opinión

Entre le éxodo y la vacunación

Eloy Rodríguez

El 85% de la superficie de los departamentos San Cristóbal, 9 de Julio, Vera y General Obligado, está destinado a la explotación ganadera, con un stock a octubre de 2009 de 2.700.000 cabezas, de las cuales la mayor proporción se concentran en 9 de Julio y Vera.

Entre la sequía, las acciones antrópicas, la no adecuación de los establecimientos a un clima con períodos secos, las erráticas políticas oficiales, conforman un coctel difícil de digerir para el pequeño y mediano productor pecuario, que son la mayoría, ante la imposibilidad de proyectar un futuro alentador.

En estos días comenzará la campaña de vacunación antiaftosa y antibrucélica que como saldo final exhibirá la abrupta reducción del stock ganadero, del norte santafesino en general y del Departamento 9 de Julio en particular, recordando que a fines del año pasado los productores habían inoculado sólo 200.000 animales, a esa época la cantidad representaba mucho menos de lo esperado.

Productores de distintos establecimientos hablan de una disminución del 40 al 50% del rodeo departamental.

La jurisdicción de la campaña 2010 está comprendida por la Unidad Ejecutora Local Tostado quien efectuará el control y la vacunación del rodeo correspondientes a los distritos Pozo Borrado, Tostado, Logroño, Campo Garay, Montefiore y Esteban Rams.

Pero además de la pérdida del stock vacuno, por muertes, traslados y ventas exigidas, se notará también el retiro de la actividad de muchos productores que, literalmente, por no poseer una infraestructura adecuada, decidieron emigrar hacia otros centros urbanos en busca de nuevas oportunidades. Así se produjo el éxodo de familias enteras, expertos únicamente en actividades referidas al manejo de la actividad rural, que engrosaron, en este caso, la pobreza en la ciudad de Tostado.

El fin de la resistencia agropecuaria data de 2008, casi todo el año sin precipitaciones, que se trasladó al 2009, con un verano excesivamente árido y un invierno con demasiadas heladas, con falta de agua y pasturas.

A pesar de los buenos registros pluviométricos del período noviembre 2009-marzo 2010, la duda le gana al deseo de volver a empezar en una actividad sin respaldo oficial y sin respeto por el ciclo biológico.