Ganadores del certamen de Nidera Nutrientes

La agrotécnica de Malabrigo

ganó por su entusiasmo

Más de 800 chicos de todo el país participaron de la segunda edición del concurso, orientada a la fertilización de soja. El objetivo: educar sobre la conveniencia de producir en forma sustentable.

Campolitoral

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Sergio Fabris es profesor de ciencias agrarias y ejerce la docencia en varias materia de la Agrotécnica 487 de Malabrigo.

A fines de 2009 les propuso a sus alumnos un proyecto muy particular: debían perderse las vacaciones para ponerse a trabajar todo el verano en la siembra, fertilización y cosecha de un lote testigo de soja. La cosa no terminaba ahí. Debían conseguir el campo, las máquinas y los insumos.

Increíblemente, ellos aceptaron. Con un entusiasmo digno de elogio, pusieron manos a la obra. Y no sólo lo hicieron, sino que ganaron el premio de Nidera para la zona norte, un mero simbolismo para semejante desafío.

“El año pasado llegó el proyecto del concurso y desde el comienzo tuvimos intención de participar, porque era una experiencia interesante para los alumnos. Pero eso nos significó una cuestión interna de organización importante para organizarnos en vacaciones”, le contó a Campolitoral.

“Identificamos un lote del padre de un alumno a 20 km. de la escuela. El lote venía de un ensayo de alfalfa con una parte de encalado, lo que después se notó en el rinde. Se hizo un muestreo antes de sembrar, usando un laboratorio de suelo con calador, y se sembró el 15 de enero. A partir de allí todas las semanas se seguía el lote con los alumnos, y lo llamativo es que ellos proponían el día para ir”, agrega.

Los alumnos aplicaron las dosis aconsejadas de superfosfato triple y simple para fertilizar, reconocieron en vivo y en directo las esporas de la roya, y a fines de abril se amargaron con una pedrada que mermó el rinde final.

Sin embargo, los resultados fueron sorprendentes: el 14 de mayo se trilló con 25 qq/ha de promedio, con picos de 29 qq/ha, nada mal para un ciclo largo sembrado tarde. “Queremos agradecer a Ricardo Faccioli (dueño del campo y de las máquinas)”, finalizó Fabris. El informe final de 28 hojas presentado, fue otro aspecto valorado por los jurados.

La idea

Tras los excelentes resultados de la edición 2008, realizada con trigo, Nidera Nutrientes decidió desafiar a los equipos a desarrollar un ensayo de fertilización en soja, el cultivo que se convirtió en el baluarte del cambio tecnológico. Más de ochocientos alumnos de 84 escuelas de todo el país estuvieron aprendiendo sobre el cuidado del suelo, la adecuada reposición de nutrientes y su uso racional junto a sus maestros. El trabajo de todo un año se vio reflejado en una serie de ensayos a campo, que abarca desde el análisis de suelo inicial, pasando por el seguimiento, planificación y obtención de los rendimientos.

En presencia de una escribana, los jurados evaluaron no sólo los rendimientos alcanzados por cada escuela, sino aspectos relacionados con el proceso del ensayo como los monitoreos mensuales, el análisis de resultados, la búsqueda de fuentes periféricas de información que aportaran al análisis y la calidad de la presentación final. Asimismo, notaron que muchos chicos habían utilizado la página del concurso en facebook como espacio de interacción con otras escuelas del país.

El concurso

El jueves 18 de junio, el jurado compuesto por María Giraudo (prosecretaria de la Comisión Directiva de Aapresid), Pablo Recuero (presidente de Fediap), Héctor Huergo (Editor de Clarín Rural) y Marcelo Palese (especialista en nutrición de Nidera) analizó las presentaciones de cada escuela y seleccionó los mejores trabajos.

“Estamos convencidos de que son las escuelas, como formadores, el mejor ámbito para insertar prácticas sustentables y hemos visto que son los chicos los mayores interesados en preservar el suelo en el que producen y en el que viven”, argumentó Camila López Colmano, gerente de marketing de la División Nutrientes y Protección de Cultivos de Nidera. El concurso, que resulta una experiencia inédita en el país, ya abrió la inscripción a su tercera edición, orientada al cultivo de maíz.

La opinión de los expertos

Según Marcelo Palese, “la intención fue que las escuelas pudieran ver los beneficios de fertilizar el cultivo de la soja, reponiendo lo que el cultivo está extrayendo. Se trató de un trabajo integral porque implicaba además de la fertilización, la inoculación, lograr que se fije biológicamente el nitrógeno, tratando de darle al cultivo todo lo que necesita sin perder el equilibrio nutricional del suelo y viendo cómo este manejo repercute en la obtención de rendimientos y la sanidad del cultivo”.

Héctor Huergo, por su parte, destacó las aproximaciones de los chicos a las nuevas tecnologías: “Es interesante que en algunos casos se vio un interés por la agricultura de precisión o la agricultura satelital. Pero además, algunas de las escuelas estuvieron permanentemente interactuando a través de facebook y otras redes sociales, mostrando los alcances de su trabajo, pidiendo, intercambiando información con otros alumnos participantes y con Nidera”.

“Me parece que es un trabajo muy interesante para las escuelas, ya que es una oportunidad para con el apoyo de Nidera- darle una vuelta de tuerca a su proyecto educativo en sí, tomar un caso concreto y resolverlo a lo largo del ciclo del cultivo”, agregó.

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En el lote. Docente y alumnos analizando el cultivo.

Foto: Gentileza Sergio Fabris