En Rosario

Investigan el origen

del paco secuestrado

La Justicia Federal buscaba confirmar de dónde provenía la droga incautada ayer en barrio Empalme Graneros. Se sospecha que la sustancia era originaria de Buenos Aires.

Corresponsalía Rosario

Un día después del operativo que realizó la Policía Federal en el que se incautaron unas 500 dosis de paco la Justicia Federal trataba de determinar el origen de la droga secuestrada en el barrio Empalme Graneros, de Rosario.

Ese dato será clave para que la investigación pueda avanzar sobre la forma en que se movía el engranaje de comercialización de una sustancia que provoca estragos, no sólo en la salud de los adictos sino en el entramado social de la zona donde se consume.

El titular del juzgado Federal Nº 3, Carlos Vera Barros, tenía previsto realizar las indagatorias a los cuatro detenidos en el marco del operativo que llevó adelante ayer la Policía Federal con apoyo de la Tropa de Operaciones Especiales (TOE) en dos viviendas precarias ubicadas en pleno Empalme Graneros.

Cuatro detenidos

Ayer a la tarde, ese barrio de la zona oeste de la ciudad se vio convulsionado por el operativo que terminó con cuatro detenidos, entre ellos un menor de edad. Familiares y vecinos de los apresados cortaron calle La República con cubiertas y maderas que prendieron fuego. Reclamaban la liberación de uno de los detenidos que según manifestaron no tenía nada que ver con la comercialización de estupefacientes. Después, unas 30 personas se subieron a un camión e intentaron dirigirse hasta los tribunales rosarinos a protestar por el operativo, pero a mitad de camino fueron interceptados por la Policía. A la par, otro grupo de vecinos, indignados por lo que había descubierto la Policía Federal, destruyó una de las viviendas allanadas, que quedó literalmente en ruinas. Cuatro jóvenes, con mazas y martillos, demolieron la casilla de chapa y ladrillos.

Las primeras presunciones indican que las 500 dosis incautadas en las dos viviendas provenían de Buenos Aires. Hasta hoy no se habían detectado en ese sector de la ciudad de Rosario laboratorios para procesar cocaína, denominados en la jerga cocinas. En cambio, la policía incautó tres kilos de cocaína y envoltorios con la droga fraccionada preparada para vender.

“Evitar el pánico”

Enrique Font, secretario de Seguridad Comunitaria, se mostró cauto con respecto al operativo en el que se incautaron unas 500 dosis de paco. En diálogo con El Litoral, el funcionario pidió que el tema sea tratado con “responsabilidad” para “evitar cierto pánico”.

Font señaló que desde el Ministerio de Seguridad se estuvieron realizando durante las últimas horas consultas con las áreas de Salud y con organizaciones sociales que trabajan en la zona para determinar si existían indicios sobre patologías derivadas del consumo de paco. “Hasta ahora no se han reportado en efectores de salud, ni en los centros asistenciales indicios de la presencia del consumo de esta droga”, advirtió.

El secretario de Seguridad Comunitaria consideró que lo que sí se ha detectado entre los distintos eslabones del Estado, tanto municipal como provincial, “es un elevado consumo de inhalantes, de psicofármacos mezclados con alcohol y de cocaína de muy baja calidad”.

Mezcla fatal.

El paco se produce con pasta base de cocaína, harina, kerosene y vidrio, entre otras sustancias. La dosis de esta droga, que es muy adictiva y se expandió a partir de 2001 en Capital Federal y el conurbano bonaerense, tiene un bajo valor: oscila entre los dos y tres pesos. Si se confirma que esta sustancia provenía de Buenos Aires marcaría cambios en el sistema de comercialización de la droga. Traer paco de Buenos Aires tiene un riesgo muy alto y un bajo margen de ganancia para los narcos.

/// EL DATO