EL LITORAL

Las lesiones más comunes en los deportistas

La práctica deportiva, tanto en el campo aficionado como en el profesional, presenta alta incidencia de lesiones, que se deben a una multiplicidad de factores. Una estadística demuestra que durante la temporada competitiva, dos tercios de los futbolistas de elite sufren lesiones.

Alejandro Galetto

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Practicar deportes, en cualquiera de sus variantes, es estar expuesto constantemente a las lesiones. Por ello, este tópico se convierte en fundamental para los deportistas, ya sean amateurs o profesionales. Entonces, El Litoral decidió consultar con un facultativo especialista en la materia, y para ello convocó a Adrián José Modotti, especialista en medicina familiar y del deporte (mat. prof. 4407).

Números

En el campo profesional, en ciertos momentos de la temporada, dos tercios de los jugadores de alta competición sufren lesiones, de las cuales el 18 % necesitan cirugía.

Dentro del abanico de deportes que se pueden practicar, es precisamente el fútbol el que presenta mayor número de dolencias. Esto es así por la recurrencia de golpes y choques durante los partidos, lo que engrosa el historial de lesiones de los jugadores profesionales.

Según datos estadísticos, en los últimos Juegos Olímpicos se registraron 2,7 lesiones en cada partido. Entre el 73 y 86 % de estas lesiones ocurrieron por contacto con otros jugadores, y entre el 37 y el 50 por ciento fueron casos causados por fouls.

En el largo plazo, los futbolistas de elite de veinticinco años en adelante, con lesiones conocidas, muestran cambios radiográficos de osteoartritis de 63 por ciento en rodillas y 33 por ciento en tobillos.

Con estas evidencias, las lesiones y el dolor se convierten en un problema significativo para los jugadores y deben ser consideradas un llamado de atención para esta ocupación.

Las más leves

Según Modotti, las lesiones traumáticas fundamentales son las que se detallan y explican a continuación.

La contusión. Es consecuencia de un trauma directo sobre una región, choque o golpe en que la piel resiste sin abrirse. Si es leve, sólo hay dolor e hinchazón; si el golpe es más serio, se rompen pequeños vasos y aparecen hemorragias o hematomas.

Esguince. Es una alteración de la articulación causada por un movimiento brusco, que la hace sobrepasar de los límites normales de su movilidad (torceduras o entorsis). Se manifiesta por dolor, hinchazón, hemorragias y derrames; los más frecuentes son los de tobillo y rodilla. Pueden ser leves, moderados o graves, según el compromiso de las estructuras afectadas (roturas de ligamentos, cápsula articular, etc.).

Distensión muscular. Se trata de rupturas fibrilares o incompletas de un músculo que no llegan a la rotura completa del mismo. Es común que se presente en su primer salto o sprint, al iniciar bruscamente una corrida, cuando el jugador siente un “tirón” o sensación de golpe en el músculo afec

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Lo peor. La fractura es la lesión más grave, porque nunca se puede saber con exactitud cómo será la recuperación. En la imagen, la rotura de tibia y peroné sufrida por Alejandro Domínguez en el Mundial Sub 20 de 2001, en Argentina. Foto: Archivo El Litoral.

En este envío, las dolencias en los miembros inferiores

Las lesiones más comunes en los deportistas

tado, que se manifiesta por dolor, tumefacción e impotencia por el mismo dolor.

Las más graves

Ruptura ligamentaria. Es una agresión articular más intensa, donde se produce una ruptura total del ligamento afectado, generando una inestabilidad manifestada por la apertura articular, la que se puede diagnosticar clínica y radiográficamente.

Los lugares típicos en que se da esta lesión son el tobillo y la rodilla. La lesión más temida por el futbolista es la ruptura de los ligamentos cruzados anteriores y laterales (internos y externos), ya que requiere cirugía y tiempo prolongado de recuperación.

Ruptura tendinosa. Este tipo de lesión se debe a la elongación súbita del tendón estando el músculo contraído, cuando la articulación es obligada a moverse en el sentido contrario de esa contracción muscular.

Las más común es la ruptura del tendón de Aquiles, que se produce sobre un tendón ya desgastado. A menudo, el lesionado siente un chasquido y la sensación de haber sido apedreado en ese sitio; provoca impotencia para la movilidad activa.

Rotura Muscular (desgarro). Se produce la ruptura completa de la fibra muscular, provocando impotencia funcional, dolor y la aparición de un hematoma focal mayor, ya que el músculo es un órgano muy vascularizado.

A veces deja una depresión bien neta en el sitio de la lesión, lo que es más común en el cuádriceps. Es una dolencia que requiere de inmovilización inmediata y posterior tratamiento kinesiológico.

Luxación. Es la pérdida permanente de contacto de las superficies articulares, de carácter traumático. Supone una grave rotura de cápsula y ligamentos articulares; se manifiesta por dolor, impotencia funcional, deformación, resistencia elástica al cambio de posición y posición especial del miembro lesionado, típica para cada luxación.

Debe ser reducida lo más rápido posible y con el mayor cuidado; se debe inmovilizar el tiempo necesario para que cicatricen la cápsula y los ligamentos desgarrados.

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Rodilla. Es la articulación más compleja. Puede sufrir rotura de meniscos, distensión ligamentaria o rotura. En la imagen, Luciano Figueroa (jugando para River) se lesionó solo. Foto: Agencia EFE.

La más temida: la fractura

Se entiende por fractura a la ruptura ósea producida bruscamente; según su causa, se dividen en traumática, espontánea, patológicas y por fatigas o estrés.

Las traumáticas son las más comunes y se deben a violencias externas o internas determinadas; las espontáneas ocurren en aquellos casos en que el traumatismo es tan leve que parecen producirse por un esfuerzo normal; la patológicas se deben a un padecimiento óseo que debilita la estructura del hueso, tal como la osteoporosis; las producidas por fatiga o estrés son las que son consecuencia de la sobreexigencia a la cual es sometido el hueso, tal es el caso de los atletas sobreentrenados.

Manifestación. Se manifiesta clínicamente por dolor, que es puntual sobre el sitio de la fractura, impotencia funcional, movilidad pasiva anormal y crepitación. Se diagnostica por radiografía y el paciente debe ser rápidamente inmovilizado.

Se debe hacer hincapié en la urgencia traumatológica más importante, que son las fracturas expuestas, aquellas en que la herida está en comunicación con el foco de la quebradura. La gran mayoría se produce en la pierna (tibia y peroné). Son de carácter grave, ya que agregan un factor complicante que es el de infección; una fractura expuesta mal tratada genera una osteomielitis crónica (secuela invalidante) y una no tratada expone al paciente a una gangrena gaseosa y su posterior muerte.

Las lesiones antes mencionadas pueden ser provocadas en la práctica activa del deporte, ya sea amateur o profesional. Es de suma importancia que los aspirantes a la práctica activa de un deporte se sometan a los exámenes físicos de rutina, a fin de evitar riesgos innecesarios.

Estos tests consisten en: examen físico detallado, radiografía de tórax, electrocardiograma y ergometría, análisis de laboratorio de rutina, entre otros que el profesional de la salud puede solicitar de ser necesario, según el caso particular.

Tobillo. Las lesiones en la articulación más baja del cuerpo son muy comunes. Pueden ocurrir por un golpe fuerte o bien por pisar en falso.

Foto: Agencia Télam.

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