A partir de los fondos del Prosap
Expectativa del sector cañero por la
posibilidad de tomar agua del Paraná
La toma de agua del Paraná en el departamento General Obligado para riego complementario de la zona cañera núcleo figura en primer lugar entre los once proyectos que financiará el Programa de Servicios Agrícolas Provinciales (Prosap).
Néstor Fenoglio
El senador por el departamento General Obligado, Federico Pezz, brindó precisiones sobre un proyecto que transformará el norte provincial y que es el punto de partida para otros emprendimientos similares, a partir del riego complementario con toma en el Paraná.
El gran río recorre todo el territorio provincial con escaso aprovechamiento, más allá de que están proyectados una serie de acueductos para proveer de agua potable a vastas zonas. Sin embargo, excepto por emprendimientos particulares -el arroz, por ejemplo- no es habitual que se aproveche para riego. Ahora y con fondos del Prosap aprobados en una primera etapa, el proyecto para el polo cañero del noroeste provincial cobra relevancia tanto por los beneficios directos para el sector como para otros proyectos de indudable impacto. Así lo expresa el senador oficialista.
— El impacto va a ser altamente positivo no sólo para la actividad cañera sino para toda la región, porque si bien hoy arrancamos con un proyecto destinado a regar las 10 mil hectáreas del núcleo cañero, una vez que tengamos una obra de este tipo, con una toma en el Paraná, con conducción hacia el interior del departamento, podemos pensar más adelante en más hectáreas y otras actividades.
— Pero el plan de riego tiene que compartir fondos con otros proyectos...
— Sí. El proyecto preliminar tiene un costo de treinta millones de dólares. Ahora se va a empezar a definir el proyecto ejecutivo, requisito para avanzar sobre el financiamiento. El otro día votamos un financiamiento de 36 millones de dólares y más un cincuenta por ciento, con lo que la provincia dispondría de 52 millones de dólares para el comienzo de los programas previstos en el Prosap. Son once en total, pero el cañero es el primero. Hay un segundo, también en el norte, en el departamento 9 de Julio, vinculado a la ganadería.
Se dio el paso fundamental que era contar con la herramienta para la financiación. Ahora empieza la etapa del proyecto ejecutivo, que demandará seis o siete meses; luego un período similar para definir la cuestión territorial, dominial, expropiación, servidumbre de paso, en fin, las figuras que correspondan. Todos estos datos nos hacen pensar que en el segundo semestre de 2011 vamos a empezar a construir la obra...
— ¿Y qué lugares han definido como posibles tomas de agua para el proyecto?
— Hubo de arranque treinta posibles tomas de agua, desde el histórico Puerto de El Rabón, de la Forestal hasta opciones más al sur. Hoy están reducidas a cuatro sitios. Me da la sensación de que a los técnicos y también a los lugareños nos interesa que sea en Ibirá Pitá, a la altura del Puerto de Villa Ocampo, porque es más favorable en términos económicos.
Pero además hay un proyecto del municipio de Villa Ocampo -que respaldamos- y que prevé que con esos recursos del Prosap estemos dando pasos en otras obras: si hacemos el canal a la par del viejo terraplén de Puerto Ocampo podemos pensar en invertir en obras de infraestructura, algunos puentes, por ejemplo.
El Prosap contempla también reforzar la generación de energía, que beneficia a todos. Además sería la misma línea para el acueducto tres, para consumo humano y el planteo que hicimos es que se puede utilizar una sola toma hasta el domo, por lo menos, después sí por un lado va para el riego y por el otro para potabilizar, con lo que se ahorrarían costos importantes. O sea que con este proyecto estaríamos dando paso a otras dos obras fundamentales para la región.
— Siempre se utilizaron canales para sacar excedentes de los Bajos hacia el Paraná, pero nunca para llevar agua y mejorar planteos productivos a partir del riego. ¿Se puede pensar en un proyecto más ambicioso, que se meta en los Bajos, en Vera y en 9 de Julio?
— La proximidad del Paraná con esas zonas marginales en términos de producción es el mayor motivo que nos impulsó en su momento a soñar, reclamar, pedir por obras de ese tipo, tomando agua del Paraná para el mejor rendimiento de toda la actividad agrícola.
Fundamentalmente pensábamos entonces en la caña de azúcar, un tipo de producción subtropical que necesita cinco o seis milímetros de humedad por día en la etapa de mayor crecimiento de la planta.
El hecho de que sea en el noroeste santafesino la primera experiencia en serio de un sistema de riego complementario en la provincia, también nos pone a prueba como región para afrontar un desafío de grandes dimensiones. Por supuesto coincido en que el proyecto no tiene techo, el mismo sistema que pondremos en marcha u otro similar es un punto de partida para múltiples proyectos en este sentido.
Deberíamos formar en la provincia un organismo que empiece a estudiar las distintas alternativas. Soy autor de un proyecto en ese sentido, la idea es ordenar y jerarquizar los proyectos para toda la provincia de acuerdo con su impacto e importancia apuntando al riego complementario a partir del Paraná.