corte: el embajador Horacio Basabe, ex consejero legal de la Cancillería y actual director del Instituto del Servicio Exterior de la Nación (Isen), además de negociador argentino del Estatuto en los años ‘70; y el embajador argentino ante el Reino de los Países Bajos, Santos Goñi Marenco. Junto a ellos estará, como en las anteriores audiencias, el secretario de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación, el Dr. Homero Bibiloni.

Asistirán también los abogados que asesoraron a la Argentina durante toda la controversia, los doctores Marcelo Kohen (argentino, profesor del Instituto de Altos Estudios Internacionales de Ginebra), Alan Beraud (argentino, ex consejero legal de Cancillería y diplomático de alto rango en la Embajada argentina ante la UE), Alain Pellet (francés), Philippe Sands (inglés), Laurence Boisson de Chazournes (francesa) y Daniel Müller (alemán), además de los miembros de la Consejería Legal de la Cancillería que forman parte de la delegación argentina ante la Corte.

En francés y en inglés

La sentencia será leída íntegramente el día 20 de abril en francés o en inglés y traducida por la Corte al otro idioma. De la misma forma está prevista la traducción consecutiva al español para la Argentina.

La Corte Internacional de Justicia (CIJ) es el principal órgano judicial de las Naciones Unidas. La organización, competencia y funcionamiento de la Corte están regidos por la Carta de Naciones Unidas, por el Estatuto de la Corte Internacional de Justicia (que forma parte de la Carta) y por las Reglas de Procedimiento de la Corte.

La CIJ está compuesta de 15 jueces electos por un término de 9 años por la Asamblea General y el Consejo de Seguridad en elecciones simultáneas pero separadas. Los candidatos deben ser juristas calificados en Derecho Internacional y la composición de la Corte debe reflejar las principales formas de civilización y sistemas jurídicos del mundo.

Los miembros de la Corte son jueces independientes que hacen un juramento de imparcialidad y responsabilidad. Están obligados a mantener la confidencialidad de las deliberaciones. No puede haber más de un juez de la misma nacionalidad.

Cuando se comienza un caso ante la Corte, si las partes en el caso no poseen un juez “permanente” de su nacionalidad, pueden nombrar un juez “ad hoc” (para el caso en cuestión).

Representantes

Como ni Argentina ni Uruguay poseían un juez de su nacionalidad al iniciarse el caso por las plantas de celulosa, cada uno nombró un juez ad hoc. La Argentina designó al Dr. Raúl Vinuesa (de nacionalidad argentina), y Uruguay nombró al Dr. Santiago Torres Bernárdez (de nacionalidad española). Los jueces ad hoc están sometidos a las mismas obligaciones de imparcialidad, responsabilidad y confidencialidad de los jueces permanentes.

En su historia, la Argentina tuvo dos jueces permanentes: el Dr. Lucio Moreno Quintana (1955-1964) y el Dr. José María Ruda (1973-1991). El Dr. Ruda fue presidente de la Corte entre 1988 y 1991.

La Corte tiene una competencia dual. Por un lado, resuelve controversias entre Estados. La jurisdicción de la Corte es voluntaria, es decir que ambos Estados deben haber aceptado de una u otra manera la jurisdicción de la Corte. En el caso por las plantas de celulosa, el artículo 60 del Estatuto del Río Uruguay prevé que en caso de diferencias sobre la interpretación o la aplicación del Estatuto que no puedan ser resueltas por medio de negociaciones entre las partes, se las someterá a la CIJ.

Taiana optimista

El canciller Jorge Taiana sostuvo que la Argentina espera un fallo favorable en la Corte Internacional de Justicia de La Haya. “Esperamos -dijo- un fallo en el cual confiamos se reconozca el aspecto esencial para nosotros de esta controversia que es la importancia del Estatuto del Río Uruguay, la obligación de los dos Estados de cumplir con lo que él dice y sobre todo con los mecanismos de información, consulta previa para realizar actividades que afecten el río que Uruguay no respetó”.

“Nosotros creemos que tenemos un muy buen estatuto que es ambientalmente bien responsable y lamentamos profundamente que no se haya respetado. Que se establezca que hay que respetarlo sería lo mejor. No sólo para saber cómo se resuelve esta controversia sino para el futuro, para saber que tenemos un estatuto fuerte, importante que está entre los más avanzados del mundo y que hay que respetar. Estamos confiados en la Justicia de lo que hemos planteado”, sostuvo el canciller.

Para el representante argentino es diferente lo que ocurra con el fallo y las relaciones bilaterales con el Uruguay.

“Una cosa es la controversia específica, otra es la relación tan amplia con Uruguay que tiene montones de facetas. La llegada del presidente Mujica ha dado un aire fresco en la relación y en la voluntad tanto en la Argentina como en Uruguay de avanzar en hacer más activa y más positiva la relación que ya es muy buena”, subrayó.

“A horas del fallo aumenta la ansiedad”, dice El Día, de Gualeguaychú, mientras que desde Montevideo El País replica: “No hay ansiedad en Fray Bentos”, según sostiene la primera oración de una crónica de la prensa uruguaya que en su título advierte que allí “sólo preocupa que se levante el piquete”. “No habrá pantalla gigante en Fray Bentos”, dijo a El País el intendente de Río Negro, Rubén Di Giovanni, que llamó a “ser respetuoso del fallo” y extremar la cautela.

Para el gualeguaychense El Argentino, la ciudad del corte del puente internacional y la Asamblea Ambiental vive “horas clave para la vida”. Pero para el sitio Fraybentos.com.uy -donde funciona la planta de Botnia- merece más atención el inicio de una muestra sobre Juana de Ibarbourou, titulada “Escándalo en la luz”, que recuerda a la escritora fallecida en 1979 en Montevideo. El mismo sitio menciona que la delegación uruguaya que viaja a La Haya debió hacerlo por vía aérea, desde Buenos Aires, a Roma y de allí en tren hasta su destino por la complicación que sufren los vuelos en buena parte de Europa .

Otros sitios en la web recuerdan que Fray Bentos cumplió el 16 de abril su aniversario 151.

Los diarios, en ambas orillas

Colectivos

La Asamblea de Gualeguaychú y la municipalidad de esa ciudad comunicaron que mañana, desde las 9, habrá colectivos que gratuitamente trasladarán a la población a la zona del corte del puente internacional.

/// EL DATO