Tendencia en Sudáfrica

Las camisetas mundialistas,

un negocio como nunca antes

Telas pegadas al cuerpo, recursos retro y botellas recicladas: la moda de las indumentarias de fútbol está generando en el Mundial de Sudáfrica 2010 un negocio nunca antes visto.

Joaquín Cavanna

[email protected]

DPA

Desde las camisetas oficiales con la inscripción de cada uno de los 64 partidos bordada, hasta la venta de ropa oficial por Internet y la aparición de versiones vintage de anteriores Copas del Mundo, el marketing de la ropa del Mundial aparece en cada imagen televisiva, en cada entrada a un estadio sudafricano y en cada sitio web.

El factor de las ventas vía Internet es una de las grandes evoluciones de mercado respecto al Mundial de Alemania 2006. Las indumentarias oficiales se instalaron en la propia sección de compras de la página web de la Fifa, en sitios de periódicos y hasta en Facebook y Twitter.

“Se ha hecho un hincapié especial en tener presencia en Internet y las redes sociales, que hace cuatro años no estaban tan implantadas y que reúne buena parte de nuestro target”, reconoció Herbert Hainer, consejero delegado de Adidas, en una entrevista publicada por la página Expansion.com.

Notable cambio

El diseño de las camisetas de los equipos mutó respecto a las anteriores ediciones. La corriente estética condujo hacia camisetas absolutamente ajustadas, casi asfixiantes, al cuerpo, mezclada con sus respectivos detalles retro. Fiel al oportunismo de mercado, cada una de las marcas deportivas vende las camisetas oficiales con la inscripción de los partidos mundialistas de sus equipos. Un detalle rico para la nostalgia pero casi inmediatamente obsoleto. Incluso, las leyendas de los partidos se inscribieron en la polémica pelota Jabulani, también a la venta mediante sus ediciones especiales. Adidas viste a 12 de los equipos mundialistas y es la empresa con mayor presencia en los campos de juego. Le sigue Nike con nueve.

La marca alemana busca superar los 1.300 millones de euros (1.600 millones de dólares) ganados en ventas de artículos deportivos durante la Eurocopa 2008. Mientras, la estadounidense se regodea con su reciclaje de 13 millones de botellas de plástico de vertederos taiwaneses y japoneses y su resultante hilo de poliéster con el que se fabrican sus camisetas.

El factor invernal en una Copa del Mundo también es una oportunidad de negocio para las marcas deportivas. La mayoría de los equipos entona su himno con las chaquetas oficiales, las cuales también aparecen a la venta.

Argentina apostó a un escudo similar al utilizado en el Mundial de 1986, Ghana posee la sombra de una estrella negra en su hombro como homenaje a su apodo y Corea del Norte luce una indumentaria que resultó ser un misterio hasta los días previos al inicio de la Copa del Mundo. El equipo asiático finalmente firmó un acuerdo de cuatro millones de euros (4,9 millones de dólares) con la firma italiana Legea, después de haber jugado un amistoso ante Venezuela con camiseta de su rival y el escudo tapado en marzo y de haber sido vestido por la marca mexicana Pirma, en un choque contra los aztecas.

El reconocido diseñador sudafricano Gavin Rajah, por su parte, calificó de “horrenda” la vestimenta de los “Bafana, Bafana” y se rindió ante los modelos de Francia, Camerún y Chile.

Las camisetas mundialistas,  un negocio como nunca antes

Expresar con claridad las preferencias deportivas, una de las claves en las tribunas de los estadios sudafricanos.

Foto: Agencia EFE