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El resurgimiento de la tos convulsa

Esta enfermedad, caracterizada por fuertes accesos de tos, se multiplica en América Latina. Para su control es clave una estrategia de vacunación “de capullo”, que incluya a los adolescentes y adultos.

TEXTOS. DR. HUGO PAGANINI (*). FOTO. EL LITORAL

Cada año mueren 250.000 personas por tos convulsa en el mundo. Desde el año 2003 es evidente el resurgimiento de esta enfermedad caracterizada por fuertes accesos de tos. Para su control, es clave que la estrategia de vacunación “de capullo” incluya a los adolescentes y adultos para, de esa manera, disminuir la transmisión a los niños, que constituyen la población más afectada.

Desde el año 2009 se incorporó al calendario nacional de vacunación un nuevo refuerzo de la vacuna Tdap (vacuna contra difteria, tétanos y pertussis/tos convulsa) para los niños de 11 años de edad, a fin de protegerlos contra estas enfermedades.

La tos convulsa -también conocida como tos ferina o coqueluche- es una enfermedad respiratoria causada por la bacteria Bordetella pertussis, que si bien se presenta con una mayor incidencia durante los meses más fríos del año, puede extenderse durante todo el ciclo anual. Esta enfermedad se caracteriza por fuertes accesos de tos, que se repiten varias veces al día y pueden tener una duración de hasta 30 minutos.

La Bordetella pertussis es un patógeno de distribución universal y el ser humano es su único reservorio. Esta enfermedad, altamente contagiosa, se transmite por secreciones respiratorias, con una tasa de ataque secundaria que puede alcanzar el 90% en convivientes susceptibles.

Globalmente ocurren 18 millones de casos de pertussis cada año y un 70% de ellos se presentan en niños menores de 12 meses, ya que no están completamente inmunizados. Además, se registran 250.000 muertes al año, fundamentalmente en niños pequeños, por lo que deben ser vacunados a partir de los 2 meses de edad.

Ciclos

La introducción de la vacuna acelular contra pertussis (que contiene componentes antigénicos modificados para que cause menos efectos adversos y sea más segura) produjo un marcado descenso en el número de casos notificados. Sin embargo, en el año 2003 se observó una reemergencia de la enfermedad con 639 casos, alcanzando los 2060 para el 2005.

En esos años, la mayor tasa se observó en preescolares (2-4 años), adolescentes y adultos jóvenes (15-49 años). En los últimos años hubo un aumento de casi el triple de casos reportados a la Organización Mundial de la Salud (OMS), trepando de 4 mil a 11 mil en América Latina.

La introducción de la vacuna acelular contra pertussis ha permitido el descenso en la incidencia global de la enfermedad y las grandes epidemias han sido superadas. Sin embargo, los niveles de cobertura no son lo suficientemente altas, por lo que el número de susceptibles se incrementa y se favorece la aparición de brotes.

Vacunación

Entre las causas de reemergencia de la tos convulsa se encuentran la cobertura de vacunación subóptima y el hecho de que la inmunidad disminuye entre los 5 y 8 años posteriores al último refuerzo de la vacunación. Dado que el último refuerzo antigénico es entre los 5 y 6 años de edad, queda una población de niños susceptibles, que constituye un reservorio de la enfermedad y es fuente de transmisión para los no vacunados. Por ello, desde mediados del año 2009 se incorporó al Calendario Nacional de Vacunación un refuerzo de la vacuna Tdap para los niños de 11 años.

Para lograr el control de la enfermedad la estrategia de vacunación a implementar debe proteger a los lactantes, quienes tienen las mayores tasas de mortalidad a causa de tos convulsa. La primera estrategia es mantener altas coberturas de vacunación (mayores del 95%) en lactantes y niños; e implementar una “estrategia capullo”, vacunando al entorno de los recién nacidos y los niños pequeños, además de los familiares.

(*) Jefe de Infectología del Garrahan.