Gabriela Liffschitz

Un adiós en pantalla grande

Enrique Piñeyro presentó “Bye Bye Life” en el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires, película que aborda los últimos días de la escritora y fotógrafa antes de morir de cáncer.

Un adiós en pantalla grande

En “Efectos colaterales”, un libro con textos y fotos suyas, Liffschitz exhibe “fotos increíbles de una mujer linda, desnuda y con una mastectomía”, contó Piñeyro. Foto: Archivo El Litoral

 

 

De la redacción de El Litoral

Télam

La película “Bye Bye Life”, con la que Enrique Piñeyro recorre los últimos días de la escritora y fotógrafa Gabriela Liffschitz antes de morir de cáncer, se estrenó en el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (Malba).

“La película es la historia de una película que no se pudo hacer porque su alma máter se estaba muriendo”, contó Piñeyro en una entrevista concedida a la agencia Télam.

La película, que ya había sido presentada en el Buenos Aires Festival Internacional de Cine Independiente (Bafici) de 2008, exhibe los últimos días de Gabriela Liffschitz, escritora y fotógrafa que se sometió a una mastectomía después de que se le diagnosticara un cáncer de mama y que, poco después de la operación, publicó un libro de autorretratos desnuda sin recurrir a la cirugía reconstructiva. A ojos de Enrique Piñeyro, su nuevo filme “muestra a una persona que eligió pasar sus últimos tres días en un set de filmación.

“En el ‘98 había visto las fotos de una modelo americana que había posado sin la cirugía reconstructiva luego de operarse de cáncer de mama y le impactaron un montón”, contó Enrique. Según su relato, cuando se topó con “Efectos colaterales”, el libro de Liffschitz donde “se mostraban fotos increíbles de una mujer linda, desnuda y con una mastectomía”, la actitud me pareció una especie de grito en el desierto de: “a pesar de mi amputación, sigo siendo sexy igual”.

“Tenía algo importante para decir”

Piñeyro contó que su idea inicial trataba una trama que hablara de los cuerpos, del erotismo y que tenía a la propia Gabriela como protagonista, pero se complicó por el estado de salud de la fotógrafa. “En nuestra primera reunión del guión en el hospital, ella ya tenía metástasis y a la semana me dijo que le quedaba muy poco tiempo porque ya tenía metástasis de hígado, pero que había escrito cuatro escenas en la noche previa a la mastectomía, el regreso a la casa, la primera relación sexual post mastectomía y la sesión de fotos”, detalló el director.

“Le pregunté si quería que lo filmáramos, me dijo que sí, y armamos en 48 horas una producción, a dos cámaras -una sobre los actores y otra sobre el set-, como una forma de dirigir una película que no había tiempo de contar”, explicó. Así fue que filmaron durante sábado y domingo; el martes por la noche se hizo la cena del fin de rodaje (de donde también se tomaron imágenes), el miércoles a la mañana entró en coma y 48 horas después murió.

Consultado sobre los motivos que lo impulsaron a cambiar la trama y mostrar los últimos días de la vida de Gabriela, Piñeyro consideró que la protagonista “tenía algo importante para decir”.

“Yo, de más joven -explicó-, me dediqué a la Medicina y uno de los aprendizajes de la Medicina es tomar cierta distancia de lo que pasa a tu alrededor porque, si no, no podés hacer nada. Yo tenía esa disociación que me permitía mirar lo que estaba pasando y veía que ella tenía algo importante para decir acerca de una forma importante de resolver un tema indisoluble como lo es la muerte”.

Al repasar la postura de Liffschitz, consideró que “pasa algo raro con ella porque la parte donde más profundiza su parte artística es a partir de la enfermedad y por eso le cuesta tanto abandonarla, se aferró a eso como una tabla de salvación y, de alguna manera, lo fue, porque le permitió hacer cosas que no se permitió antes”.

Sobre la proyección de la película, el director indicó que de momento sólo se proyectará en el Malba, ya que “no se trata de un film de exhibición. No es una película para ver el sábado a la noche porque no genera un tema de conversación favorito para la gente, así que, como cada película tiene su circuito, el de ésta es uno pequeño”, aseguró.