No brilla, pero...

Daniel Monticelli [email protected]

A propósito de la primera victoria de Mark Webber en el campeonato 2010 de Fórmula Uno (la tercera en su largo historial), la verdad es que al australiano (nacido en un lugar de Nueva Gales del Sur, llamado Queanbeyane, el 27 de agosto del 76), siempre le costó mucho llegar donde llegó. Pasó, desde pequeño, por los Karting, la Fórmula Ford en sus distintas expresiones, la Fórmula 3 Británica, fue piloto de Mercedes en el FIA GT, después Fórmula 3000, hasta que en 2002 y a través de una gestión de Eddie Jordan que le presentó a Paul Stoddart, pudo finalmente debutar en F-1, en el modesto equipo Minardi. Su futuro siguió en Jaguar, vino la etapa en Williams, para llegar a este presente en Red Bull.

A este amante de la música de U2 entre otras bandas, su estatura le trajo siempre algún que otro problema (mide 1,84 metros). Se sabe que los diseñadores, proyectistas, aerodinamistas, les resulta mucho más cómodo y sobre todo efectivo, fabricar autos para pilotos “tipo jockey” (para ejemplo hay un eximio piloto que se llama Justin Wilson, quien tuvo un fugaz protagonismo en la F-1, precisamente por ser muy alto: mide 1,90).

De todas formas, Webber siempre se las rebuscó. El accidente que tuvo a finales de 2008 en la carrera solidaria que organiza para distintos fines benéficos y donde se rompió una pierna, minaron su capacidad física para la temporada 2009. De todas formas, este piloto de 33 años continuó hacia adelante.

Desde aquel lejano GP en Australia de 2002 a la fecha, este aficionado al kayak, mountain-bike, tenis y trekking y simpatizante de los Wallabies (el equipo australiano de rugby), entre otros, ha corrido 145 competencias y su performance no ha sido la mejor: un triunfo cada 48,3 % de las carreras disputadas, con 3 poles y 12 podios. Ahora, con el RB6 de Red Bull, pergeñado por Adrián Newey y dirigido por Christian Horner, está cuarto en el campeonato con 53 puntos, a 17 del líder Button, a 14 de Alonso y a sólo 7 de su coequiper, Sebastien Vettel. Falta mucho aún —14 fechas por disputar—, pero sin brillar como su joven compañero, Webber “está ahí”, que no es poco.

No brilla, pero...