Tiro al pichón

Balean una casa y una nena

resulta con graves heridas

Ocurrió en Villa del Parque a la luz del día, ayer a la tarde. Quienes parecieron equivocar el objetivo acertaron con sus balazos en una inocente criatura.

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Ramona, la abuela materna de la nena herida muestra las huellas que dejaron los balazos.

Foto: Guillermo Di Salvatore

 

 

José Luis Pagés

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Una vez más, el frente de una casa de familia fue tiroteada en nuestra ciudad, pero ahora el atentado dejó por saldo una criatura con graves heridas.

En esta oportunidad, contra lo ocurrido en calle Aguado 2666, la casa de Liliana Gómez y Eduardo Vázquez, los proyectiles hicieron blanco en una de las niñas de apenas un año y seis meses.

El gravísimo ataque ocurrió a plena luz del día, ayer a media tarde, en Padre Cattena 4667, jurisdicción policial de la Seccional 6a.

Diana Lourdes, la pequeña víctima salvó su vida milagrosamente, pero uno de los varios proyectiles que se incrustaron en sus brazos y piernas, le seccionó dos dedos de uno de sus pies y otro le quedó alojado en la ingle.

La chiquita, una de las hijas de Verónica Luque y Claudio Horacio Escobar, es asistida en el hospital de Niños, Dr. Orlando Alassia.

El ataque a balazos contra el frente de una vivienda en el día de ayer no fue el único, un poco más tarde ocurriría otro tanto en Santa Rosa, más precisamente en Corrientes al 4400.

La brutal agresión fue definida por la madre del jefe de familia, Ramona Escobar, como un ataque alevoso e inexplicable.

Mientras los padres de la nena herida estaban junto a ella en el hospital público, Ramona atendía a las chiquitas de la familia y mostraba las perforaciones de los proyectiles. Los numerosos agujeros en puertas, ventanas y paredes internas de la casa.

Los atacantes no midieron consecuencias a la hora de descargar sus armas. Según Ramona la nena fue alcanzada por los balazos cuando después de dormir la siesta atravesaba el espacio destinado al comedor para dirigirse a la cocina.

“La mamá -aseguró Ramona- escuchó los estampidos, pero no pudo hacer nada porque en ese momento Diana rodaba por el suelo hasta llegar a la puerta que da al patio trasero”, Allí los agujeros que dejaron los balazos dejaban pasar la luz esta mañana.

El dibujo ascendente que hicieron los tiros en la puerta de calle y en la mampostería de la vivienda llevan a pensar que al menos uno de los tiradores usó un arma automática, a repetición, posiblemente una metralleta.

Aparte de haber perdido dos dedos de uno de sus pies, la pequeña Diana, tiene un proyectil alojado en la ingle. Otros plomos le produjeron fracturas en uno de sus brazos.

El hecho referido recuerda el caso de Celeste Caballero, la chica muerta el 16 de junio del 2008 Juan Díaz de Solís al 6310, cuando una andanada de balazos entró al comedor donde estudiaba junto a un grupo de amigas.

Pero más recientemente, los esposos Liliana Gómez y Eduardo Vazquez denunciaron que dos o más desconocidos tirotearon -el día de San Expedito- su casa de calle Aguado 2666.

En esa oportunidad, las balas pasaron entre ellos, cuando se hallaban sentados a la mesa del comedor junto a tres hijas pequeñas y otros dos de sus hijos, mayores de edad. En ese caso, tampoco los tiradores parecieron medir consecuencias y todos se salvaron providencialmente.

El caso registrado ayer en la casa de Padre Cattena no encuentra explicación ya no que habría enemigos a la vista, ni se sabe de amenazas previas. ¿Una confusión? La muerte de aquella adolescente, Caballero, se atribuyó en 2008 a una bronca entre narcos de Villa Hipódromo y la de calle Aguado, el día de San Expedito, se insinúa una sombra policial, según lo denunciado.