ALEMANIA

El Papa acepta la renuncia de un obispo acusado de abuso sexual

DPA/EFE

El Papa Benedicto XVI aceptó hoy la renuncia del obispo de la ciudad alemana de Augsburgo, Walter Mixa, envuelto desde hace meses en presuntos casos de violencia contra niños y malversación de fondos.

La decisión del Pontífice se produjo un día después de que la Justicia comunicara que inició investigaciones preliminares por presunto abuso sexual a un menor por parte del obispo.

Mixa, que se encuentra según versiones de prensa en una clínica suiza de tratamiento de adicciones por su presunta afición al alcohol, negó los cargos de abuso sexual a través de su abogado y ofreció su colaboración a la Justicia.

El prelado solicitó al Pontífice el 21 de abril ser separado del cargo después de que durante semanas se multiplicaran las denuncias de que, cuando fue párroco de la ciudad de Schrobenhausen (1975- 1996), tenía la costumbre de golpear brutalmente a niños y jóvenes internados en el hogar que estaba a su cargo.

En un primer momento el obispo negó las acusaciones y aseguró “desde lo más puro de su corazón” que nunca había ejercido violencia contra jóvenes o niños. Más tarde, sin embargo, admitió que había dado golpes y pidió perdón por todos los errores que pudo haber cometido.

A ese cuestionamiento se sumó después la acusación de haber malversado fondos: a fines de abril se supo que por disposición de Mixa se había pagado con fondos de la Fundación de Niños Expósitos de Schrobenhausen una importante suma para la adquisición de antigüedades, vino, alfombras, diversos muebles y un solarium para el hogar.

Después de que en toda Alemania se elevaran voces que exigían su renuncia, el presidente de la Conferencia Episcopal Alemana, Robert Zollitsch, solicitó públicamente a Mixa que abandonara su cargo, en un gesto que hasta ahora no tiene precedentes en la historia del catolicismo en Alemania. La organización católica laica alemana Somos Iglesia saludó la decisión del Vaticano y demandó el esclarecimiento de todas las acusaciones como forma de evitar más daños a la imagen y la credibilidad de la Iglesia católica alemana. El caso de Mixa se suma a una ola de denuncias de abusos sexuales y malos tratos en internados católicos y laicos de Alemania.

Según informa en su edición de hoy el diario Süddeutsche Zeitung, otra denuncia fue ante la fiscalía de Ingolstadt (Baviera) por la propia Iglesia, de acuerdo con las líneas recientemente aprobadas para casos de sospecha de pederastia. Dichas sospechas se remiten al período en que Mixa ejerció como obispo en Eichstätt, entre 1996 y 2005, y la presunta víctima es un muchacho.

Las investigaciones se encuentran en su fase previa, informa ese medio, no es un caso de abuso grave, pero están suficientemente fundamentadas como para la apertura de diligencias.