Los jugadores de la Selección Argentina, una mezcla de tristeza y agradecimiento
Llegaron sin la copa pero
fueron muy bien recibidos
Su participación en el Mundial de Sudáfrica no resultó superadora, aunque los hinchas les dieron una cálida bienvenida en Ezeiza.
Redacción de El Litoral
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Télam
El Seleccionado Argentino llegó ayer al país con el dolor a cuestas por la penosa eliminación ante su par de Alemania (0-4), en los cuartos de final del Mundial de Sudáfrica 2010, pero con la muestra de apoyo de miles de hinchas que expresaron su gratitud por el esfuerzo realizado por los jugadores y el cuerpo técnico encabezado por Diego Maradona, a pesar de la frustración deportiva.
En el vuelo 1947 de Aerolíneas Argentinas, la delegación albiceleste aterrizó en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza a las 17.20, mientras unos 500 simpatizantes la esperaban en las inmediaciones del portón principal de ingreso a la aeroestación.
Además, en medio de un estricto operativo de prevención diseñado por la Secretaría de Seguridad Interior, los hinchas manifestaron su apoyo incondicional al Seleccionado Argentino, con banderas y expresiones verbales en las que la palabra “orgullo” era el común denominador.
Simpatizantes de la localidad bonaerense de Villa Fiorito, el lugar de origen de Maradona, exhibieron una gran bandera que rezaba “Dios le da larga vida a mis enemigos para que puedan aplaudir de pie mis triunfos”.
Otros aficionados, a través de un cartel pequeño, expresaron su gratitud con la frase “Gracias por intentarlo”. Asimismo, un simpatizante que reside en Ezeiza, en diálogo con Télam, se permitió analizar el partido ante Alemania: “El primer gol liquidó a la Selección”, aseguró.
Mientras, una señora sexagenaria, que vive en Monte Grande, destacó la conducta que tuvieron los jugadores argentinos una vez consumada la categórica goleada alemana. “Se portaron como caballeros”, expresó.
Un hincha, vestido como el personaje Jack Sparrow, de la saga cinematográfica Piratas del Caribe, amenizó la espera tocando el Himno Nacional con un saxo, mientras el resto acompañó la melodía con el ya popular “oh”, con el cual se interpreta la canción patria en los estadios.
En su ómnibus oficial, el Seleccionado Argentino (que no pasó por las instalaciones del aeropuerto), emprendió luego camino hacia el predio de la AFA, acompañado por personal de la policía bonaerense y de la Gendarmería Nacional, a través de la ruta 205, que tuvo a sus costados enfervorizados simpatizantes a lo largo de unos ochocientos metros.
Recorrido
Un millar de hinchas, representados por familias enteras en las que abundaron los niños (gorros, banderas y paraguas conformaron una verdadera “marea celeste y blanca”), esperaron el paso del Seleccionado junto a la autopista Ricchieri, al tiempo que se pronunciaron a viva voz por la continuidad de Maradona al frente del plantel. Dos micros repletos de simpatizantes y un grupo de jovencitas, que aguardaron en vano acercarle mensajes de amor al delantero Gonzalo Higuaín, se distinguieron entre el numeroso grupo de personas que se apostó para ver pasar a los futbolistas y al cuerpo técnico.
Ya en el predio de la AFA, el número de hinchas fue de unos 3.000 mil. A los gritos, los simpatizantes aclamaron al plantel y a Maradona, quienes incrédulos por semejante apoyo, desde el interior del micro sacaron fotografías. A Diego se lo vio conmovido por el respaldo y tiró besos a la multitud.
Sin el preparador físico Fernando Signorini y el personal de utilería, que se quedaron en la ciudad sudafricana de Pretoria, el seleccionado argentino ingresó al predio de Ezeiza a las 18.45.
Sin dudas, la tristeza que reinó en el viaje de regreso por el inesperado adiós a la Copa del Mundo en cuartos de final se transformó en emoción, ante la calurosa bienvenida de los hinchas.
¿Dijo que se va?
El matutino Crónica relata hoy la llegada de Diego Maradona a su casa, tras su arribo a Ezeiza.
Verónica (Ojeda, la novia del entrenador) salió raudamente a bordo de una camioneta negra... Todo hacía presentir que iba a buscar a la persona más deseada del día: Diego Maradona. Cuando el reloj marcaba las 20.35 apareció en las sombras del predio El Trébol, una nueva camioneta que se dirigió directamente a una casa llamada “El Perfume”. Esta no es una casa cualquiera, allí vive Maradona.
Y arriba del vehículo se pudo divisar al entrenador con su pareja. Con un habano en la mano, Maradona se lo dio Verónica y bajó el vidrio de su puerta para que unas quince personas pudieran tener un contacto directo con él. Los “hinchas-vecinos-amigos” no querían que se fuera de la Selección Argentina.
Pero las palabras del director técnico fueron contundentes: “Ya está, mi ciclo terminó”. No tuvo tiempo, siquiera, de ojear una carta que la vecina de enfrente le había escrito.
La emoción de Diego era tan grande que en el breve diálogo que mantuvo con Crónica, se lo notó al borde del llanto. “Di todo lo que tenía”, se sinceró, en medio de las lágrimas de sus vecinos.
Lo dicen todo
Jonás Gutiérrez, Walter Samuel, Gabriel Heinze y Javier Mascherano muestran su desconcierto al ver que tanta gente les brindó su apoyo a pesar de la eliminación de la Copa del Mundo. Foto: EFE