Se llama Hugo Lisowyj y es su octavo Mundial

El “Gaucho” de Esperanza que a los 10 años vendía El Litoral

Lo encontramos en las adyacencias de Ellis Park antes del partido contra Nigeria. Se emocionó.

Enrique Cruz (h)

(Enviado Especial a Johannesburgo, Sudáfrica)

El hombre venía caminando por las inmediaciones de Ellis Park como si estuviese haciéndolo un domingo a la tarde por la plaza principal de su querida Esperanza. Cuando El Litoral lo vio, no dudó. Este es el “Gaucho” de Esperanza, pensamos. Y en medio de la multitud de argentinos que consumían cervezas, aprendían los cánticos nigerianos para entonarlos con ellos, bailaban el “waka waka” o se emocionaban con el pegadizo y hermoso canto de David Bisbal que le pone música a este Mundial, ahí estaba el hombre que desde hace ocho mundiales se disfraza todos los días de gaucho.

“A ver, dejame ver tu credencial, ¿no me digas que sos de mi queridísimo El Litoral?”, preguntó con plena emoción el gaucho. Cuando el periodista dijo que sí, no pudo evitar el abrazo que se hizo prolongado y sentido. Juro que me sorprendió.

“¿Sabés qué pasa, muchacho?, yo fui canillita de El Litoral, yo vendí ese diario... Tenía diez años, hermanito... ¡Diez años tenía cuando vendía el diario en Esperanza! Fue mi primer trabajo y lo hice durante diez años... Y te digo una cosa: siempre quise ir a conocer esa maquinaria nueva que compraron, que me dijeron que es monstruosa. Hace tiempo que quiero ir y cuando regrese de Sudáfrica lo haré”, arrancó su charla con El Litoral, acompañado de su esposa.

—¿Cómo se llama?

—Hugo Lisowyj. Mi padre vino de Ucrania, somos once hermanos y te voy a contar algo que lo digo con mucha emoción y cariño: los once hermanos repartimos El Litoral en Esperanza, así que la gente de allá nos conoce desde hace muchos años.

—¿Desde qué época, Hugo?

—Te cuento que empezamos, más o menos, entre el ‘55 y el ‘60. Al menos yo... Y fue hasta 1973. Lo que recuerdo es que Esperanza era chiquitita, no había asfalto, llovía mucho y como las calles eran de tierra se complicaba un poco. El diario llegaba en un Chevrolet 37 ó 38, no recuerdo bien... Después iba un rastrojerito modelo 58 ó 60, más o menos. El diario llegaba tarde a Esperanza. Vendía para Manuel González... Y lógicamente que lo sigo leyendo. Hace 50 años que leo El Litoral.

—¿Sigue viviendo en Esperanza?

—Por supuesto que sí. Tengo dos hijas y un varón, además de mi señora que está aquí conmigo acompañándome en estas andanzas.

—¿Por qué se le ocurrió venir?

—Éste es mi octavo Mundial. Calculá que arranqué con España en 1982 y así fui viajando sucesivamente a México -adonde llevé a toda mi familia-, a Italia, Estados Unidos, Francia, Corea y Japón, Alemania y acá en Sudáfrica estoy viviendo mi octavo mundial. Además, estuve en la Copa América del 2007. Soy un fanático del fútbol y disfruto mucho de estas fiestas. ¿Cómo hago?, muy simple: termina un Mundial y ya empiezo a programar el que viene; hago así.

—¿Hincha de...?

—¡De Colón! ¡Hasta los huesos! Sufro mucho por mi querido club, me como las uñas, me pongo mal cuando pierde... Pero bueno, ahora estoy tranquilo con el Turquito Mohamed. Hemos dado en la tecla con él, más allá de algunos bajones.

—¿Cuál es el mejor jugador que vio jugar?

—La Chiva Di Meola, hermano... Ese jugaba bien de verdad y metía goles.

—¿Un pálpito?

—Salimos campeones del mundo. Estoy seguro de que nos vamos a llevar la Copa otra vez a la Argentina.

—¿Está en Johannesburgo o en Pretoria?

—En Pretoria. Yo llegué el 2 de junio, así que hace varios días que estoy acá Y la estoy pasando bárbaro. No sé si es porque siempre salgo vestido de gaucho a todos lados pero a mí me tratan todos muy bien, así que no puedo decir nada de los sudafricanos. Sé que se habla mucho de la inseguridad, que existe, pero en mi caso, hasta ahora, todo va bien.

—Gracias, gaucho...

—Gracias a vos por esta emoción de encontrarte y de recordar mi niñez vendiendo diarios. Fue mi primer trabajo querido. Y te lo está diciendo un tipo que vio ocho mundiales y que anduvo por el mundo. Yo no me olvido jamás de mi Esperanza y de mi El Litoral... Y les advierto a los directivos que yo, el Gaucho de Esperanza, cuando regrese de Sudáfrica voy a ir a El Litoral a visitar esa máquina.

1.jpg

Hugo Lisowyj, el esperancino que va a todos lados desde España “82 disfrazado de gaucho. En la foto, acompañado por su mujer. Todo un personaje.

Foto: Enrique Cruz (h)

2.jpg

El gaucho se emocionó en el encuentro con el enviado especial de El Litoral. Es que a los 10 años fue canillita del diario en su Esperanza natal.

Foto: Enrique Cruz (h)