Tabaré Cardozo dirigiendo a la murga Agarrate Catalina, el pasado 18 de abril en el Teatro Municipal.

“Mujica es el Mandela uruguayo”

Falta poco menos de una hora para las 20.30, en que comenzará la presentación de la murga uruguaya Agarrate Catalina en el Teatro Municipal de Santa Fe. Sobre el escenario, la murga sentada sobre el tablado, ya maquillada pero sin vestuario, prueba el sonido. Su director escénico, encargado de los arreglos corales, y colaborador en los libretos, Tabaré Cardozo (38), silencia la armónica que sonaba desde su boca, mira hacia el costado y levanta el pulgar hacia arriba para saludar nuestro arribo.

Después de ensayar unos minutos más “Babilonia”, la canción final de “Civilización”, y que estará versionado en su próximo disco solista, Tabaré se acerca, ofrece un abrazo y se dispone a conversar, mientras prueba sonido la murga santafesina Los Príncipes de Momo con la sala vacía y, de fondo, el murmullo del público que espera en la puerta.

¡Hay que civilizarlo!

En el cuplé “Civilicemos al Pepe”, del espectáculo de este año, “la Catalina” aborda la figura del presidente uruguayo José Mujica. “Hay una discusión entre los mismos votantes del “Pepe” sobre su estética, la falta de protocolo... Entonces nos reímos un poco de eso y lo que queremos decir en el cuplé es: ojo con civilizarlo tanto -explica Tabaré-. Si querían civilizarlo tanto hubiesen votado al ‘Cuqui’”, dice, en relación al ex presidente de su país y contrincante de Mujica en las últimas elecciones, Luis Alberto Lacalle.

- ¿Cómo lo tomó Mujica cuando fue a verlos al carnaval?

- Se cagó de la risa. Le decimos de todo: que es un linyera, por ejemplo..., pero hay que ver el cuplé para entenderlo. Sin embargo, él sabe que está dicho desde el cariño.

- ¿Cómo están mirando los uruguayos este cambio, no tanto en el modelo de gobierno, pero sí en ese estilo del “Pepe”?

- El uruguayo lo ve muy bien. “El Pepe” no es un ser político, es como una mezcla, porque es como un filósofo, pero a su vez es un tipo que habla muy campechanamente. Es el tipo que dice ideas muy elevadas en forma muy sencilla.

- ¿Sería un buen letrista de murga?

- Perfectamente. Bueno, hay un letrista de murga que es el ministro de Economía, Álvaro García. Es el letrista histórico de la “Contrafarsa” (‘87-’06). Yo escribí con él, me encargaba de los cuplé y él de la presentación y la retirada. Eso fue durante dos años.

- Y en los ratos libres él hacía las cuentas...

- Sí, sí. Él ya era contador. Por entonces yo tenía 26 años y él tendría unos 36.

Y el “Pepe” nunca escribió pa’ murga pero perfectamente hubiese podido. Aparte, yo creo que el “Pepe” es como el Mandela uruguayo, por toda su historia, los años que estuvo preso..., y a su vez es como un filósofo, un revolucionario, un “Che” Guevara, no sé, es muy rara su historia. Más allá de que podés estar de acuerdo o no ideológicamente, nadie puede discutir lo que es él como figura.

Pagano, misterioso y futbolero

Agarrate Catalina llegó a Santa Fe en el último toque de la gran gira que realizó tras el carnaval de Montevideo. El día anterior sábado 17 de abril- había tocado en el anfiteatro Municipal de Rosario. Y ahora se disponían a realizar minigiras durante los fines de semana. En paralelo, Tabaré Cardozo se presenta con su banda solista cada vez que puede.

- ¿Cuando llegue el Mundial se van a seguir presentando?

- Espero que no estemos tocando. La semana antes vamos a estar en Cuba: La Habana, Varadero, Santa Cara y otros lugares. Esa gira la hicimos el año pasado. Estuvo buenísima. Después, en el Mundial espero que no estemos tocando porque es un bajón. Imaginate, querés ver los partidos y no podés. Yo creo que no vamos a hacer nada, a menos que nos vayamos a Sudáfrica con la selección (risas).

- ¿Sufrís por “la Celeste”?

