Hubo contradicciones

Reconstrucción por el crimen del pool

1_DC.jpg

La fiscal Nº 3, Graciela Parma, solicitó la medida de prueba porque considera que existen dudas acerca de la participación de la mujer.

Foto: Danilo Chiapello

 

El dueño del local, el imputado y una mujer se volvieron a ver las caras el viernes, en el negocio de Las Heras y Juan del Campillo. Allí murió asesinado Cristian Fusi, el 17 de octubre del año pasado.

 

De la Redacción de El Litoral

[email protected]

El último viernes, en horas de la mañana, el juez de Instrucción Cuarta, Rubén Eduardo Saurín, movilizó a su personal hasta la esquina de Las Heras y Juan del Campillo, en barrio Candioti, para llevar a cabo la reconstrucción del homicidio de Cristian Orlando Fusi, un joven de 27 años que recibió al menos cinco puñaladas en la mañana del sábado 17 de octubre de 2009.

El hecho se produjo adentro de un local que funcionaba como bar pero donde también había una mesa de pool como divertimento. Según el relato de los testigos esa madrugada el dueño del negocio bajó las persianas a las 4.30, dejando a Fusi, a Víctor Ramírez y a Norma V. en una mesa de adentro. El trío se quedó tomando cerveza hasta bien entrada la mañana, mientras el dueño del comercio se fue a acostar.

La reconstrucción del hecho se hizo a pedido de la fiscal Nº 3 Graciela Parma, quien este viernes se encontraba presente en el sitio, porque le quedaban dudas acerca de lo ocurrido en ese lapso transcurrido entre el cierre del comercio y la hora en que se produce la muerte.

Contradicciones

Se le volvió a requerir en testimonio al dueño del local, a la mujer llamada Norma, y se le hicieron preguntas el detenido, Víctor Hugo Ramírez. De la prueba judicial también participaron dos testigos, que si bien no presenciaron el hecho, son quienes vieron pasar ensangrentados por la calle a la mujer y a Ramírez en distintas direcciones.

El dueño del negocio recordó que lo despertaron los gritos de la mujer, que le decía que se levantara porque se estaban peleando. Y si bien asegura que no vio toda la pelea, dijo que hubo un forcejeo entre Ramírez y Fusi.

En un momento determinado, se plantearon grandes contradicciones entre la mujer y los dos hombres, a punto tal que Norma puso en la escena a un tercero, un “flaco, alto, de rulos” que los quiso separar, explicó. La idea parece un tanto descabellada, no sólo porque es la primera vez que se habla de un tercer hombre en la mesa, sino que ni Ramírez o el dueño del lugar dijeron nunca algo semejante.

Por eso, la fiscal duda de la versión de la mujer y quiere que sea imputada como partícipe, pero todavía no está resuelto si se le tomará indagatoria.

En defensa propia

El acusado, que está procesado por el delito de homicidio, volvió a echarle la culpa a la víctima. Dijo que se defendió, que Fusi los había agredido toda la noche y que cuando intentó irse y quiso levantar la persiana para salir, vio que se le abalanzaba con un cuchillo en la mano. Reconoció que en la pelea le sacó el arma blanca y le pegó dos puntazos. Vale aclarar que la autopsia realizada por el Cuerpo Médico Forense del Poder Judicial revela que Fusi tenía cinco heridas cortantes, una de ellas en el cuello, y que la hoja del cuchillo quedó clavada en la nuca de la víctima.

En principio tanto la mujer, de unos 44 años, como Ramírez, de 43, quedaron detenidos. Luego el juez de Instrucción Tercera, Julio César Costa, le otorgó la libertad primero a ella y luego a él. Pero la revisión de la Cámara echó todo atrás y Ramírez fue arrestado seis meses más tarde en el Hospital Cullen y actualmente permanece detenido.

Cambio de juez.

La causa llegó al Juzgado de Instrucción Cuarta, porque el juez Julio César Costa, de Instrucción Tercera, benefició a Víctor Hugo Ramírez con un “falta de mérito” y lo dejó en libertad. La fiscal Nº 3, Graciela Parma, apeló esa resolución y la Cámara de Apelaciones revocó el “falta de mérito” y ordenó que la causa pasara al subrogante legal. El juez Rubén Eduardo Saurín procesó a Ramírez por el delito de “homicidio” y dicta su orden de detención. Estuvo prófugo un tiempo hasta que fue arrestado en el hospital Cullen cuando se fue a hacer un examen médico.