Andrés Legallais

“Se necesitan profesores capacitados”

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Andrés Legallais, director del Centro Nacional de Luchas de Santa Fe.

Foto: Mauricio Garín

Andrés Legallais es presidente de la Confederación Argentina de Jiu Jitsu, de la Federación Santafesina del mismo deporte y de la Asociación Santafesina de Lucha, por lo que resulta una persona idónea para opinar sobre la polémica generada en torno a la muerte en “Vale todo”.

Al respecto, dijo que “estas mezclas de artes marciales no son ni judo solo, ni lucha sola, ni taekwondo solo, que tienen su reglamento. Si te salís del mismo, hay riesgo de lesiones. A este muchacho le aplicaron una técnica prohibida en jiu jitsu. Hay técnicas que vos las podés llevar a la práctica hasta el final y otras a las que hay que controlar para no matar al rival”.

“No hay controles”

“El alumno debe esta preparado; el profesor, capacitado, y si no lo está, es porque pertenece a un deporte que no está organizado. Deben hacer cursos, clínicas, contar con graduaciones que lo avalen para dar una clase. Los dueños de gimnasios muchas veces no piden ningún aval para enseñar esa actividad, porque no pertenecen a una asociación que los controle, a una federación, a una confederación argentina, no dependen de la Secretaría de Deportes de la provincia ni de la Nación... Están todos “afuera’, podemos resumir”, agregó.

“Es como jugar un partido de fútbol, rugby y básquetbol adentro de una cancha y “Vale todo’, meterla adentro del arco, tirarla por arriba, jugamos con una pelota cuadrada y, si quieren tumbarse, vale; si quieren patearse, también; una mezcla de todo es muy amplia. En otros países están organizados y autorizados, gracias a eso tienen una reglamentación y a las técnicas complicadas no las utilizan”, destacó.

“Los que lo practican están entrenados para eso, para no correr riesgos de muerte. En esta ciudad, hay judo, jiu jitsu y lucha olímpica, que son las actividades que damos en el Centro Nacional de Luchas y las practican desde chicos de 4 años hasta personas de la tercera edad, sin problemas. Pero vemos que hay gente que enseña lo llamado “Vale todo’, sin ninguna autorización, porque miran por Internet las técnicas y las copian. Los practicantes no preguntan nunca si los profesores están capacitados, avalados, reconocidos”, puntualizó.

“Es una locura”

“En el caso de la muerte de ese joven, ocurrió en un entrenamiento, es una locura. No se puede entrenar de esa manera. Lo primero que se debe enseñar es cómo entrenar el sistema. En una competencia, donde vas a fondo, puede ser que ocurra y, en ese caso, hay que ir contra el sistema porque es riesgoso. Aquí hay carteles que invitan a sumarse al “Vale todo’ en distintos gimnasios, pero yo pregunto: ¿quién los autoriza?”, dijo Legallais.

“El “Vale todo’ es mezclar gente de distintas artes marciales, ponerlas en una jaula, para que no salga y que no tenga límites. ¡Es el circo romano! Es todo una cuestión de espectáculo, comercial. En Estados Unidos y otros países, atrae más espectadores que el boxeo, por el morbo de la gente”, destacó.

“Es como pasan las cosas en este país. Cromañón hizo ver que no existían controles y luego de la tragedia se tomaron medidas. Mirar es propio de la gente. Cuando vas por la calle y ves que se están peleando, te parás a mirar. Les gusta la agresión, por eso hay juegos de play station en los que uno se pega con otro. Para el que practica su objetivo es el dinero o la necesidad de mostrar ante otros que tiene poder”, añadió.

“Deben informarse”

“El “Vale todo’ es totalmente descontrolado. Hay que gente que toma efedrina para salir a luchar, es una pelea callejera adentro de una jaula. El riesgo es total. Tendrían que haber arrancado al revés: primero, reglamentar el deporte, por ley, conseguir la aprobación de los organismos correspondientes y, luego, a luchar en el ring.

“La pelea de gallos, o de perros, en la ilegalidad, es más interesante y redituable que algo legal; además, hay apuestas. Lo que pasa es que nadie protesta cuando muere un gallo o un perro. En cambio, ahora la viuda apareció en los medios de prensa y salió todo a la luz”, afirmó Legallais.

“Yo recomiendo a la gente que pregunte antes de hacer una actividad. Pedir diplomas..., es como ir al médico. Deben saber quién da las clases, si está graduado, a qué entidad pertenece, qué servicio médico los cubre. En Santa fe tenemos gente que no es cinturón negro y da clases de jiu jitsu, por ejemplo. Otros que no están en ninguna institución y estafan a la gente, cobran graduaciones con avales inexistentes... todo un invento.

“Se han hecho espectáculos en gimnasios de clubes de esta ciudad, con 5.000 personas adentro y podía haber muerto alguno. Ahora debería haber controles rigurosos en los gimnasios y de quienes dan esas disciplinas”, dijo finalmente.