Por el valor de la soja

Se incrementa el precio de alquileres de los campos

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En la provincia de Santa Fe, el 60% de la producción se realiza sobre tierras de terceros. Foto:Archivo/El Litoral

Después de la cosecha récord, los arrendamientos se negocian entre un 20 y un 25 por ciento por arriba de los valores de la campaña anterior. Omar Barchetta, dirigente de FAA, consideró que la producción se concentrará más.

 

Germán de los Santos

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Corresponsalía Rosario

En algunas zonas del sur de la provincia de Santa Fe, donde la soja es la estrella y este año batió récord de rendimientos, los alquileres de los campos se incrementaron un 20 y un 25 por ciento con respecto a la campaña anterior, que estuvo atravesada por una sequía histórica.

Por eso todavía muchos productores que están anclados dentro de la cadena productiva bajo la modalidad del arrendamiento no terminaron de sellar los acuerdos para la próxima campaña.

En la zona de Las Rosas o más al sur, en las cercanías de Venado Tuerto, se llegaron a cerrar contratos a más de 20 quintales, lo que representa valores muy elevados. “Con ese precio el productor debe lograr rindes superiores a los 32 quintales para salir derecho”, calcula un corredor inmobiliario de la zona.

Desde la Compañía Argentina de Tierras advierten que a pesar de los buenos rindes persistirán las formas de financiamiento, como por ejemplo, 30 por ciento al cierre del acuerdo, 30 por ciento en diciembre y 40 por ciento al terminar la cosecha.

En la provincia de Santa Fe, alrededor del 60 por ciento de la producción se realiza sobre tierras de terceros y la hacen productores, contratistas y pooles de siembra que alquilan el campo de otros para producir.

Diferencias

Pero en el campo las diferencias se plantean por las contexturas económicas de cada protagonista. “No es lo mismo cómo negocia un alquiler un pool de siembra que un productor pequeño y mediano que subsiste con el arrendamiento o aquel agricultor que posee 100 ó 200 hectáreas y necesita ampliar su negocio”, señala Omar Barchetta, vicepresidente primero de Federación Agraria Argentina (FAA).

El dirigente de la entidad que preside Eduardo Buzzi considera que “con esta cosecha que fue muy buena, muchos productores que alquilan campos se pusieron al día, es decir, pudieron afrontar las deudas y los compromisos que cargaban de las últimas dos campañas”.

“El incremento de los alquileres genera mucha preocupación, porque muchos productores abandonan debido a que no pueden enfrentar los costos, no sólo del incremento de la tierra sino de los fletes e insumos. Un productor pequeño o mediano que paga 22 quintales de alquiler tiene que tener un rinde de 33 quintales de soja por hectárea porque debe pagar costos por 12 ó 13. Si no logra ese rendimiento va a pérdida”, ensaya Barchetta, quien considera que “el juego cada vez más fuerte de los pooles de siembra incrementa el valor de los arrendamientos y complica la subsistencia a menor escala”. “Con estos niveles de precios se acentúa la concentración de la producción”, apunta.

Algunos números

Según cálculos de Federación Agraria, en los cultivos de soja la concentración se incrementó en los últimos cinco años. El 7 por ciento de los productores o pooles de siembra, cosecha el 56 por ciento de este tipo de oleaginosa que después sale rumbo al exterior desde los puertos ubicados en el cordón del Gran Rosario. En el caso del trigo también ocurre algo similar. Según la entidad, unos 2.600 establecimientos producen el 56 por ciento del cereal, mientras que 27.400 hacen el resto.

De acuerdo con datos que se desprenden de uno de los últimos informes de la Bolsa de Comercio, el 20 por ciento de los productores de soja, unos 16 mil, es responsable del 80 por ciento de la producción. Si se parte de una producción de la oleaginosa de 54 millones de toneladas, esa porción de productores generó 43,2 millones de toneladas. Si se considera una producción media de 2,85 toneladas por hectárea, esto significa una superficie cultivada de alrededor de 15,2 millones de hectáreas.

Dentro de ese grupo, 1.760 productores (el 2,2 por ciento) se quedó con la mitad, es decir, con 27 millones de toneladas. Cada uno tuvo en promedio una producción de 15.341 toneladas. Si la producción media fue de 2,85 toneladas por hectárea, esos productores cultivaron en promedio 5.383 hectáreas cada uno. Según esta fuente, la utilidad promedio de estos productores quienes en muchos casos no son dueños de las tierras que cultivan, sino que las alquilan a los propietarios de superficies más pequeñas, sería de 727.583 dólares.

El resto de los agricultores, es decir el 80 por ciento, sólo produjo en esta campaña 10,8 millones de toneladas, en alrededor de 3,79 millones de hectáreas, con una superficie media por cada productor de 63,2 hectáreas.


Ley de arrendamientos

Omar Barchetta, vicepresidente primero de Federación Agraria Argentina, señaló que el proyecto de una nueva ley de arrendamientos que provocó algunas diferencias internas en el seno de la Mesa de Enlace volvió a tener estado parlamentario y es posible que se trate durante este período. “Con este proyecto lo que se apunta es a resguardar al pequeño y mediano productor para evitar su desaparición. Hay que establecer algún tipo de regulación, porque los pooles de siembra no tienen ningún tipo de freno y nos vamos a quedar con un campo desierto de productores”, afirmó el dirigente.

Según Barchetta, esta iniciativa plantea determinar un cupo de arrendamientos que sería de un máximo de 15 unidades productivas, aproximadamente unas 750 hectáreas. “También se establece la modalidad del contrato promovido, que determina que aquel propietario que alquile a un pequeño y mediano productor tendrá beneficios impositivos en Ganancias”, sostuvo.

20 %

de los productores de soja -unos 16.000- es responsable del 80% de la producción.