en la sierras y enamorado

Aprovechando un viaje a las sierras, descubrí un acogedor lugar para descansar y disfrutar del paisaje, pero también un sitio espléndido para practicar muchas actividades, inclusive enamorarse y todo sin salir del Peñón.

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Estaba en La Falda, Córdoba, disfrutando unos días, cuando por celular combinamos con Marcelo, socio propietario de la posada El Peñón del Indio Enamorado, encontrarnos y hacer una visita al lugar, la que incluía un buen asadito.

Enclavada en las afueras de la ciudad, entre La Falda y Valle Hermoso, cercano al barrio El Dominador, en pleno Valle de Punilla, se levanta esta posada, en un peñón que balconea al río La Falda, en un área de unas 12 hectáreas de terreno, con bosquecito propio incluído.

La posada, que corona el peñón, es de una construcción moderna y con todos los servicios, las habitaciones son amplias y todas con ventanales al exterior, lo que les garantiza la comunión con el paisaje serrano que las rodea.

Posee un gran deck que flota sobre el faldeo, y con una vista inmejorable del sur del valle, que con cielo despejado es posible ver el dique San Roque en la vecina Carlos Paz.

En el sector bajo del peñón, contra el río, hay cinco dormis, cabañas para cuatro personas con una pequeña terracita en su frente de cara al río y al faldeo de los cerros. También hay un área de camping con parrillas y el sector de proveeduría y baños con duchas con agua caliente.

Más allá de las comodidades de alojamiento, lo interesante de este lugar es la posibilidad de realizar varias actividades como mountain bike, algo de escalada en roca y rapel, en una garganta de unos 8 / 10 mts, trekking hasta el dique siguiendo el río, o solo contemplar el paisaje y ver correr el agua sobre las piedras.

Desde mi punto de vista, es un muy buen lugar para utilizar como base para actividades varias en el valle, ya que está casi en el centro de todo el valle de Punilla, cuenta con la infraestructura de una ciudad y está suficientemente apartada para gozar de la tranquilidad.

Para los que buscan descanso y quietud, la posada es ideal, para los que queremos algo más de movimiento y contacto con la naturaleza, el sector bajo, sea en los dormis o en carpas, es el destino para comenzar a disfrutar de las sierras y también como el ‘Indio’ enamorarse del lugar.

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Foresta amazónica, la intrincada relación entre las muchas. Foto: Hugo Matteri.

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