Acercamiento con Uruguay

Horacio Serafini

[email protected]

CMI

Los presidentes de la Argentina y de Uruguay alcanzaron ayer un mínimo primer acuerdo para instrumentar el fallo de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya sobre el conflicto por la pastera UPM (ex Botnia), que a la larga contribuiría, de acuerdo con el íntimo criterio de ambos, a disuadir a los ambientalistas de Gualeguaychú de continuar con el prolongado corte del puente internacional con Fray Bentos.

El compromiso logrado entre Cristina Fernández y José Mujica consiste en definir en dos meses los criterios del monitoreo conjunto sobre la pastera, como lo determinó el fallo de La Haya de abril pasado, pero, también, sobre “todo el río Uruguay”, dijo el uruguayo.

Hace dos semanas, la Caru (Comisión Administradora del Río Uruguay), organismo a cargo de velar por el cumplimiento del Estatuto del Río Uruguay (1975), no llegó a un consenso sobre el monitoreo: la Argentina pretende que sea dentro de la propia planta, pero Uruguay sostiene que eso excede el mandato de La Haya.

Íntimamente, ambos gobiernos creen que un acuerdo sobre el monitoreo ayudaría a desactivar la protesta de Gualeguaychú, en particular el corte del puente binacional, que ya lleva más de tres años y medio. Una estrategia de “disuasión” que Fernández y Mujica, cada uno a su manera, suscribió durante una conferencia de prensa al promediar la reunión de ayer en la estancia-residencia presidencial uruguaya de Anchorena, cerca de Colonia.

Después de reafirmar que acatará el fallo de La Haya, la presidenta desacordó con el corte del puente, pero dijo que “la represión no es la solución”. Usó el siguiente argumento: “Hay una limitación institucional y política de un gobierno para adoptar otras medidas, que son las que reclaman otros sectores para luego, ante la mínima lesión de cualquiera, salir con el título de represión y agravar el problema”.

Mujica se manifestó comprensivo con esa definición. Dijo: “El corte no lo va a resolver Uruguay, lo debe resolver el pueblo argentino, y nosotros, ayudar a que el proceso madure con garantías suficientes para que se pueda dar. No sé cuándo va a ser, pero lo vamos a lograr. Lo imposible cuesta un poco más”.

Cristina Fernández tomó distancia, sin embargo, del corte en Gualeguaychú, consecuencia final del atizamiento que a la protesta contra Botnia dio en su momento su antecesor Néstor Kirchner. En cambio, apuntó a la Justicia, cuando dijo que “no hay ningún condenado por los cortes”, una metodología de protesta que comenzó a instalarse en vísperas de la crisis de 2001, recordó, por lo que “no me sería imputable”.

Al margen del conflicto, hubo en la reunión principios de acuerdo sobre el mejoramiento de la navegabilidad de los ríos y la instalación de una regasificadora en Montevideo, reclamos uruguayos. Y sobre el ingreso de pollo argentino al vecino país.