LA CASA DE JUAN DIEGO

“Lo que hacemos no alcanza”

La entidad dedicada a trabajar con chicos en situación de calle realiza una campaña de socios y busca “ayudas extraordinarias” para “estabilizar su funcionamiento y, algún día, poder ampliarlo”.

De la redacción de El Litoral

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“Queremos darle a los chicos en situación de calle una solución integral: cultura del trabajo y sentido de pertenencia a la sociedad; las dos cosas que no tienen porque nunca tuvieron la oportunidad”. Ceño fruncido y voz clara, ésa fue la explicación que brindó el diácono Raúl Caselli a las necesidades que atraviesa la Asociación Civil que preside, La Casa de Juan Diego, que hoy presta servicio a unos 82 menores y sus familias.

La entidad, que funciona en calle Junín 2141, en estos días recibió de la Secretaría de Desarrollo para la Ciudadanía de la provincia los aportes atrasados -dos meses, 10 mil pesos- pero insiste en que, si bien alivia la situación de emergencia de la casa, “no alcanza para cubrir su funcionamiento. No queremos crear un conflicto ni hacer un reclamo, sino plantear la situación para que, entre todos, podamos mejorarla”.

Desde hace doce años, La Casa de Juan Diego funciona como alternativa a la situación de calle que viven los chicos que asisten en forma voluntaria porque se fueron de sus casas. Se trata de “chicos que no tienen familia o por algún problema se alejaron de ella, chicos que viven en la calle, que duermen en la calle y en quienes la adicción es casi una necesidad”. De allí que “buscamos darles una contención integral”.

Para quien la preside, La Casa de Juan Diego “puede ser la excusa para que la ciudad de Santa Fe tome conciencia del problema de la niñez en riesgo, en situación de calle, a la que debemos dar una solución integral. En este momento funciona por mérito exclusivo de su personal, porque incluso tenemos problemas para pagarle en forma y tiempo. De allí que hoy realizamos una campaña de socios y estamos en busca de donaciones excepcionales, personas que hoy puedan y quieran brindar en forma excepcional una ayuda a la casa para estabilizar su funcionamiento y, algún día, poder ampliarlo”.

Parches

La casa abre sus puertas de lunes a viernes, de 8.30 a 12.30. Gustavo Vogel, director de la casa, explicó que “nuestro primer trabajo es establecer un vínculo con los chicos, conocerlos y que nos conozcan; empezar a confiar ambos, el uno en el otro, y a construir algo distinto”.

Gustavo contó que al abrir las puertas de la casa “los chicos llegan, desayunan y, de acuerdo al proceso de cada uno, realizan diferentes actividades”. Hay quienes están en etapa de formación y cursan sus estudios primarios, hasta séptimo grado, “con certificado y libreta como en cualquier escuela, en el aula radial que depende de la Escuela 2505 y trabaja en forma integrada con la casa. Otros asisten a talleres de oficio. Pero al mediodía los chicos vuelven a la calle, donde también pasan la noche, y al otro día se debe retomar el trabajo con un retroceso”.

“Lo que hacemos no alcanza -sostuvo Gustavo-. Si bien hoy estamos en un proceso de trabajo hoy los chicos necesitan que podamos hacer más, que les podamos ofrecer algo más para no seguir en la misma. No alcanza con darles de comer y enseñarles a bañarse, ni aún con ayudarlos a terminar la escuela. Hoy ese escalón está logrado, el desafío es ayudarlos a acceder otro tipo de capacitación, que puedan tener una casa, un lugar adónde volver para no pasar la noche en la calle, porque si no, por más que les hayamos enseñado, no se puede”.

A estas palabras, Raúl agregó con pesar que “hasta hace 15 días, en forma esporádica teníamos que cerrar los lunes o los viernes porque no teníamos ni para darles de comer. Estamos en vías de solucionarlo pero si nuestra casa no logra ni siquiera brindarles una solución cinco días, durante cuatro horas, y no todos los días del año, es casi imposible lograr un cambio significativo. Para esto necesitamos avanzar en una propuesta más completa, si no sólo ponemos parches”.

Contacto

Tels: 154 779054 / 154 342056 / 4557153 (lunes a jueves de 8.30 a 12.30)

Pedido de ayuda

La Casa de Juan Diego realiza por estos días una campaña de socios y al mismo tiempo, y con especial interés, “una campaña de ayuda extraordinaria destinada a profesionales, empresarios, colegios o sindicatos que puedan realizar un aporte voluntario, excepcional, sin necesidad de un compromiso mensual”, explicó Raúl Caselli, presidente de la Asociación Civil. “Es una especie de desafío -agregó-. Si nos llaman vamos, no sólo para hacerlos socios sino también para conversar con ellos, mostrarles nuestras actas, contarles el trabajo que hacemos e incluso escuchar sus sugerencias. “Ojalá nos llamen muchos, porque estos aportes extraordinarios nos van permitir dar el primer paso firme para encarar un nuevo proyecto”.