Matías Causso

“Enrique”, la pieza clave

Natalia Urquiza restó importancia a los dichos de Priscila Causso y dijo que ella cambió después de hacer contacto con una secta.

José Luis Pagés

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Natalia Urquiza, madre adoptiva de Priscila Causso, dijo desconocer qué fue de “Enrique”, el hombre que, según la chica, podría saber de Matías, su hermano menor desaparecido misteriosamente el 28 de diciembre de 2009.

La mujer mencionó a “Enrique” como al padrino de su hija menor y dijo que -al conocer los dichos de la chica- se dirigió a la casa de calle 9 de Julio al 7500 y recién entonces vio por ella misma que esa vivienda había sido demolida.

Priscila, quien también dejó la casa de su padre apenas cumplió los 18 años, recordó que “Enrique” le había dicho que hacía circular una falsa versión, según la cual él había terminado su amistad con los Causso, para conseguir que Matías, confiado, visitara su casa.

Priscila agregó que “Enrique” le explicó entonces -a poco de desaparecer Matías- que eso hacía con la intención de atraer al chico y entregarlo a su padre, Alejandro. Luego, la chica pidió al fiscal que registre el terreno donde se levantaba la casa de “Enrique” hasta tres o cuatro meses atrás.

Por su parte, Natalia Urquiza dijo haber encontrado a su compadre el 29 de diciembre en la esquina que forman las avenidas Galicia y A. del Valle y que, entonces, “Enrique” se comprometió a ayudarlos en la búsqueda de Matías, pero -agregó- “como lo habría hecho cualquiera en una situación así”.

Natalia recordó que conoció a “Enrique” cuando, para la reventa, le compraba las flores de parafina que él confeccionaba, “pero después yo aprendí a hacerlas de goma y empezamos a vernos más espaciadamente”.

Ahora, Natalia dijo ignorar por completo adónde fue “Enrique” junto a su mujer y sus hijos, quienes presuntamente viajaron al Uruguay poco después de la desaparición de Matías, aunque él podría permanecer en nuestro medio ya que no hay registro de su paso en los puestos fronterizos.

“No está bien lo que dice Priscila -aseguró Natalia-. Porque a Priscila me la cambiaron, está desencajada y ya no es la Priscila que se fue de esta casa, porque si lo fuera, tendría que agradecer todo lo que “Enrique” hizo por ella y por Matías”.

Después, Natalia, quien dijo querer a Priscila como a una hija más, aunque ella se empeñe en llamarla madrastra, y se dedicó a negar puntualmente las acusaciones públicas que aquella hizo desde Paraná.

“No se me ocurre de donde sacó eso de “la merca’ y otras palabras que nuca escuché en boca de ella. Nunca vendió otra cosa que las flores que hago yo, además su padre -Alejandro- tenía con ella buena relación, tan buena como ella misma reconoció el mismo día que se fue de la casa con una sonrisa. Se fue al Chaco y después a Paraná”.

También Natalia Urquiza sostuvo que contra lo que dijo Priscila, la ropa y el calzado de Matías “no fue regalado cuando él se fue. Yo tengo todo guardado en casa -afirmó-, también la ropa de ella”.

En cuanto a Matías, Natalia dijo que desde el 28 de diciembre no sabe nada de él y en un todo coincidente con Priscila, en este punto, dijo que desde entonces no recibió una sola llamada del chico.

Por último, Natalia Urquiza hizo notar que Priscila cambió y que ya no es más la misma persona desde cuando, a través de una cliente, hizo contacto con lo que ella creyó un culto religisoso y terminó siendo una secta. “Desde entonces -dijo-, se fue y empezó a hablar mal de nosotros”.

Natalia Urquiza hizo llegar a esta redacción una carta donde refiere una extraña experiencia vivida por ella y Alejandro Causso entre las personas que supuestamente fueron las últimas en tratar con Priscila. “Para ésos -dijo Natalia-, El Señor no es Dios. El Señor, es San la Muerte”.

“Enrique”, la pieza clave

Priscila junto a su padre Alejandro.

Foto: Archivo

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Natalia Urquiza, madre adoptiva de Matías y Priscila Causso.

Foto: Archivo