Motivados para salir a la cancha

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Javier Aguirre, seleccionador mexicano, pretende transmitir a los futbolistas su optimismo.

Peculiares y geniales como Maradona, estrictos como Capello, dialogantes y comprensivos como Guardiola, Del Bosque o Aguirre, y arrogantes como Mourinho... En manos de los entrenadores están los mejores futbolistas del mundo. Muchos de ellos se verán en el Mundial de Sudáfrica, que acaba de comenzar.

TEXTOS. JUAN A. MEDINA. FOTOS. EFE REPORTAJES.

 

Diego Armando Maradona (Lanús, Buenos Aires, 1960), el peculiar seleccionador argentino, fue consultado en rueda de prensa tras la victoria de Argentina en un partido amistoso frente a Francia -en febrero de 2009- acerca de cómo motivaba a sus jugadores. El “Pelusa” no se arrugó ante la pregunta y contestó que trataba de incentivar a sus jugadores en el vestuario como lo hacían con él César Luis Menotti y Carlos Bilardo, que “te decían cosas para que salieras con el cuchillo entre los dientes”.

La respuesta de Maradona, genio como futbolista y muy criticado en su etapa como entrenador, responde a las técnicas de motivación que emplean algunos entrenadores, donde los hay quienes prefieren el diálogo, como Vicente Del Bosque (seleccionado español), Pep Guardiola (F.C. Barcelona) o Javier Aguirre (seleccionado mexicano), y otros técnicos que llevan la motivación al máximo de exigencia, como José Mourinho (entrenador del Inter de Milán) o Fabio Capello (seleccionador inglés).

Maradona acude al Mundial de Sudáfrica, su primera gran reválida como entrenador tras clasificar a Argentina a este torneo, con el “método” que aprendió de Menotti y Bilardo, y con el objetivo de hacer rendir a su estrella, Leo Messi, como éste lo hace en su club, el F.C. Barcelona, donde encabeza la lista de goleadores europeos.

“Menotti y Bilardo me decían ‘vaya y juegue’. Entonces yo le digo a Messi que juegue”, explicaba el “Pelusa” el pasado mes de marzo tras visitar a “La pulga” en España.

En Sudáfrica, Maradona se verá las caras con entrenadores con distinto proceder. Desde el cauto Vicente Del Bosque (Salamanca, España, 1950), quien ha señalado que prefiere a un entrenador “líder y amable más que a uno hosco”; al “coherente” Dunga (Ijuí, Rio Grande, Brasil, 1963), como le definió su pupilo Kaká; y el optimista Javier Aguirre (México D.F. 1958) que está convencido de que el equipo mexicano va a hacer historia: “Creo que tengo la mejor generación de futbolistas mexicanos que ha habido nunca”, reconocía a una revista española, utilizando este medio para motivar a sus futbolistas.

Muy distintas son las maneras de Fabio Capello (Pieris, Gorizia, Italia, 1946), seleccionador inglés, a quien el periodista Enric González, en su libro “Historias del calcio”, lo define como un técnico que “cuando llega a un club, la plantilla se convierte en una jauría de cimarrones hecha para perseguir y morder a la orden del jefe”.

ENTRENADORES DE MODA

José Mourinho (Setúbal, Portugal, 1963) se ha convertido en el entrenador de moda por llevar al Inter de Milán a la final de la Liga de Campeones el próximo 22 de mayo en Madrid, frente al Bayern de Múnich. Ha sabido exprimir las cualidades técnicas de sus futbolistas y transmitir la motivación que se necesita para llegar a una gran final.

“Es siempre difícil perder para quien no está habituado a hacerlo. Es una característica de los que siempre ganan. Yo también soy un poco así. No es fácil admitir (la derrota) para un equipo”, expresaba un desafiante Mourinho, refiriéndose al entrenador y a los futbolistas del F.C. Barcelona, eliminados por su equipo en semifinales de la Liga de Campeones.

Esa “mentalidad ganadora”, que ha alabado hasta Cristiano Ronaldo, es la que el entrenador portugués siempre ha intentado transmitir a sus jugadores, primero en el Oporto, equipo con el que ganó la Liga de Campeones en 2004; después en el Chelsea inglés, con el que ganó dos Premier League y una Copa de Inglaterra; y ahora con el club interista, al que ha logrado clasificar para la final del máximo torneo europeo después de treinta y ocho años.

La afición del Inter ha alzado a los altares futbolísticos a Mourinho, a pesar de que el técnico portugués ha empleado tácticas como la de renunciar a jugar el balón (en el partido de vuelta de la semifinal de la Liga de Campeones). “Le dije a mis jugadores que lo regalaran (el balón)”, según reconoció ante los medios, y ha sido comparado con el argentino Helenio Herrera, quien llevó al Inter a ganar sus dos únicas Copas de Europa y quien hizo célebre la frase: “con diez se juega mejor que con once”.

El cine, un disparador

Pep Guardiola (Barcelona (España), 1971), muy distinto a Mourinho, prefiere otro tipo de motivación. El entrenador azulgrana ha utilizado en momentos determinados algunas películas para motivar a sus jugadores. Ya lo hizo en la final de la Liga de Campeones de 2009, cuando minutos antes del encuentro ante el Manchester United proyectó un vídeo en el vestuario azulgrana que intercalaba fragmentos de la película “Gladiador” con imágenes de partidos victoriosos de su equipo.

Recientemente, la película elegida para motivar a sus jugadores fue “Invictus”, basada en la vida del líder sudafricano Nelson Mandela, con el trasfondo de la victoria de la selección de ese país en la Copa del Mundo de rugby de 1995.

El escaparate del Mundial de Sudáfrica ya está entre nosotros. Y muchos de los grandes hombres de los banquillos nos van a ofrecer la medida de sus técnicas futbolísticas y de sus formas de motivar.

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Fabio Capello, del seleccionado inglés, uno de los técnicos más exigentes.

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José Mourinho es el entrenador de moda, tras clasificar a su equipo, el Inter de Milán, a la final de la Liga de Campeones.

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El director técnico de la selección argentina de fútbol, Diego Armando Maradona.

PARA EL RECUERDO

El mundo del fútbol se alimenta de célebres frases, muchas de ellas en boca de afamados entrenadores que han quedado para la posterioridad. Desde el “fútbol es fútbol”, del serbio Vujadin Boskov, hasta aquella de Bill Shankly, mítico entrenador del gran Liverpool, que dejó el ya clásico “el fútbol no es una cosa a vida o muerte. Es algo más serio”, la misión de cualquier entrenador es motivar al vestuario.

En este terreno, aparecen los nombres de Johan Cruyff, creador del “Dream Team” en el F.C. Barcelona; Alex Ferguson, el eterno entrenador del Manchester United; Miguel Muñoz, protagonista de la época de las Copas de Europa del Real Madrid en los años cincuenta y de la selección española en los ochenta; Franz Beckenbauer, en el Bayern de Múnich y en la selección alemana; Arrigo Sacchi, del Milán de finales de los ochenta.

Otros grandes motivadores fueron Menotti con su estilo; Bilardo con su garra; Helenio Herrera con su magia; Rinus Michels con su fútbol total; Zapallo con su sobriedad o Bianchi con su constancia.