Dos enfermedades invisibles

Dos enfermedades invisibles

Cerca del 3 % de la población padece Fibromialgia y Síndrome de Fatiga Crónica, patologías disfuncionales del sistema nervioso central cuyos síntomas son cansancio y dolor crónico.

FUENTE. PRO-SALUD NEWS. FOTO. EL LITORAL.

“La Fibromialgia y el Síndrome de Fatiga Crónica son dos enfermedades discapacitantes y de gran invisibilidad”. Con esa frase abrió la Lic. Silvina Pedreira, diputada de la Ciudad de Buenos Aires, la conmemoración del Día Mundial de ambas patologías. Esta fecha especial -que cada año tiene lugar el 12 de mayo- representa una gran oportunidad para que todas las personas que padecen estas condiciones puedan informarse y saber más, a fin de mejorar su calidad de vida.

Con ese objetivo, los representantes de la Asociación FibroAmérica, que preside Blanca Mesistrano, entregaron volúmenes de la Guía para Pacientes en la cual hay datos sobre los principales síntomas, los métodos de abordaje, los estudios a realizar y las posibilidades de tratamiento.

DIAGNÓSTICO COMPLEJO

La Fibromialgia y el Síndrome de Fatiga Crónica (SFC) son dos enfermedades disfuncionales del Sistema Nervioso Central que padece más del 3 % de la población, y que afecta particularmente al sexo femenino, ya que se calcula que 9 de cada 10 pacientes son mujeres.

El problema, más allá de las definiciones, es la falta de consenso con respecto a las causas que pueden intervenir en el desarrollo de ambas, pero además la carencia de síntomas físicos -dado que quienes sufren de Fibromialgia o SFC tienen una apariencia saludable- y de indicios o marcadores de enfermedad en los análisis clínicos convencionales.

Para diagnosticar, entonces, hacen falta pruebas de laboratorio específicas, una evaluación clínica minuciosa y, fundamentalmente, un médico que sepa derivar a tiempo el caso a un especialista, quien será el encargado de evaluar a los pacientes teniendo en mente qué es lo que puede estar ocurriendo. De lo contrario, y tal como les sucede habitualmente a muchas personas, es posible que pasen años entre consultorio y consultorio, sin que haya posibilidad de llegar a una conclusión que permita encarar un tratamiento.

“Dentro de lo que denominamos Sindrome Sensitivo Disfuncional, se agrupan muchas afecciones, entre las que se encuentran tanto el SFC como la Fibromialgia, y que se definen por la presencia de dolor persistente y generalizado aun en zonas que no deberían doler, así como también por el cansancio permanente, incluso por la mañana o luego de realizar actividades muy simples. El tema es que cuando una mujer se acerca al consultorio y dice ésto, ante la indicación de pruebas reumáticas que por lo general dan negativas, se vuelve complicado llegar a un diagnóstico. Sin embargo, es importante aclarar que existen pruebas específicas a través de las cuales es posible advertir, por ejemplo, fallas en la estructura de la mitocondria que es el sitio de la célula en el cual se reserva y se regula la energía”, señaló la Dra. Andrea Márquez López Mato, médica psiquiatra y especialista en Psiconeuroinmunoendocrinología.

SÍNTOMAS FÍSICOS

“Desde el punto de vista de la evaluación, en la Fibromialgia por ejemplo, hay un concepto muy difundido que es el de los ‘puntos gatillo’ que situados en diferentes puntos del cuerpo deben doler por una determinada cantidad de tiempo y ante diversos estímulos. Sin embargo, eso no es suficiente porque no se considera el que a mi criterio debería ser el punto número 19 que es el cerebro, donde se procesa el dolor -que según las últimas definiciones y consensos es una experiencia y no una sensación-, y por ende la relación de éste con las emociones”, agregó la Dra. Márquez López Mato.

En líneas generales, los síntomas de una y otra afección son físicos. No obstante, el Dr. Pablo Beretta, médico especialista en Psiquiatría y Anatomía Patológica, refirió que “el abordaje integral apoyado sobre lo psíquico es fundamental, así como también la puesta en marcha de medidas y hábitos que más allá de lo farmacológico ayuden a llevar adelante una mejor calidad de vida. Igualmente, vale destacar que todo tanto los medicamentos como la actividad física o de esparcimiento- debe estar coordinado por el médico tratante que será el encargado de decirle a la paciente de qué manera le conviene administrar su energía”.