EN EL CENTRO CULTURAL MUNICIPAL
Miradas de pequeños grandes fotógrafos
Mañana se inaugurará la muestra colectiva “Miradas... recortes de unas cuantas mañanas”, compuesta por fotos del Taller de Imagen “El Refugio de los chicos”.
La muestra es fruto del trabajo realizado por los integrantes del taller.
Fotos: Gentileza producción
De la redacción de El Litoral
“El taller de imagen es un espacio dedicado a todo tipo de actividades tales como hacer fotografía, animación y videos para que los chicos aprendan a hacer estas artes y que puedan disfrutarlas”. Así expresó el joven Héctor Díaz, quien vive junto a otros chicos del “El Refugio de los chicos”, de calle Ituzaingó 1854. Junto a otros doce pequeños fotógrafos, Héctor asiste al Taller de Imagen que la profesora Claudia Ruiz dicta en forma semanal y cuya coordinación es responsabilidad de Eduardo Bavorovsky. Sus trabajos serán expuestos desde este viernes en el Centro Cultural Municipal (Cortada Falucho 2450), donde integrarán la exposición colectiva “Miradas... recortes de unas cuantas mañanas”.
La muestra es fruto del trabajo realizado en el Taller, un espacio de producción artística que depende del Programa Arte y Comunidad de la Secretaría de Cultura de la Municipalidad. Vale destacar que las impresiones de las imágenes fueron hechas por el Área de Prensa y Comunicación del Ministerio de Desarrollo Social del Gobierno provincial.
Espacio lúdico de aprendizaje
Los pequeños fotógrafos son los chicos que viven en el Refugio. En este marco, el Taller de Imagen surgió como respuesta a la necesidad de contener y proteger a este grupo de chicos y tiene como objetivos abordar fuertes carencias arraigadas en el imaginario de los niños: generar una imagen propia; promover una mirada no violenta sobre ellos y sobre el entorno que los rodea; brindarles elementos para el desarrollo personal como así también habilidades para afrontar una vida independiente; brindarles un espacio lúdico de aprendizaje, propio de los chicos.
En palabras de Héctor, “acá podemos hacer muchas actividades además de comer, dormir, bañarnos. Somos chicos de distintos lugares de la ciudad que tenemos entre 11 y 17 años. Tenemos muchos “tíos’ -en referencia a los operadores- que nos acompañan a la escuela, a hacer deportes, al hospital, al psicólogo... es un ambiente tranquilo”.