Matrimonio “igualitario”

Monseñor Arancedo dijo que hubo

ligereza en algunos legisladores

Reconoció el derecho de personas del mismo sexo que quieren convivir. Pero reclamó que la Justicia debe saber distinguir el matrimonio que genera y cuida la vida, sin restarle derechos a nadie.

Monseñor Arancedo dijo que hubo ligereza en algunos legisladores

Mons. José María Arancedo conversó hoy con El Litoral.

Foto: Luis Cetraro

 

De la redacción de El Litoral

El arzobispo de Santa Fe, José María Arancedo, evaluó que hubo “ligereza” en el tratamiento de la ley que habilitó el matrimonio entre personas del mismo sexo, y no descartó nuevas acciones para favorecer una norma de unión civil, que respete derechos de las personas como de la institución del matrimonio, “pero no con estos políticos”.

“Esto no tiene que estar en contra de los derechos de las personas, no se está en contra de que las personas del mismo sexo quieran convivir y tengan los mismos derechos, sucesorios por ejemplo; lo que se está defendiendo es la realidad de la diversidad sexual en orden a la vida, y que eso tiene un instituto que es el matrimonio, que merece ser tutelado, defendido, incluso culturalmente propuesto”.

Monseñor Arancedo dijo que la Iglesia “defiende una realidad objetiva, un sentido de la sexualidad que tiene en la relación hombre-mujer un significado profundo para la vida de las personas, antropológico y biológico, pero también para la sociedad como lo es generar la vida y cuidarla”.

Apuntó que el matrimonio “es una institución que tiene una fortaleza, una historia; y cuidar los derechos de una institución es algo que compromete también a la política”.

Sostuvo más adelante que “las instituciones tienen sus derechos que hay que saber respetar, y las personas también los tienen. Pero no hay que manosear instituciones en aras de la discriminación. El matrimonio tiene como institución derechos fundados en la diversidad sexual, la complementariedad y en la generación y cuidado de la vida. Eso merece un tratamiento que no hay por qué igualar”.

Senadores “presionados”

El arzobispo siguió “de cerca y con preocupación” el debate en el Senado. “Ha habido mucha ligereza. Uno respeta el orden democrático y las personas de los legisladores, pero me ha quedado el sabor que los legisladores actuaron presionados”, dijo el prelado.

Apuntó que “desgraciadamente se mezclaron cosas” como el tema de la discriminación, cuando “no hemos tenido nunca el deseo de demonizar o faltar el respeto a nadie”.

Además apuntó que los académicos que informaron a los senadores desde distintas perspectivas, advirtieron que “no era correcto hablar de un matrimonio homosexual en igual nivel que un matrimonio heterosexual. Son cosas distintas; a la Justicia le corresponde saber distinguir y hacerlo no es quitar los derechos a nadie”.

Enfatizó que “cada realidad merece un tratamiento jurídico propio. Hay una resignificación de la sexualidad por legisladores que han actuado presionados”. También señaló que “hubo una intencionalidad política y una legislatura que no midió las consecuencias que esto tiene”.


Sin consultas y a la espera

En Santa Fe aún no hay consultas de interesados del mismo sexo en formalizar su relación. Y las autoridades descartan “objeciones de conciencia” de los oficiales del Registro Civil encargados de celebrar el acto.

Sin embargo, la norma aún no está vigente y deberá enfrentar el mundo práctico. Especialistas en derecho de familia, consultados esta mañana por El Litoral, prefirieron esperar a analizar bien el texto de la norma antes de opinar sobre sus implicancias. “La cosa se ha simplificado demasiado; no se trata sólo de casamiento gay sí o no”.

La jueza de paz pampeana Marta Covella insistió hoy en que se negaría a celebrar una boda gay, basada en objeción de conciencia. “Yo tengo principios cristianos y la Biblia dice que Dios no aprueba esto. Entonces no puedo hacerlo, siento que no debo hacerlo”, dijo, aunque rescató que de todas maneras, hay en su provincia un juez de paz suplente que puede llevar adelante la ceremonia.

