No hay dudas: limpieza después de este final

La “Brujita” vino y no jugó;

pero Colón le pidió la escoba

Sin copas a la vista, hay que depurar un plantel con más de 30 profesionales. El desafío de Mohamed es refundar el equipo y volver a tener un Colón confiable.

La “Brujita” vino y no jugó; pero Colón le pidió la escoba

Imparable Boselli

El goleador de Estudiantes y del campeonato argentino, Mauro Boselli, se despachó con una tripleta letal en el Cementerio de los Elefantes. Hizo un gol de cada color, fue imparable para los defensores sabaleros y se llevó la gran ovación, no sólo de los hinchas de Estudiantes sino también de los plateístas de la oficial de Colón que lo aplaudieron con grandeza.

Foto: DyN

 

 

Darío Pignata

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“Si ve una Bruja montada en una escoba, ése es Verón, ése es Verón que está de moda...”. El cantito era hit tribunero a fines de la década del “60, cuando Estudiantes de La Plata se consagró tricampeón de la Copa Libertadores de la mano de Osvaldo Zubeldía y con Juan Ramón Verón como figura sobresaliente. Hoy, su hijo, Juan Sebastián, es la reencarnación de esa mística “pincharrata”. La “Brujita” vino a Santa Fe, no pudo jugar por haber visto la roja ante Central, pero se sacó fotos, firmó autógrafos e intentó levantar en el vestuario a un plantel que podrá curar la herida de no ser campeón argentino, sólo si llega a jugar nuevamente la final de la Libertadores.

Estudiantes hizo más de lo que tenía que hacer y no le alcanzó. Colón hizo menos que antes y más de lo mismo. Perder, siempre se puede perder, porque es parte del juego. Lo que no se admite es la forma: cinco goles con Newell’s, tres en Mendoza, cuatro con Estudiantes. Ni siquiera le pudo ganar a los tucumanos descendidos. Se quedó afuera de todo. Y el salto de calidad que soñó la dirigencia con Lerche a la cabeza para el primer semestre del 2010 fue un porrazo al vacío. Menos mal que ahora hay tres meses de nada gracias al Mundial, para que no queden heridas. Aunque la realidad indica que varios pagarán el costo de este final inexplicable de la forma más vieja que tiene el fútbol: los que no son del club y no rindieron, armando las valijas; los del club con ciclo cumplido, cambiando de aire, porque se les buscará club. Es por eso que, imaginariamente, Colón le pidió prestada a la “Brujita” la escoba para hacer la limpieza que se necesita. Mucho más de cara a un segundo semestre final donde sólo se jugará la competencia interna.

La parte del técnico

En dos años, el “Turco” Mohamed aportó cuestiones positivas más que claras al fútbol de Colón: 1) Lo sacó del horno, zafó del descenso, gambeteó la Promoción y consolidó el promedio; 2) Impulsó, con aciertos y errores, la inserción de futbolistas de las canteras en el plantel profesional; 3) Logró un interesante protagonismo en los dos torneos cortos anteriores.

La decisión familiar de venirse a vivir a Santa Fe con su esposa e hijos habla de un compromiso del entrenador con el club. El mismo compromiso de la dirigencia que le ofreció la prolongación del contrato en medio de la tormenta, haciendo flamear la bandera de la convicción por encima de los resultados.

Hasta acá, como pasa con cualquier entrenador, el “Turco” había acertado y pifiado con los refuerzos. Ningún técnico en el mundo pide tal cantidad de jugadores y acierta al ciento por ciento. Pero de cara a este último tiempo, a la luz de los Caire, Ríos, Mosquera, Pellerano y Coudet, es evidente que el técnico falló mucho más de lo que acertó. Entonces, el equipo se quedó sin recambio en puestos clave: no hubo reemplazo ahora para Alexis Ferrero como antes no hubo para Prediguer y no hubo gol en este semestre si no la embocaba Fuertes.

Entre buenas y malas, el balance total le da positivo alto al “Turco”. Por eso el cariño de la gente, la confianza de los dirigentes y el respeto de los jugadores. Deberá repasar esta experiencia negativa para no cometer el mismo error: no hace falta traer diez para “rellenar”; es mejor traer tres y comprar calidad.

La parte de la dirigencia

Cuando Colón anda mal en esta ciudad, se escucha cualquier cosa. La peor estupidez que me llegó a los oídos es el siguiente comentario: “¡Basta de hacer obras, del predio, la pensión, el estadio, el hotel. Lo que queremos es salir campeones!”. Una cosa, en lo más mínimo, invalida la otra. Todo lo contrario. Pero, además, el comentario suena como si Colón gastara toda la plata en ladrillos y nada en fútbol. La gente debe saber que Colón no tiene, en lo más mínimo, un plantel gasolero. Todo lo contrario. Es por ello que dolió mucho no acertar en los refuerzos y se pagó caro.

