Hay chances de jugar la Promoción, pero son casi remotas...

¿Qué será del futuro de Unión?

La primera decisión de los dirigentes, de Pumpido y de Alí debe ser la respuesta a la siguiente pregunta: ¿se sigue adelante con este proceso?

Enrique Cruz (h)

(Enviado Especial a Bahía Blanca)

Los análisis y/o conclusiones anticipadas siempre conllevan un riesgo: faltan cuatro partidos y en fútbol, se sabe, puede pasar cualquier cosa. Pero convengamos que para que Unión clasifique a jugar una Promoción, se tiene que dar poco menos que un milagro. Entre ellos, que el equipo gane los cuatro partidos que faltan (dos de ellos ante rivales directos como All Boys y, sobre todo, Instituto) y una combinación de resultados que no sólo involucra a Atlético de Rafaela (le sacó cinco puntos con doce por jugarse) y a Instituto (enfrenta a Italiano), sino también a otros equipos que están en la misma (All Boys y Belgrano pueden superar a Unión si logran resultados favorables en esta fecha).

Entonces, partiendo de la base de que es riesgoso hacer esto, analizar ya mismo y sacar conclusiones porque todavía el campeonato está en disputa y matemáticamente hay chances de jugar el 19 y 23 de mayo por un lugar en Primera, se puede ir desmenuzando este proceso.

El Turco Alí ya disparó a El Litoral, en la helada noche bahiense, la primera frase: “Nunca se habló de ascenso”, dijo. ¿Que quiso decir el técnico?, que en las conversaciones que tuvo con la dirigencia, nadie le dijo, supuestamente y en ningún momento, que había que ascender, o que pidiera los refuerzos necesarios para llegar a Primera.

El 24 de julio, día de la asunción de Spahn, el presidente dijo: “El mito dice que todo se maneja de acuerdo a si la pelota entra o no. Sin embargo, para mi tranquilidad y para la de todos, el éxito es el fruto del trabajo, ése es nuestro gran objetivo. Y, si no, vale recordar lo que le pasó a Lanús, que en esta última temporada no salió campeón en ninguno de los dos torneos, pero fue el equipo que sacó más puntos en el año, y creo que los hinchas de Lanús estarán muy conformes a pesar de no haber ganado el título”.

¿Se puede tomar como parámetro, en un club pasional y con siete temporadas en la B, esto que dijo Spahn para evaluar si este proceso ha sido o no bueno?, es complicado y dependerá de la razonabilidad de los dirigentes, que son los que deberán partir de un buen diagnóstico para no equivocar el camino.

Buenas y malas

Hay dos aspectos que son una “contra” para el proceso: 1) la expectativa que generó la llegada de Pumpido-Alí; 2) el segundo puesto de la primera rueda, que lo puso al equipo en ascenso directo y alimentó esas ilusiones.

Es decir, el ciclo tuvo un pasaje positivo que entusiasmó aún más a la gente. Muchos “gastaban” a cuenta de un ascenso teniendo en cuenta que en la mitad del proceso todo marchaba sobre rieles. Fue justamente el momento en que se empezó a desmoronar, matemáticamente, la campaña. Una pena.

¿Será así como dice Alí?, ¿nunca se habrá hablado de ascenso en Unión? Posiblemente no hubo una exigencia, pero la posibilidad se hizo tan cierta en el receso, que cuesta creer que en las charlas de los dirigentes y el técnico no se haya mencionado, como objetivo directo y ya no como aspiración, el de llegar a Primera.

Esto que se dijo es lo que juega en contra de Alí; ¿que juega a favor?, hay mucho para decir del Turco: 1) haberle puesto el pecho a la situación en un momento delicado de Unión; 2) haberle dado rodaje a muchos jugadores de las inferiores (Zurbriggen, Maidana, Barisone por lo que hizo en Bahía Blanca, el fortalecimiento de Vera, Caprio mismo, Montero, Ricardo Acosta, Alexis Fernández aunque sin continuidad, “Tarrito” Pérez, etcétera); 3) hay una buena base en la que se puede seguir trabajando y algunos refuerzos que se podrían sostener en el plantel (Calgaro, Correa, Matías Donnet, Limia, Saucedo y Pratto).

Si lo malo (no haber ascendido) supera a lo bueno, o viceversa, es un análisis largo, exhaustivo y meticuloso que deberán hacer los dirigentes con Pumpido y Alí. Si se habló y mencionó la palabra proceso, jamás un proceso se puede extinguir al año porque esos no son los tiempos adecuados. Es un largo debate que alguna vez pusimos en el tapete cuando el técnico de Unión era Carlos Trullet y le habían “tirado por la cabeza” un equipo que en ese momento estaba peligrando en la categoría. Se necesitaba tiempo para rearmar la cosa y un año es poco cuando se arranca de tan abajo.

Es cierto que Unión tiene que jugar siempre a ascender; y que si los dirigentes quieren sanear el club, hoy y con las cifras que se manejan, hay que jugar en Primera porque ya no son los 6 millones de antes sino que el “Fútbol para todos” permite que los clubes chicos reciban casi 17 millones por participar en la máxima categoría. Pero por otro lado hay procesos futbolísticos que cuesta trabajo implementar y que, una vez puestos en marcha y si realmente hubo convencimiento a la hora de llevarlos a cabo, hay que darle tiempo suficiente para que se consoliden.

Este es el debate —amplio, preciso y justo— que deben llevar adelante los dirigentes de Unión. Y también Pumpido y Alí, porque habrá que saber también cuál es el pensamiento de los dos, juntos o separados, respecto de lo ocurrido.

Algunos creen que el Turco es “demasiado bueno” y lo consideran un punto negativo (¿hay que ser “malo” para ser entrenador?), y otros le reprochan cuestiones futbolísticas (como todo técnico, a veces acertó y en otras falló y es materia opinable). Pocas veces la dirigencia salió a respaldar el proceso y quizás haya sido porque no quisieron meterse o porque entendieron que no era necesario “proteger” al técnico y al equipo. Incluso, cuando algunos cuestionamientos externos se hicieron fuertes (luego de la derrota contra Platense, después de Rafaela) y hasta hubo versiones de que si no se lograba un buen resultado, Alí iba a dar un paso al costado luego del partido contra San Martín de San Juan, cosa que el Turco desmintió rotundamente ante la pregunta de este periodista en Bahía Blanca.

Así esta planteada la situación. El torneo no terminó y las chances matemáticas existen, pero ya es momento de empezar las evaluaciones. Y todo lo que acá se dice, formará parte de la mezcla que se introducirá en la “licuadora de las decisiones”.