En Santa Fe, el director del Registro Civil, Leandro Trangoni, recordó que la norma todavía no está vigente ni hay instructivos específicos, pero también dijo que “las puertas están abiertas para todos” los que quieran hacer alguna consulta.

“No creo que se presente ningún inconveniente”, dijo el funcionario cuando se le planteó qué pasaría si un oficial del Registro en Santa Fe plantea objeciones personales. “No veo por qué pueda negarse a lo que dispone la ley”, apuntó Trangoni.

Por su parte, el ex presidente Néstor Kirchner dijo que “un país que amplía derechos está creciendo democráticamente”. Y le pidió a la Iglesia que “se modernice” y “entienda los nuevos tiempos y no cometa los mismos pecados abriéndole el corazón a todos los argentinos”.

Derechos de chicos

Arancedo opinó que “no es lo mejor” la crianza de chicos por parejas homosexuales. Dijo que la adopción no parte del derecho a la paternidad sino del derecho del chico a “tener padre y madre”. Cuestionó que en ese vínculo no se puede hablar de “contrayentes” y recordó que “el lenguaje tiene un significado simbólico para nombrar la realidad”. Apuntó que las leyes “no son ingenuas” y “tienen un sentido pedagógico”, pero también dijo de muchas cosas “se vuelve por el absurdo”. Aclaró que “no hay que demonizar” a las parejas homosexuales, pero ratificó que “vamos a seguir hablando que hombre y mujer son realidad, y para un cristiano tiene un significado la diversidad sexual en orden a la vida”.

/// EL DATO

El Estado y la Iglesia

Al apuntársele que se acusó a la Iglesia de pretender imponer sus criterios sobre la institucionalidad civil, monseñor Arancedo respondió que “es injusto decir eso”.

Recordó que la postura favorable a la ley “tuvo medios, periodismo, televisión. La Iglesia se manejó con la palabra y movilizaciones católicas en Santa Fe. No fue llevado nadie pagado, no se hizo un festival para llevar gente”.

Cuando se le señaló que hubo críticas por la obligación a escolares, dijo que “acá en Santa Fe eso no sucedió. (La marcha) se hizo después de la hora de clases; que se haya invitado a los padres es otra cosa, pero no se los obligó a ir”.

Insistió en que “hay una crítica a la Iglesia que es injusta, y las personas que ven el tema con apertura y serenidad lo conocen”.

Arancedo asintió cuando se le preguntó si el gobierno había actuado con criterio hegemónico. Y dijo que “ha tratado incluso de hablar de un enfrentamiento con la Iglesia. Pero la que habla del matrimonio como hombre y mujer no es sólo la Iglesia; algunos legisladores han hablado con ligereza; a algunos de ellos tal vez los formó la Iglesia y ahora tienen como una rebeldía de chicos”.

Respecto del contrapunto entre Bergoglio y la presidenta, señaló que “es una lástima porque eso saca el tema de la reflexión. Cuando escuchaba a los juristas que iban al Senado me ponía contento; pero ese nivel se cayó. Políticamente, hicieron caer el nivel de la discusión, y de esto acuso al gobierno y los legisladores, la bajaron a nivel de confrontación, de sensibilidad, diciéndonos: estos chicos son buenos. Nadie dice que no son buenos”.

Como se pide

Los senadores nacionales del Peronismo Federal, Adolfo Rodriguez Saá (San Luis), Juan Carlos Romero (Salta) y Carlos Reutemann (Santa Fe) dieron a conocer un comunicado en el que informan que participaron de la sesión de la Cámara Alta en la que se debatió la modificación al Código Civil para permitir el matrimonio entre personas del mismo sexo y votaron el dictamen de rechazo al proyecto que llegó con media sanción de la Cámara de Diputados. Señalan, además, que dejaron sus bancas cuando se puso posteriormente a votación el expediente de minoría, que respaldaba la aprobación del proyecto. Para abundar en detalles -dice el comunicado- “la versión taquigráfica de la sesión en cuestión elimina cualquier duda de la posición y voto de los tres senadores nacionales en relación al tema mencionado”.