Este comentario está instalado y fue el mismo Lerche el que salió al cruce en la semana con su frase en la exclusiva a El Litoral: “El hincha quiere ser campeón, igual que yo”. Menos mal que a esta altura, con varios años en el lomo, Lerche está “curtido” y conoce las reglas del juego: cuando Colón gana y el equipo funciona, se escucha: “Che, qué bien que habla Germán”; cuando Colón pierde y es goleado, “Tendría que hablar menos el presidente”.

Pases de jugadores que se compraron, contratos a largo plazo (Pozo, Garcé, por citar a los convocados), plantel al día, escala de premios firmada desde el vamos, hoteles confortables, viajes con el mínimo desgaste (en los últimos tiempos Colón se subió más a los aviones que a los micros) y relación de puertas abiertas con los jugadores. ¿Qué más le queda por hacer al dirigente? Patricio Fleming y Horacio Darrás, dos ex dirigentes del antiguo “riñón Vignatti”, hoy distanciados del ex presidente y de buen diálogo con la actual gestión de Lerche, coinciden en las charlas futboleras que “al 90 por ciento de los jugadores lo traen los técnicos”.

La otra receta es la figura del manager: Bianchi en Boca, Menotti en Independiente, Bassedas en Vélez y hasta el caso de Pumpido en Unión marca que se busca para la función a alguien con “espaldas anchas” en cada club. Es un secreto a voces que Lerche tiene preparado ese plan para cuando Fuertes deje el fútbol en diciembre.

La parte de los jugadores

Colón encaró el semestre pensando en la Libertadores. Cuando quedó afuera, pensó en pelear el torneo. Cuando quedó lejos de la punta, apuntó a la Sudamericana. Se quedó afuera de todo y no consiguió nada de lo que se había trazado.

Si algo había logrado Mohamed junto a este grupo de jugadores era generar la idea de “equipo confiable”. Uno tenía la imagen que Colón podía ganar y perder con cualquiera, como todo equipo. Pero ganarle a Colón no era fácil. Golearlo y pintarle la cara, casi misión imposible. Hoy Colón rifó ese crédito que le llevó dos años conseguir en apenas un puñado de partidos. Se comió 12 goles en cuatro cotejos y se arrastró en la cancha contra un equipo descendido como Atlético Tucumán. Terminó decimocuarto, en la peor campaña de Mohamed en Colón, siendo incluso una de las más flojas desde que volvió a Primera.

Por cantidad —se juega un solo torneo— y por calidad —fracasos evidentes—, la limpieza que se viene en Colón es inminente. El actual desafío de Mohamed es tan importante como cuando lo hizo zafar del descenso y la Promoción. Tiene que refundar el equipo. Todos (hinchas, socios, dirigentes) confían en el “Turco”. El slogan de “lo mejor está por venir” quedó en suspenso en el rubro fútbol. El Estudiantes de Verón profundizó las heridas con la goleada de ayer. La “Brujita” vino y no jugó, pero Colón le “mangueó” la escoba. La limpieza está por venir.

/// SÍNTESIS

COLÓN 1

ESTUDIANTES 4

Colón: Diego Pozo; Ariel Garcé, Salustiano Candia, Marcelo Goux, Germán Rivarola; Iván Moreno y Fabianesi, Alejandro Capurro, Ricardo Gómez; Facundo Bertoglio; Esteban Fuertes y Federico Nieto.

Director técnico: Antonio Mohamed.

Estudiantes: Agustín Orión; Federico Fernández, Leandro Desábato, Christian Cellay; Marcos Angeleri, Enzo Pérez, Matías Sánchez, Leandro Benítez, Clemente Rodríguez; Leandro González y Mauro Boselli.

Director técnico: Alejandro Sabella.

Goles en el primer tiempo: 10 min. y 21 min. Boselli (E).

Goles en el segundo tiempo: 4 min. Boselli (E); 9 min. Pérez (E); 30 min. Curuchet (C). Cambios: en el segundo tiempo, al inicio Juan Manuel Lucero por Gómez (C); 6 min. Ismael Quilez por Goux (C); 13 min. Darío Stefanatto por Pérez (E) y Facundo Curuchet por Nieto (C); 18 min. Jerónimo Morales Neumann por Boselli (E); 38 min. José Sosa por González (E).

Árbitro: Héctor Baldassi.

Cancha: Colón.

La “Brujita” vino y no jugó; pero Colón le pidió la escoba

Se cumplió un ciclo

Algunos jugadores de Colón dejaron en claro que su fútbol tiene fecha de vencimiento. De los históricos, sólo se salva el “Bichi” Fuertes, que volvió a ser el goleador del equipo con 6 gritos. La renovación deber ser tan importante como inteligente. Lo que sobra, gracias al Mundial, es tiempo. La gente, que banca a Mohamed, se cansó de algunos jugadores.

