Hidratación en la medida justa

Descansar y beber agua o alguna bebida especialmente formulada para deportistas ayuda a recobrar el aliento, y reponer fuerzas y minerales. Pero, cuando la ingesta de líquido es excesiva puede producirse una severa pérdida de sodio.

FUENTE. PRO-SALUD NEWS. FOTO. EL LITORAL.

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Hacer deporte no es cosa sencilla, pues requiere muchas consideraciones. En primer lugar se encuentra la necesidad de elegir una actividad que resulte placentera, para la cual se tenga facilidad y, fundamentalmente, que esté avalada por un médico.

El segundo punto consiste en armarse una rutina diaria o al menos frecuente que pueda realizarse fácilmente. Por último, aunque no menos importante, es vital considerar algunos factores vitales como el horario en el que se realiza una determina actividad, la extensión de ésta, la ropa que se utilizará a tal fin y la bebida que se utilizará para hidratarse.

Justamente sobre este punto profundiza un reciente informe realizado por especialistas de Estados Unidos en el cual se menciona que “a la hora de hacer deporte es importante hidratarse, aunque más fundamental aún es hacerlo en la medida justa”.

¿Por qué? para evitar el desorden o desequilibrio entre el sodio y los fluidos que están en el organismo, situación denominada “hiponatremia” o “intoxicación de agua”, un estado en el cual el exceso de líquido (y por ende de transpiración) contribuye a la pérdida -por parte de los organismo- del nivel de sodio o sal que requiere para su correcto funcionamiento.

AMATEUR O PROFESIONAL

“Hay dos situaciones: una es la de la persona “común’ que realiza una actividad física por el hecho de mantener un correcto estado de salud, para sentirse mejor, para bajar de peso o mantenerse; y otra es la de aquellos que viven del deporte, son atletas y por ende tienen una preparación y una exigencia mucho mayor”, describió la doctora Mónica Katz, médica especialista en Nutrición y directora del Posgrado en Nutrición de la Universidad Favaloro.

“En el primer caso -continuó explicando- si la función renal es normal y correcta (y consecuentemente también lo es el mecanismo que regula la transpiración), no debería existir riesgo de sufrir una descompensación o un daño mayor”.

“En el caso de los deportistas, la posibilidad existe porque, como hay una necesidad de mantener la resistencia durante lo que dura un partido, una carrera o una maratón, es posible que se produzca un cuadro de intoxicación hídrica, sobre todo si hay diferencias entre la forma en la que se hidrataron al practicar y la manera en la que lo hicieron al desarrollar propiamente la actividad”, postuló la doctora Katz y concluyó: “Hay que manejar el temor a deshidratarse porque eso es lo que nos puede llevar a caer en excesos que finalmente resultan perjudiciales”.

Por su parte, el doctor Norberto Debbag, médico Cardiólogo Deportólogo recomendó “hidratarse con pequeños sorbos tanto durante el precalentamiento o elongación anterior a la actividad, como también durante la práctica de ejercicio físico”. En este último caso, es fundamental intercalar series con momentos de descanso.

No sólo por la sed

- Beba de 1,5 a 2 litros diarios de agua, y si es verano y practica ejercicio, ingiera un aporte extra de líquido sin esperar a que la sed le avise.

- Las dietas ricas en grasas y proteínas requieren más líquido para eliminar sus restos metabólicos, ya que estos alimentos contienen menos agua que otros productos.

- El calor, la humedad y el ejercicio físico aumentan notablemente los requerimientos de agua de nuestro organismo.

- Quienes padecen cálculos de riñón, arenillas o infecciones urinarias deben beber más líquido.

- Café, alcohol, te y otras bebidas similares son diuréticos e incrementan la eliminación de líquido por la orina. Cuidado con ellos.

- Infecciones, fiebre, vómitos y diarrea ocasionan una rápida pérdida de líquidos, a la que los ancianos y niños son más sensibles, que hay que reponer de inmediato. Un preparado de farmacia o un suero casero (agua con una pizca de bicarbonato y unas gotas de limón y azúcar) ayudarán a restituirlo.

- El envejecimiento va asociado a la desecación, a la pérdida de agua, que afecta a todos los tejidos del organismo, pero especialmente a la piel.