Luego de un arranque flojo, le ganó con claridad a Costa de Marfil...

Brasil volvió a ser Brasil

y no nos gusta ni medio

Kaká, que fue expulsado, y Luis Fabiano marcaron diferencias claras de jerarquía sobre un difícil rival. El equipo de Dunga tiene solidez en el fondo y tres hombres que asustan arriba.

Enrique Cruz (h)

(Enviado Especial a Johannesburgo, Sudáfrica)

Cuando desde los altoparlantes del estadio se anunció que había 84.855 espectadores, que el Soccer City presentaba su aspecto más imponente desde que empezó el Mundial y que, en la cancha, Brasil le tiraba por la cabeza toda su jerarquía al difícil Costa de Marfil, se entendía por qué Brasil es siempre Brasil y ahora sí aparece el equipo que se regocijó en las eliminatorias, ganándolas de punta a punta y casi por escándalo.

Los desaparecidos se pusieron las mejores galas. Kaká fue el jugador desequilibrante, figura, inteligente y astuto para encontrar los espacios y meter dos pelotas de gol fantásticas para Luis Fabiano (en el primero) y para Elano (en el tercero). Y Luis Fabiano convirtió dos, uno de ellos de una riqueza técnica estupenda más allá de que para muchos la acomodó con el brazo cuando bajó la pelota en uno de los dos sombreritos que metió en el área de Costa de Marfil.

Brasil recuperó, a través de ellos dos, la capacidad increíble para definir partidos cuándo quiere y cómo quiere. Pero además, fue otra vez muy firme en el fondo, donde Brasil tiene dos zagueros centrales de lujo (Lucio y Juan), más dos marcadores de punta que son los fieles seguidores de Cafú (estaba en la cancha) y Roberto Carlos en sus mejores momentos.

No era accesible el partido para Brasil y así pareció darse en los primeros 25 minutos. Pero aparecieron en escena las dos grandes figuras que tuvo el partido (Luis Fabiano y Kaká), para que Brasil no sólo empiece a definir el encuentro, sino a marcar pautas de una absoluta recuperación luego de un comienzo con victoria tímida e intrascendente en cuanto al juego frente a los coreanos del norte.

Eriksson, el técnico sueco que dirige a Costa de Marfil, una selección con jugadores que, en su totalidad, militan en clubes europeos y algunos de ellos en un gran nivel, dejó en soledad a Drogba arriba, armó un abanico con cinco volantes en el medio e increíblemente dejó en el banco a Gervinho, el número 10 que entró cuando el partido se le había complicado al extremo a los africanos.

Ese respeto excesivo le jugó en contra a Costa de Marfil. Y Brasil no perdonó la osadía de permitirle encontrar los espacios para volcar en goles su absoluta practicidad.

Esto último, lo de la practicidad, parece ser la fórmula más buscada en este Mundial plagado de problemas para los equipos “candidatos” en la primera ronda, donde Francia se llenó de polémicas, Italia no ha podido ganar, Alemania arrancó goleando y luego cayó ante los serbios, España también perdió en su presentación y sólo Argentina, Brasil y Holanda consiguieron dos victorias en otros tantos partidos.

Se mezquina la vocación ofensiva, se prioriza el orden, el retroceso, el cuidado de no dejar espacios. Hasta Brasil -Robinho es el ejemplo- no deja de pensar en el rival y hay jugadores que a pesar de estar para jugar, tienen también la orden de marcar.

En este aspecto, el equipo con más aptitud para arriesgar y buscar el arco de enfrente sin tapujos ha sido Argentina. Al menos hasta ahora. Y metió 4 goles ante Corea y pudo hacer lo propio con los nigerianos, salvo que marró demasiado e hizo figura al arquero africano.

De todos modos, Brasil ya se puso en la ruta que tan libremente y a alta velocidad transitó durante las eliminatorias. El equipo está sólido atrás a pesar de ciertas flaquezas defensivas de Maicon, que son producto de su marcada vocación para ser salida y proyección. En el medio lucha y juega, y arriba tiene tres jugadores que en cualquier momento pueden provocar el desequilibrio. Y si a ellos se les suma Elano, que ya marcó dos goles en otros tantos partidos, se llega a la conclusión de que si algo no le falta al “scracht” es potencial ofensivo. Claro que, con Dunga, los cuidados son más específicos que en la Argentina de Diego. Brasil está en carrera, aunque no nos guste ni medio.

Brasil volvió a ser Brasil y no nos gusta ni medio

Apareció la “verdeamarelha” a pleno contra Costa de Marfil. Comandados por Kaká y con la efectividad de Luis Fabiano, los brasileños demostraron que siempre son candidatos.

Foto: Agencia EFE

“Hay que proteger el espectáculo”

El seleccionador de Brasil, Dunga, se mostró satisfecho con la victoria y la clasificación para octavos pero se quejó del arbitraje del francés Stephane Lannoy y pidió mayor protección para el espectáculo.

“Fue un partido muy complicado, muy atlético, de mucha fuerza física, con muchas faltas”, explicó Dunga en rueda de prensa. “A todos los que nos gusta el fútbol pedimos siempre espectáculo, pero las personas que lo controlan tienen que saber qué es y qué no es fútbol”, señaló.

“Hacemos tres goles, jugamos bien y tenemos más tarjetas que el adversario sin hacer ni una sola falta fuerte, ¿qué más tenemos que hacer?”, se preguntó Dunga, quien calificó de “totalmente injusta“ la expulsión de Kaká, quien, según explicó, vio una tarjeta amarilla después de ser agredido.

Con todo, Dunga se mostró satisfecho con el resultado, “ante un equipo fuerte y veloz”, que mete a los suyos en octavos de final del campeonato, y señaló que le impresionaron todos sus jugadores, aunque tuvo palabras especiales para Luis Fabiano, que llevaba sin marcar desde el pasado mes de septiembre.

/// SÍNTESIS

Brasil 3

Costa de Marfil 1

Brasil: Julio César; Maicon, Lúcio, Juan y Michel Bastos; Felipe Melo y Gilberto Silva; Elano, Kaká y Robinho; Luis Fabiano. DT: Dunga.

Costa de Marfil: Boubacar Barry; Guy Demel, Kolo Touré, Didier Zokora y Saka Tiené; Salomon Kalou, Emmanuel Eboué, Yaya Touré, Cheick Tioté y Arouna Dindane; Didier Drogba. DT: Sven Goran Eriksson.

Goles: en el primer tiempo, 24m Luis Fabiano (B); en el segundo tiempo, 5m Luis Fabiano (B), 16m Elano (B) y 33m Drogba (CM).

Cambios: en el segundo tiempo, 8m Gervinho por Dindane (CM); 21m Daniel Alves por Elano (B); 22m Kader Keita por Kalou (CM); 26m Romaric por Eboué (CM) y 47m Ramires por Robinho (B).

Incidencia: segundo tiempo, 42m expulsado Kaká (B), por doble amonestación.

Árbitro: Stéphane Lannoy (Francia).

Cancha: estadio Soccer City (Johannesburgo).