Foto: Pablo Aguirre

La “Brujita” vino y no jugó; pero Colón le pidió la escoba

Los “Facundo” de Colón

Se abrazan los chicos de las inferiores que se hacen camino al andar en la Primera de Colón. Facundo Bertoglio le da la bienvenida a Facundo Curuchet, un chico que llegó de Gualeguaychú y se caracterizó por la velocidad en las divisiones inferiores. Lo mejor en medio del temporal: debutó, marcó el único gol y fue de lo mejor junto a Moreno.

Foto: Pablo Aguirre

Colón no se lo merece

Los ojos del país estuvieron puestos, como dijo Lerche, en la cancha de Colón. Pantalla partida en TV, ida y vuelta en radio. Todos los medios nacionales de prensa escrita en el Cementerio de los Elefantes. Colón, con el excelente trabajo de Pedro Eusebio, aprovechó la ocasión para mostrar —en material de prensa y en la pantalla gigante— el club del futuro: nuevo estadio para la Copa América, hotel modelo en el predio y constante crecimiento.

En medio de tanta prolijidad institucional, el desacierto de la voz del estadio fue una clara incitación a la violencia. Es que cuando Argentinos Juniors marcó el gol en la cancha de Huracán, se escuchó por los altoparlantes “hay gol de Argentinos”. Hasta allí todo era calma entre las hinchadas. Entonces, empezaron los cruces. “Si se juntan con Gimnasia, son 200 años sin salir campeón”, respondieron los platenses. Luego, cascotazos y corridas.

El Litoral desconoce si se trata de un empleado del club o de una empresa que terceriza el servicio. Pero fue un manchón irresponsable. Que debió evitarse sí o sí. Hoy, los medios critican a Colón. Y Colón se “come el garrón” por un irresponsable.


BAJO LA LUPA

POZO (4): lo dejaron solo en los cuatro goles de Estudiantes, por un lado. Por el otro, no ofreció resistencia en ninguno. No pudo hacer nada y lo que más se le recrimina es no haber salido a cortar el pelotazo frontal en el segundo de Boselli.

GARCE (4): sin dudas que debe haber jugado allí por un pedido especial del cuerpo técnico de Maradona que lo tiene en vista para el Mundial como polifuncional. Le sirvió a Maradona; no le sirvió a Colón.

GOUX (3): pésimo escalonamiento en los dos primeros goles y un funcionamiento que dejó mucho que desear. Debió irse expulsado: estando amonestado, tiró un codazo descalificador.

CANDIA (3): habilitó, desconcentrado, en los dos primeros goles y tampoco quedó bien parado en los otros dos. Una de las peores imágenes del paraguayo con la camiseta de Colón.

RIVAROLA (4): muy poco aporte de “Pirulo”, otro que tuvo un campeonato para el olvido en Colón. Con problemas para marcar y nulo aporte con la pelota, más allá de algún aislado remate de media distancia.

MORENO (6): de lo más rescatable en Colón. Llegó a posiciones de gol, empujó siempre, le pegó bien de media distancia (los caños le dijeron no) y fue uno de los más claros para jugar.

CAPURRO (3): superado en la marca, impreciso con la pelota y perdiendo balones imposibles a la hora de ser salida como volante tapón. Sensación, ahora sí, de ciclo cumplido con la camiseta de Colón. Necesita un cambio de aire.

RICKY GOMEZ (3): no hay caso con el tucumano. Si bien nunca brilló en Santa Fe, está lejos de la buena impresión en los primeros partidos, donde por lo menos era combativo y sacaba algún centro.

BERTOGLIO (5): una vez más, jugó en el mayor estado de soledad futbolística. Intentó con movilidad y ganas, pero enfrente estaba uno de los mejores bloques defensivos del fútbol argentino.

FUERTES (4): lo marcaron bien los de Estudiantes y lo buscaron siempre mal los de Colón. No le quedó una sola pelota clara en 90 minutos.

NIETO (3): su actuación, bajísima. Su gesto a la platea de Colón,cuando fue reemplazado y silbado, lamentable. La gente no tiene la culpa que él no gane un mano a mano.

LUCERO (4): nada de nada. Cuando desbordaba siempre, le faltaba gol. Ahora, directamente, le faltaba desbordar.

QUILEZ (4): entró cuando el partido estaba liquidado y Colón sin capacidad de reacción. Deberá recuperar el lugar que perdió.

CURUCHET (6): debutó, fue a todas, metió un gol y casi genera otro con una corrida sobre la raya. Se nota lo que se comenta desde las inferiores: tiene precisión en velocidad y lo mostró ayer. No le pesó el mal partido de Colón.