Un “clásico” de los ladrones en los fines de semana largos

Dos viviendas desvalijadas

En barrio Mariano Comas (detrás de la UNL) saquearon una casa. Otro hecho similar ocurrió en Guadalupe. Ambos golpes se consumaron en ausencia de sus moradores.

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Silvina Ceballos junto a la ventana rota por donde ingresaron los malvivientes. “Este barrio no escapa a la ola de inseguridad”, dijo.

Foto: Danilo Chiapello

 

Danilo Chiapello

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Regresar de un viaje supone alegrías. Y también tristezas... El fantasma del robo es una imagen que atormenta cada vez que se piensa que hemos dejado la casa vacía.

Guillermo Gustavo Torres y Silvina Ceballos son un matrimonio que vive en Cándido Pujato 2921, en barrio Mariano Comas, esto es, detrás de la Universidad Nacional del Litoral.

Ayer a la tarde volvieron a su hogar tras pasar unos días en Buenos Aires. Pero ni bien se aproximaron a la finca sintieron la peor de las emociones.

La puerta de entrada estaba entreabierta. Había sido violentada. A partir de ese momento recorrer el largo pasillo que los conduce hasta la casa fue algo parecido a un calvario.

Los vidrios rotos de una ventana que comunica con el interior del inmueble terminaron por confirmar lo peor.

“Es desesperante ver tu propia casa patas para arriba”, dijeron hoy los esposos en diálogo con este diario. “Quien ingresó tuvo todo el tiempo del mundo para requisar el inmueble y cargar las cosas”.

Monedas antiguas

Más adelante precisaron que los rufianes se llevaron todos los electrodomésticos, gran cantidad de ropa, zapatillas, tres teléfonos celulares, un equipo de audio y un equipo completo de computación.

En su incursión, los rufianes también sustrajeron una colección de monedas antiguas, entre las que se destaca una moneda de oro española del siglo XVIII. También se llevaron una importante suma de dinero en dólares y en pesos. Por último precisaron el faltante de un costoso encendedor de origen francés.

Es de hacer notar que Silvina se gana el sustento diario como docente. Pero aparte es una muy hábil artesana, direccionada al rubro de bijouterie. En este sentido, los cacos se llevaron unos enormes paños donde se guardaban esos artículos.

Las víctimas estiman que todos estos elementos fueron cargados en tres bolsos de viaje de considerables dimensiones, que faltan también de la casa.

Los esposos se quejaron airadamente por la inseguridad que reina en el barrio. “Siempre nos estamos enterando de que a alguien le robaron. Hace muy poco agarraron a una mujer en la esquina de Cándido Pujato y 1º de Mayo y la revolcaron para sacarle la cartera. También entraron en casas de familia. Hace mucho, ya que esto dejó de ser un lugar tranquilo”, culminaron.

En Guadalupe

Por su parte, la noche del domingo los cacos también hicieron de las suyas en la zona residencial de Guadalupe.

El hecho se consumó en una finca de calle Riobamba 7037 donde reside Pablo Pizzi.

Al igual que en los casos anteriores, el hecho quedó al descubierto cuando el nombrado regresó y observó la puerta de su casa violentada.

Tras una recorrida por el interior del inmueble constató que le habían sustraído dos computadoras Notebook, además de algunas alhajas y dinero en efectivo.

Personal de la seccional 8a. trabajó en el lugar, junto a los efectivos de la sección Huellas y Rastros, aunque sin novedades hasta el momento.

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Riobamba al 7000. Los amigos de lo ajeno también hicieron de las suyas en una casa de barrio Guadalupe.

Foto: Danilo Chiapello

Automóvil

A la hora de la siesta no sólo anda la solapa en Santa Fe. También pasean unos temidos personajes que gustan de “levantar” autos ajenos. Así le ocurrió a Jaime Kessler, un vecino de 58 años, a quien le robaron un Fiat Duna Week, dominio REJ 974, cuando estaba estacionado en Cruz Roja Argentina y Monseñor Zazpe.