Mañana en el Teatro Municipal

Festejo local con sabor oriental

Darío Ingignoli dirigirá a la Orquesta Sinfónica Juvenil, contando con la participación del solista de órgano de bambú Yen-Hsiang Sun. También actuarán la Banda Juvenil y la Orquesta de ex Niños.

Ignacio Andrés Amarillo

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Continuando con los festejos del 50º aniversario de la creación de la Orquesta de Niños de Santa Fe, se presentará la Orquesta Sinfónica Juvenil, dirigida por el maestro Darío Ingignoli, con la presencia del solista de órgano de bambú Yen-Hsiang Sun, joven músico nacido en Taipei. Será mañana, a las 20.30, en el Teatro Municipal con entrada libre y gratuita.

También actuarán la Orquesta de ex Niños, dirigida por Heraldo “Pipi” Botta, y la Banda Juvenil de la Escuela de Música Nº 9901, dependientes del Ministerio de Innovación y Cultura de la provincia.

El Litoral dialogó con Ingignoli (ex alumno de la Escuela) sobre este concierto y su actividad profesional.

—¿Qué obras interpretarán?

—Pensamos un repertorio un poco festivo. Queríamos trabajar sobre los festejos de los 50 años: obras cortas, conocidas para el público, y atractivas para los que las tocan.

La Orquesta Juvenil va a hacer una obertura de Strauss, “El barón gitano”; “Finlandia”, de Sibelius; tenemos un solista taiwanés que toca un instrumento originario de su país, por lo que haremos unas obras taiwanesas. También, la suite Nº 1 de “Peer Gynt”, de Grieg, y vamos a cerrar con el Danzón Nº 2 del mexicano Arturo Márquez: es una obra muy espectacular para una orquesta grande.

Es la segunda vez que vengo a dirigirla, y esta vez planteamos un repertorio un poquito más ambicioso. Es la idea que tiene la dirección de la Orquesta: todos los años ir subiendo. Es muy especial para mí, porque soy ex alumno de la Escuela.

También va a estar la Banda Juvenil, que va a hacer un repertorio específico de banda. Están haciendo un trabajo enorme: quizás, en las orquestas los instrumentos de viento no tienen tanto lugar; por ahí hay 15 alumnos de clarinete y dos puestos, no hay tiempo de rotar a todos.

—¿Qué te dio la Escuela?

—Me dio una parte esencial que tiene la música, que es el trabajo en equipo, la comprensión de este trabajo que es la solidaridad entre los que tocamos. En mis otras actividades (solista de piano y director) uno está más solo. Eso fue extremadamente valioso para lo que después fue mi carrera como director.

El interior mira a Buenos Aires, pero Buenos no mira al interior, copia de afuera, y a veces no ve no ve que en el interior tiene cosas ejemplificadoras de lo que deben ser la actividad musical y el desarrollo de un músico. La Escuela es un ejemplo para todo el país.

Y eso se construye mucho desde la mística. Por eso volvemos muchos de los que pasamos: he visto a ex compañeros míos con grandes carreras que vuelven a dar clases. Los chicos actuales se encuentran en una situación muy beneficiosa, que espero sepan aprovechar.

Búsquedas

—Fundaste un coro en el Colegio Nacional...

—Cuando estaba en el último año del secundario me pasé a la parte nocturna, y con un amigo hicimos un coro de ese turno, porque había un coro de la mañana (que dirigió Jorge Céspedes) en el que yo había cantado. Fue mi primera experiencia como director.

Formé y dirigí muchos coros, tanto profesionales como amateurs. Hoy tengo un coro de cámara muy bueno, Ricercare, con el que sacamos el segundo CD.

Quería hacer un CD de música argentina. Se grabó en un estudio muy famoso, ION. Hicimos dos ciclos de obras de Guastavino para coro y piano.

Aprendimos mucho, porque los que nos dedicamos a la música clásica tenemos poca experiencia en estudios. Igual, tratamos de hacer algo muy parecido al vivo.

—Hubo un cambio en la línea...

—Ricercare nace como una búsqueda del repertorio del siglo XVI y principios del XVII. Después, fue mutando a un repertorio más del siglo XX: hicimos franceses, anglosajones, argentinos.

Música y medicina

—¿Cómo empezó lo de la Orquesta y el Coro de la Facultad de Medicina de la UBA?

—La música y los médicos estuvieron siempre muy cercanos. La Facultad de Medicina, que va a cumplir 200 años, estuvo siempre ligada de una manera u otra. Cuando llegué, ya existía el Coro y había una orquesta. Entré al coro en 2001 y con la Orquesta empecé en 2003: la que estaba se fue y empezamos de cero con un proyecto distinto, a largo plazo, con otra pertenencia y otros costos. Tenemos un ciclo propio de conciertos (aparte de los que hacemos fuera de sede), con directores y solistas invitados.

El Coro trabaja su repertorio, con piano o a cappella, y se juntan para hacer los sinfónicos corales: oratorios de Mozart, Haydn, la “Novena” de Beethoven, el “Magnificat” de Bach.

Festejo local con sabor oriental

Ingignoli ensayando con los alumnos de la Escuela de Música, devolviendo parte de lo que la institución le dio. Foto: Luis Cetraro

Intercambio

El Proyecto O2 surge de la mano del violinista taiwanés Yi-Fang Huang y la compositora argentina Claudia Montero, con la idea de establecer un espacio de intercambio, de promoción y difusión de culturas lejanas y cercanas a la vez: Oriente y Occidente.

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