Todos junto a la Selección Argentina
Otra vez, la ciudad se vistió de celeste y blanco
Todos junto a la Selección Argentina
Otra vez, la ciudad se vistió de celeste y blanco
La esquina de bulevar y Rivadavia fue la elegida para los festejos hasta ya entrada la noche. Los más jóvenes le pusieron ruido y color a la tarde santafesina.
Foto: Luis Cetraro
La barra a pleno. Los jóvenes fueron los principales protagonistas de los festejos que tuvieron lugar en las calles de la ciudad.
Foto: Luis Cetraro
Todo vale. Para sumarse al festejo, algunos se subieron a lugares indebidos y corrieron peligro de lastimarse, pero en ese momento importaba más la alegría.
Foto: Luis Cetraro
Explotó el bar con el gol argentino. Después de la espera, llegó el tanto de Demichelis y las gargantas se pusieron rojas por el desahogo.
Foto: Flavio Raina
No faltó ninguna. El grupo de amigas se juntó a ver el partido y, después, salió rápido para sumarse a la caravana albiceleste. Todas posaron para la foto.
Foto: Flavio Raina
Espiando el partido. Muchos debieron seguir cumpliendo con su trabajo, a pesar de estar jugándose el partido. Incluso así, se las arreglaron para seguir de a ratos las incidencias del encuentro. Foto: Flavio Raina
Ellos también dijeron presente. Aunque son chiquitos y apenas tienen noción de lo que sucede, los hermanitos no quisieron perderse un momento de alegría tan importante. Foto: Flavio Raina
En la Escuela Industrial, alumnos, profesores y no docentes armaron una tribuna frente a la pantalla gigante, para seguir bien atentos lo que pasaba en Sudáfrica.
Foto: Flavio Raina
Los hinchas se convirtieron en fantasmas entre el humo celeste y blanco. No faltó nada en el carnaval por las calles santafesinas.
Foto: Flavio Raina
No se ve bulevar. El acceso principal de la ciudad por el este se vio colmado de hinchas que decoraron el asfalto con los colores argentinos.
Foto: Luis Cetraro
Y llegó el ritmo... También los tambores, bombos y redoblantes le pusieron sonido a la fiesta. Infaltables.
Foto: Flavio Raina
Máxima tensión. La Selección dominaba el juego, pero no podía vencer el esquema defensivo de los griegos. Por eso, nadie despegaba la mirada del televisor.
Foto: Luis Cetraro
Pobre “Fitito”. No queda lugar libre en el auto, que está decorado para la ocasión y transformado en eventual camioneta.
Foto: Flavio Raina