Sexo, mentiras y video

“Me quería arruinar el casamiento”

Silvia Luna confesó ante la Justicia haberle martillado la cabeza a Carola Bruzzoni en la pelea que protagonizaron en ciudad de General Las Heras, aunque explicó que no quiso provocarle semejante daño y que el motivo de la agresión fue que su amiga tenía un video casero con imágenes sexuales suyas, con el cual le iba a arruinar su casamiento.

(Télam).-

“Me enteré de que me quería arruinar el matrimonio con el video, le fui a pedir explicaciones y terminó todo mal. Nos peleamos y agarré la maza para defenderme y sacármela de encima. No la quise lastimar de esta manera”, dijo la imputada al fiscal Guillermo Massaroni, según fuentes judiciales.

Los voceros agregaron que Luna (31) reconoció que ella misma se había grabado con un celular manteniendo relaciones sexuales con un hombre y que se enteró que Bruzzoni (40) había conseguido esas imágenes y planeaba mostrárselas al hombre con quien se iba a casar el sábado próximo.

Sobre el momento de la agresión, ocurrida el sábado a las 8.30 de la mañana en el restaurante Matute donde trabajaban ella como moza y Carola en la cocina, señaló que comenzaron a forcejear y a golpearse y que tomó el martillo para ablandar milanesas con el fin de defenderse y sacársela de encima.

“Hizo mucho hincapié en que su intención no era lastimarla de la manera en la que lo hizo”, contó a Télam la fuente judicial consultada, dando a entender que una de las estrategias de la defensa será encuadrar la agresión en un delito preterintencional.

El homicidio preterintencional tiene una pena de 1 a 6 años y se da cuando una persona agrede a otra con la intención de generar un daño, pero no la muerte.

El homicidio simple en cambio es un delito no excarcelable que se castiga con prisión de 8 a 25 años y en el caso de la tentativa -que es la imputación actual contra Luna-, la pena se reduce de un tercio a la mitad.

“Además, en su declaración sobredimensionó la excusa del video como móvil del ataque”, explicó el vocero judicial.

El propio prometido de Luna, Juan, el hombre que canceló la boda, aseguró hoy al canal Telefé que él se enteró del video sexual de su futura esposa a partir de la pelea del sábado último y que no es cierto que Bruzzoni se lo haya mostrado.

Yo no soy

En tanto, ante los rumores que corren en Las Heras sobre quién es el protagonista masculino del video sexual, el marido de Bruzzoni, Sergio Robledo, negó categóricamente ser el hombre que mantiene relaciones con Luna en el video.

“No estoy en el video. Yo nunca tuve relaciones sexuales con ella (por Silvia) y ese video no lo vi jamás. Conociéndola a Carola como pocos, de tener ella ese video en mano, se la hubiese agarrado conmigo”, dijo Robledo al canal Todo Noticias.

Antes de la indagatoria, el fiscal Massaroni aseguró a la prensa en la puerta de los tribunales de Mercedes que ayer solicitó la detención de Luna sobre la base de elementos que le permiten sospechar que intentó matar a Bruzzoni y consideró “conveniente seccionar su libertar, para asegurar los fines del proceso”.

En tanto, el abogado de la familia de la víctima, Cristian Pérez Solís, consideró hoy que no cree que un video sexual de la acusada haya sido el detonante de la golpiza, sino que esa versión parece ser una “estrategia de defensa”.

“Estamos hablando de una comunidad cerrada y pequeña, y ese video viene circulando en General Las Heras desde hace cinco o seis meses, de manera tal que es un video que estaba en vista de toda la comunidad y no lo puedo considerar como un elemento detonante, ni mucho menos amedrentativo”, dijo el letrado.

Al término de la indagatoria, Luna salió de los tribunales esposada y llorando y así fue subida al camión del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) que la trasladó a la Comisaría de la Mujer de la localidad bonaerense de Merlo.

La víctima continuaba hoy internada en terapia intensiva y en coma cuatro en el Hospital de General Rodríguez, por las severas lesiones encefálicas producidas por los golpes que le provocaron un hundimiento del cráneo y los coágulos por los que tuvo que ser operada en tres oportunidades.

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“Después de muchas vueltas...” la tarjeta de casamiento que no fue.

Foto: Agencia Télam