Los dirigentes confirmaron que Pumpido dejará de ser el manager...

Los “1.000 gestos turcos”

Fernando Alí vivió a pleno el partido, gritó, alentó a los jugadores, trató de corregir cosas desde afuera y se enojó con el asistente 2 de González cuando cobró un offside inexistente de Weiner, que se iba al gol.

Fotos: gentileza Matías Nápoli

 

Enrique Cruz (h)

(Enviado Especial a Buenos Aires)

El Turco Alí terminó de fumar el cigarrillo y empezó a hablar del partido. Pero ante la pregunta más importante en relación al futuro, dejó traslucir su deseo, algo que, por ahora, el técnico había cuidado bastante en cuanto a las formas y en las declaraciones públicas.

—Turco, ¿te querés quedar?

—Me gustaría... Por lo pronto, quiero jugar estos dos partidos, tratar de ganarlos y terminar lo mejor posible. Después llegará el momento de la evaluación con los directivos, pero mi intención es la de seguir siendo el técnico de Unión. Yo tengo mi pensamiento y se lo haré saber a los dirigentes. Algo dije ya públicamente, respecto de los objetivos. Pero creo que lo primero es hablar con ellos, ser honestos, autocríticos y tomar decisiones que sean beneficiosas para el club. Pero respondiendo a tu pregunta, la respuesta es sí, me gustaría seguir en Unión.

Esto marca una clara pauta no sólo respecto del deseo de Alí sino también del futuro del grupo de trabajo que comanda Pumpido. Ya Nery les dijo a los dirigentes que se va y que dejará de ser el manager de la institución. No hay ninguna posibilidad de que Pumpido sea el entrenador de Unión, apuntando al deseo del hoy manager de volver a dirigir un equipo. “No lo haría por lealtad al Turco”, dejó entrever alguien muy cercano al entorno de Pumpido. O sea que Pumpido se va de Unión porque quiere dirigir y porque sabe que en Unión no lo hará. Está claro.

Ahora, ¿con quién se va Pumpido?, ¿con Alí? Y parece que la respuesta es negativa. ¿Por qué?, por esto que acabamos de transcribir y que dijo Alí ayer, en la cancha de Sportivo Italiano, muy cerquita del predio de la AFA en Ezeiza y del propio aeropuerto internacional. Pumpido se irá con el profesor Carlos Marzo y con algún otro ayudante de campo (se habla de su hermano Nelson). Si lo hace con Alí, será porque en el momento en que Pumpido se haga cargo del algún equipo, ya el Turco no estará más en Unión porque la dirigencia resolvió que no siga al frente del equipo, algo que todavía está por verse.

Ayer, la presencia dirigencial en Ezeiza fue tupida. Desde Luis Spahn, pasando por Jorge Molina, Emilio Lamas, Fabián Brasca, el “Pato” Más, Marcelo Piazza, Fernando Garcí y otros allegados que se ubicaron en la tribuna ubicada enfrente de la oficial. Eran más de 40 contabilizando a Luis Ojeda, por ejemplo, que fue a ver a sus ex compañeros y disfruta de este gran momento que vive su equipo, Argentinos Juniors, en el torneo de Primera División, más algunos familiares de sus jugadores y Claudio Guerra, que por haber sido sancionado por el Tribunal no pudo estar presente y lo hará en el encuentro ante Instituto.

“Pumpido se va, de Alí no podemos decir nada todavía y lo único que pienso es que no vamos a seguir con la figura del manager, porque no encontraremos una persona que tenga las características y ascendencia en el club como Nery”, le comentó a El Litoral un directivo que está cercano al fútbol tatengue, dando algunas pautas —personales— de cómo se podría encaminar el futuro deportivo de Unión en cuanto a la toma de inmediatas decisiones.

Por el otro lado, está el tema de los jugadores. Hoy se deben resolver algunas cuestiones, como la continuidad o no de los que están a préstamo en el club: Limia, Cardozo, Calgaro, Correa, Pagés, Buján, Donnet, Saucedo, Cólzera y Pratto. Se sabe que hay algunos que tienen aceptación en la dirigencia. No es un descubrimiento decir que Limia, Correa, Donnet y Pratto, por ejemplo, son jugadores que se podrían mantener si se llega a un acuerdo con ellos (y en el caso de Pratto, también con Boca). Después, la situación de Saucedo es más complicada porque hay una opción con Estudiantes que es inaccesible desde lo económico para Unión. Y habrá que ver cuál es el pensamiento respecto de los otros jugadores.

Limia, Calgaro, Correa, Donnet y Pratto son jugadores que cumplieron las expectativas; lo propio pasó con Saucedo en la primera rueda (se cayó en la segunda) y hay otros que están muy lejos de haber conformado, como Pagés (casi no jugó), Cardozo y Buján, que apenas dejó una buena imagen en el primer partido y luego decayó notoriamente.

La dirigencia de Unión, en esta temporada, hizo las cosas ordenadamente. Frente a la “postulación” de Pumpido y Alí para trabajar en el club, pusieron al ex arquero de manager y al ex goleador de técnico. El margen de error en cuanto a los refuerzos se achicó, hubo jugadores que rindieron aunque luego no mantuvieron el nivel y en algún momento se pensó y se creyó en que el ascenso se podía dar.

Para lo que pretendió hacer Pumpido —con jugadores profesionales que bajaron a jugar en Liga, por ejemplo— se necesita más tiempo. Cambiar la mentalidad de los jugadores, de los entrenadores de inferiores, requiere mucho más de un año. Con ese tiempo no alcanza. Pero fue lo que el mismo Pumpido se comprometió con los dirigentes, a sabiendas de que un ofrecimiento tentador para dirigir podía hacerlo desistir de seguir como manager de Unión.

Ahora, la dirigencia tendrá que pensar hasta qué punto sirvió tener un manager, buscar a alguien que pueda suplantar al ex campeón del mundo o retornar a la antigua y tradicional práctica en la dirigencia argentina de contratar sólo a un entrenador. Los dirigentes, en la mayoría de las veces, no tiene tiempo ni conocimiento para tomar decisiones que deberían ser asumidas por alguien que esté más compenetrado científicamente con la función. Es el desafío de “gerenciar el fútbol profesional”, camino por el que Unión transitó este año y que debe evaluar si resultó o no positivo.