- Sí, soy muy hincha de Uruguay. De hecho, soy hincha de Nacional, pero no lo soy tanto como de la camiseta de Uruguay. No tengo ese fanatismo por Nacional. Por ejemplo, hoy (domingo 18 de abril) fue el clásico con Peñarol. Terminó 0 a 0 y ni lo escuché, porque no se podía ver y todos estos enfermos (señala al resto de la murga) estaban prendidos escuchándolo. Separación de hinchadas, por supuesto: la mitad de la murga es de Peñarol, la otra mitad de Nacional, y yo no. No voy contra Peñarol. O sea, me encanta el fútbol y me encanta Uruguay. Yo soy muy hincha de la selección. Hay muy poca gente que es hincha de la Selección en Uruguay. Es más, de chico era hincha de Huracán Buceo. Después, cuando mi viejo salió de la cana, porque estuvo preso en la época de la dictadura, como era hincha de Nacional yo quería hacer todo lo mismo que él y lo acompañaba al estadio. Así me hice hincha de Nacional. Huracán Buceo después se desafilió un tiempo y ahora está en la C...y ya no lo seguí más.

El clásico del Río de la Plata

- ¿Dabas por hecho que iban a repechaje en aquel partido ante Argentina en Montevideo?

- Pensé que era lamentable tener que haber llegado a esa instancia, porque de los partidos perdibles en casa hay dos: Brasil y Argentina. Últimamente Paraguay había estado muy fuerte y Chile en estas últimas eliminatorias fue “chivo” también. Esos eran dos partidos perdibles y dos empatables, después el resto tenés que ganar todo.

- Tras semejante análisis futbolero, ¿en qué sector de la cancha te movés?

- Soy un desastre. Las veces que he jugado al fútbol, jugué de puntero derecho, atrevido. Pero ahora que estoy más viejo no puedo correrá no tengo lugar en la cancha (risas).

- La canción “El tipo de la radio” ¿nace por tu amor a “la celeste”?

- Nace por haber escuchado mucho por la radio los partidos, a Víctor Hugo Morales (que usa hoy el tema de cortina radial). La primera vez que fui al estadio fue a ver a Nacional, con mi viejo, ¿ta? Y había esa sensación rara de que me faltaba algo, porque de tanto escucharlo por la radio yo pensaba que en el estadio relataban y había parlantes. Sí, había parlantes pero pasaban publicidad y música. Entonces empezó el partido y había un silencio bárbaro, ¿ta?; sí, las hinchadas cantando, pero no había un relator. Entonces dije: ¡pa’, qué desilusión! De ahí en adelante no fui de esos que van mucho a la cancha sino más bien lo escuchaba por la radio.

Me parece que como cantor uno está acostumbrado a relatarle historias a la gente. Y me gusta que me cuenten esas historias también. Me gusta verlas, pero cuando iba al estadio me llevaba la radio, me ponía el auricular y escuchaba el relato.

La murga cuenta historias

- ¿Cómo nació esa vocación de contar historias a través de la murga?

- De chico fui murguista, con Los Draculatekas. Tenía 6 años cuando empezamos a jugar a la murga, y la primera vez que Los Draculatekas se subió a un escenario a cantar yo tenía 9. A partir de ahí hasta los 14 estuve en esa murga que después cambió de nombre varias veces.

Una cosa que me marcó mucho fue la actuación de la Falta (y Resto) en el ‘84. Fue muy importante, impresionante. Aparte, nosotros compartimos escenario con aquella murga. A Los Draculatekas nos bajaron más de una vez de una patada porque venían la Falta u otras murgas -cuenta y se sonríe-. Ver a esos tipos gigantes, con esas cañas tacuara y esos trajes rojo y negro que tenían, era muy fuerte. Aparte, eran todos altos esos tipos. Yo siempre fui petiso y de niño peor todavía. Yo que sé...: Walter Venencio, “Carlucho”, el “Flaco” Castro, el “Coqui”, gente altísima, ¿viste? Me marcó mucho esa murga ese año, con la canción del éxodo de “1811” (nombre del espectáculo).

Y otra cosa que me marcó mucho fue escuchar en el tablado del Mega, en el Jardín de las Comparsas, “Brindis por Pierrot” por el “Canario” Luna, y verlo cantando. Ahí creo que me dí cuenta de que eso era lo que más me gustaba.

- Y te diste el gusto de grabar con el “Canario”.

