“Bam Bam” Zamorano, aquel goleador “serial” del fútbol chileno...
“No sé si Diego debe irse pero
tiene que hacer una autocrítica”
Criticó la falta “de equipo” de la Argentina y dijo que Bielsa se tiene que quedar en Chile.
Enrique Cruz (h)
(Enviado Especial a Durban, Sudáfrica)
Tiene 43 años, pero parece que el tiempo se apiadó de él en forma inversamente proporcional a como él no lo hacía con los arqueros rivales. Iván Zamorano fue una gran estrella del fútbol chileno, marcó 321 goles en toda su carrera y es el segundo máximo goleador de la historia chilena, detrás del recordado “Pata bendita” Castro. Compartía la mesa con el colega Pedro Carcuro, pero “Bam Bam” se dio un lugar para hablar con el enviado de El Litoral en esta bellísima Durban, que nada debe envidiarle a Ciudad del Cabo. La ciudad disfruta de sus largas y hermosas playas sobre el Índico, y de una temperatura impropia para estos tiempos de invierno en Sudáfrica (22 ó 23 grados durante el día), lo que convierte a Durban en un lugar que, al menos en estos días, se convirtió casi en tropical.
—¿Cómo estás Iván?
—Disfrutando de este Mundial, esperando Alemania-España y confiando en España. Le tengo fe.
Es que Iván Zamorano echó raíces también en España. Jugó en Sevilla y en Real Madrid, donde ganó la Liga de 1995 y fue el goleador del equipo, valiéndose del ansiado “Pichichi”, trofeo que se le otorga al máximo artillero del torneo español.
—¿Terminó fracasando Argentina, Iván?
—Con la calidad de sus jugadores, con los dos campeonatos obtenidos en su historia, creo que sí, que se esperaba más del equipo. Pero te digo una cosa: se enfrentó a la mejor selección de este torneo y se vio desenmascarada por todos los problemas que, como equipo, tiene Argentina.
—Coincide con el razonamiento generalizado que se hace en mi país...
—¿Qué cosa?, ¿lo de la falta de equipo? Argentina quedó atrapada por eso... Con las individualidades no alcanza, por más que en tu equipo lo tengas a Messi. Argentina quedó al debe, pero jugar con Grecia, con Corea y con Nigeria no es lo mismo que jugar con Alemania. Argentina tiene que entender que las individualidades no siempre alcanzan.
—¿Maradona es el gran responsable o es el sistema, que impide que los técnicos puedan trabajar mucho tiempo con los jugadores?
—Todo influye. Por un lado, Diego no tuvo el tiempo para trabajar con los jugadores y, también, que los mundiales se juegan al final de las temporadas en todos los países y los futbolistas no llegan en las mejores condiciones. Argentina tenía jugadores para llegar más arriba.
—Cuando selecciones como Argentina o Brasil pierden en cuartos de final, los técnicos, ¿deben irse?
—No sé, ése es un problema de ustedes... No sé si se tienen que ir, pero la autocrítica es necesaria y constructiva. Desde la autocrítica se pueden sacar conclusiones que conviertan al futuro en más próspero.
—De Bielsa, ¿qué opinás?
—Que las cosas buenas deben mantenerse y ojalá que Bielsa pueda quedarse cuatro años más. Esta es una generación de jugadores jóvenes, que con un proceso similar y con un técnico que los conoce, pueden llegar con madurez al 2014.
—¿Cuál es el delantero que más te sorprendió?
—Varios... Klose, el alemán; el español Villa, Forlán y los dos holandeses Sneijder y Robben. Hay otros que pasaron sin pena ni gloria.
—¿El Niño Torres?
—Llegó mal físicamente; si no, seguro que iba a ser una gran figura. Ése fue el problema de Fernando Torres.
—¿Cuál será la final?
—Holanda-España.
—Pero me dijiste en el comienzo de la charla que Alemania era el mejor equipo del Mundial...
—Pero en este partido, España llega mejor, yo le tengo mucha fe.
Desde ya que la nota con Iván Zamorano se hizo antes del encuentro de anoche en Durban, cuando todavía alemanes y españoles llegaban con la fe intacta y con el antecedente de un notable poderío ofensivo.
En la página oficial del Real Madrid, Iván Zamorano integra la lista de leyendas de la institución, junto a otros grandes delanteros como Butragueño, y en medio de enormes jugadores como Alfredo Di Stéfano, Stielicke, Ferenk Puskas, José Antonio Camacho y Paul Breitner, entre tantos otros.
Su padre también fue futbolista, pero Zamorano lo perdió a los 13 años y, a partir de entonces, comenzó una nueva vida para él, creciendo de golpe y aferrándose a cada posibilidad de gol que tenía frente a un arquero adversario para pensar que en esa jugada estaba el porvenir de su vida.
“Ustedes, en la Argentina, tienen grandes jugadores, caudillos en serio y goleadores seriales. Messi, Higuaín, Tevez, Palermo, Mascherano... Todos son buenos de verdad. Diego tiene que hacer una autocrítica en serio, aprender de los errores y ponerse a trabajar. Ustedes tienen muy buenos jugadores, te lo vuelvo a repetir”, le dijo Zamorano a El Litoral, antes de emprender su caminata hacia el pupitre para ver Alemania-España, vaticinando un triunfo español.
