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Destreza y coraje

El rejoneador español Pablo Hermoso de Mendoza, jinete de un tordillo, en una brillante exhibición de su destreza y coraje, apoya el codo de su brazo derecho en la testuz del toro de lidia que enfrentaba en la Plaza de Pamplona, durante la Feria del Toro que se realiza en simultáneo con los sanfermines. El rejoneo, esto es el toreo a caballo, es una práctica tan celebrada por los amantes del arte taurino, como el toreo de a pie. Los caballos de más rancio abolengo que se destinan al rejoneo son los Cartujanos, usados generalmente en el último tercio, a la hora de matar. El rejoneador tiene que hacer una gran faena bonita para ser premiado con una, dos orejas o dos orejas y rabo. La faena completa incluye ponerle al toro uno, dos o tres rejones de castigo, dependiendo de la fuerza del toro y la elección del rejoneador. A continuación, viene el tercio de banderillas y, por último, el rejón de muerte. Hermoso de Mendoza hizo todo lo que debía y cómo debía; se ganó las dos orejas y abandonó el coso en andas de sus fanáticos. Foto: Agencia EFE