- ¡Imaginate! Eso fue mucho después, casi 20 años después. Incluso yo al “Canario” ya lo conocía desde cuando entré a la “Falta”, la primera murga grande que integré. Ahí conocí al “Canario”, que ya no salía, pero iba a visitarnos. Y después salí con el “Canario” en “La Clarinada”, en el año 2001 cantamos juntos en la murga. Eso fue un aprendizaje, porque ahí pude salir también con Walter Venencio, con Aníbal Pazos, y otros.

Tabaré solista

- Con tu banda estás por grabar un disco nuevo, ¿tiene nombre?

- Tengo prontas todas las canciones. Tiene un nombre posible, pero voy a ver. Hay una de las canciones que se llama “Mitología”, que habla de toda la mitología murguera que nosotros tenemos, o sea, de todos esos grandes cantantes y murguistas de los que no sabemos cómo era la cara, ni dónde vivían, ni qué hacían, pero nosotros conocemos sus historias porque murguistas viejos salieron con ellos. “Pepino”, “Pianito”, “Pastrana”, del que conocemos algo más porque murió hace relativamente poco, Bermejo... una cantidad de murguistas viejos que ya son parte de la mitología, son como los dioses murgueros. Esta canción los nombra a todos y bueh..., parece que el disco será “Mitología murguera”, o “Mitología”, no sé. Aunque también hay otros nombres en danza.

- A la hora de componer, ¿te surge la duda en algún momento si el tema es para tu banda o para “la Catalina”?

- Sí, pasa eso permanentemente. Lo que sucede es que para la “Catalina” una canción no entra. En la murga tenés cuplés, que son cuadros cómicos, o tenés presentación y retirada. A lo sumo pasa que a veces se usa la canción final, como “Babilonia”, que es una cancioncita que dura dos o tres minutos y que habla de un tema. Y yo lo que generalmente hago es, cuando compongo una canción final para una murga, después la utilizo para mi banda. Por ejemplo, “Justo en el umbral” la hice para Curtidores de Hongos, de 2004, como canción final y después la grabé para mi disco.

La canción de “Hombres del mundo”, del año 2006 de la Catalina la voy a grabar para el disco nuevo; siempre con una nueva versión. Ahora están “Babilonia” y “La niebla”, que escribió Yamandú, que son canciones que después las incluimos, tanto el “Zurdo” (Freddy Bessio) en su disco como yo en el mío.

+datos Récord de tablados

Este año, la murga Agarrate Catalina batió su récord de presentaciones. En el 2006, el año de las cucarachas (“El fin del mundo”) hicieron 131 funciones en un mes.

“Siempre la Catalina es la que más tablados hace -apunta Tabaré-. Pero, además, este año superamos nuestro récord, con 142 tablados”.

Tabaré toco en Santa Fe junto a su banda, el 18 de abril de 2009. Exactamente un año después se presentó con “la Catalina”.

“El Taba”

Tabaré Cardozo tiene 38 años (nació el 24 de julio de 1971), es director escénico, encargado de los arreglos corales, y colaborador en los libretos de la murga Agarrate Catalina. Es murguero desde los 6 años, cuando creó Los Draculatekas, con sus amigos botijas del barrio El Buceo, en Montevideo, Uruguay. Su debut fue con Falta y Resto, después estuvo en Eterna Madrugada, La Clarinada, Contrafarsa y Curtidores de Hongos. Ganó varios premios.

Solista

En el 2002 se lanza su primer disco “Poética Murguera”. En el año 2005, aparece su segundo trabajo discográfico “Pobres Poderosos”.

En el 2007 presenta su nuevo DVD, compuesto de biografía, fotos, video clips, y más. Su más reciente producción discográfica, “El murguero oriental” , fue lanzada a la venta en el año 2008 y resultó un éxito. Participaron emblemas del carnaval uruguayo, como el Canario Luna (ver articulo central) y Freddy “Zurdo” Bessio, entre otros.

Ahora está grabando su nuevo disco (ver “Tabaré solista”).

La familia

Hoy vive junto a uno de sus hermanos, Martín, en el barrio El Prado. Se ve a diario con su otro hermano, Yamandú, que integra la Catalina. Son hijos de Héber Cardozo, licenciado en Teología, y de Blanca Cornero, maestra.

perfil

Tabaré Cardozo tiene 38 años y comenzó a cantar a los 6 en la murguita Draculatekas, del barrio montevideano de El Buceo.