Diego Pozo y Ariel Garcé coincidieron tras estar en el Mundial de Sudáfrica

“Una experiencia increíble”

El arquero y el defensor de Colón relataron sus vivencias con la Selección Argentina, con Diego Maradona y con el resto de los jugadores. El “Chino” aseguró: “No tengo rencor con nadie”.

Ignacio Andreychuk

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Que dos jugadores del fútbol de Santa Fe estén en un Mundial con el Seleccionado Argentino, no ocurre muy seguido. De hecho, no había sucedido nunca. Por eso, el encuentro con Diego Pozo y Ariel Garcé en la sala de conferencias del Club Atlético Colón era un motivo más que suficiente para escuchar sus conclusiones sobre la Copa del Mundo de Sudáfrica, la convivencia con Maradona, Messi, Tevez, Mascherano y todo clima que se generó en torno de la Argentina.

“Fue una experiencia muy linda, que nos dejó cosas buenas y otras amargas, como la eliminación. Hay que sacar las cosas positivas: el hecho de jugar un Mundial y de estar al lado de futbolistas que participan en las mejores ligas. Estar en una Copa del Mundo es lo más lindo que le puede pasar a un jugador”, comentó el arquero Pozo.

Sobre lo mismo, el “Chino” Garcé opinó: “Con relación a dos aspectos, lo humano y lo deportivo, fue una experiencia y un crecimiento enorme. En lo profesional, porque compartís días con jugadores de un gran nivel y en la personalidad por el aprendizaje que te deja en cuanto a la formación de un grupo y por transformar esa energía negativa que a veces genera el hecho de no jugar en algo muy positivo desde el acompañamiento y aportar la verdadera alquimia, como se habla, en un grupo de 23 futbolistas”.

“Lo poco o mucho que aprendimos —añadió—, esperemos llevarlo a cabo acá frente a nuestros compañeros del plantel y volver a ponernos el chip de que estamos acá y lo que vimos en Sudáfrica, ya pasó. Tenemos que ocuparnos de entrenarnos fuerte y devolverle a este club todo lo que hemos vivido con la Selección Argentina”.

Temas “picantes”

* La continuidad de Maradona. “De mi parte, Diego debe seguir. La continuidad siempre da los frutos y él, desde que arrancó, aprendió a cómo vivir con un grupo durante muchos días y a ser mejor técnico. Personalmente, me parece que debe continuar y acá hay jugadores para revertir esta imagen, además se viene la Copa América en poco tiempo y él tiene muchas ganas de trabajar”, dijo Pozo.

“Es muy difícil hacer un balance tan cerca de lo que pasó, porque al margen del buen trabajo que se pudo lograr allá y de la buena onda que gobernó la concentración, todavía hay muchas heridas abiertas como para opinar sobre la continuidad o sobre una persona. Entonces, tendría que pasar el tiempo y tampoco sé si nosotros somos los encargados de hacer el análisis de si se tiene que quedar o ir. Yo banco los proyectos con más tiempo y con esta calidad de jugadores, seguramente se puede llegar a armar algo lindo. Argentina, lo que más tiene, es materia y lo que falta es pulirla. Pero, reitero, no sé si soy el indicado para opinar sobre eso porque todo lo que viví fue gracias a él, entonces es complicado dar un comentario al respecto”, sentenció Garcé.

* Romero y Andújar. “De lo que más hablábamos fue de la pelota. Sin dudas, fue la más difícil con la que me ha tocado entrenar. También charlamos sobre los arqueros, nos corregíamos algunas cosas que veíamos entre los tres y nos fijábamos cómo resolverlas. Ellos están en ligas muy importantes y fue muy bueno compartir tantos días a su lado”, describió el guardameta mendocino.

* Alemania. “No me voy a meter en la táctica ni la estrategia porque es muy difícil, además todavía está todo muy cerca y las heridas no cerraron. Todos podemos opinar después de que Argentina perdió 4 a 0, pero jugamos de la misma manera durante todo el campeonato mundial”, afirmó el líbero de Colón.

* El club. “Cuando hablé de mis participaciones de la Selección Argentina, siempre me refería a Colón, que me había dado la oportunidad de jugar en Primera; al Turco Mohamed y todo su cuerpo técnico, por haber confiado en mí y darme tanta confianza. Soy un agradecido a este club por haberme abierto las puertas. También le agradezco a la gente que confió en mí, a mi familia y a muchas personas que estuvieron cerca” (Pozo).

“En mi caso, yo agradezco un montón de cosas y a muchas personas que hicieron un esfuerzo enorme por ayudarme en todo momento para que estuviera ahí. Seguramente, Mohamed, el presidente Lerche, Esteban Kreig (su representante) y varios componentes inclinaron la balanza para que me elijan a último momento, más allá del mérito de jugar y haberlo convencido tras mi participación en ese partido (fue ante Haití, en Neuquén)” (Garcé).

Las críticas y las banderas

Ariel Garcé fue el jugador más apuntado del plantel argentino por distintos sectores de la prensa y los hinchas. Hubo trapos en su contra, pero también en apoyo al “Chino”.

“No me quedó rencor para nadie. Estoy agradecido por el trato que tuve de parte de Santa Fe, de gente que ha vivido momentos conmigo y que conoce un poco más a la persona, que se manejó muy bien y también agradezco el manejo que tuvieron ustedes (por los periodistas) como la gente de Rosario y Tandil. Para los demás, los que hablaron mal, entiendo que es parte del show, nunca lo compartí y por eso quizás me han tratado de esa forma. No siento rencor con nadie, porque yo disfruté a los 30 años de una experiencia increíble, quizás no tan esperado, pero sentí que mucha gente cerca a mí estuvo muy feliz por mí, tanto mis amigos como la familia, y eso me bastó”, tiró Garcé.

Luego agregó: “Había muchas banderas... Por suerte, tenemos la suerte de la libertad de expresión y cada uno puede poner lo que quiera o lo identifique. Estoy agradecido con el buen trato, no lo sentí como un maltrato. Soy profesional hace 11 años y, al margen de que sorprendió, siempre laburé mucho para que un día el Barba me dé un premio. Me comí muchos palos y me la banqué, entonces esto también me lo merecía. Creo que fueron más las banderas de apoyo”.

Para concluir, el propio defensor colonista habló sobre sus chances de ingresar a la cancha, que finalmente no pudieron concretarse: “Tenía la ilusión, una vez que me puse a entrenar y estuve a la altura del resto (sufrió una molestia en el inicio de la preparación en Pretoria), de poder jugar al menos algún instante. Lógicamente, si el técnico me quería tenía la posibilidad y, si no me quería poner, también tenía la posibilidad. Éramos doce suplentes, que estábamos a la espera viendo a los once que salían a jugar y había muchas variantes. La ilusión la tuve en todo momento, pero con Grecia calenté durante 70 minutos y pensé que iba a entrar, pero el partido no se dio porque hicimos el gol bastante tarde y son decisiones que no me corresponden a mí”.

El show del “Chino”

Ariel Garcé terminó la conferencia con una “dedicatoria” especial para el presidente Germán Lerche.

Primero, el defensor respondió una pregunta sobre una nota que brindó hace días un diario capitalino: “Quizás dije que me iba a retirar en 2013 porque voy a estar grande o porque me van a tener que empujar la silla de ruedas”

Y luego remató: “Hablé con Germán (Lerche) y todavía no pienso en el retiro. Esto me dio vida. No lo pensé... pero Germán me está ofreciendo para que me quede de técnico... Es una locura, pero más loco está el presidente (risas)”.

Al referirse, ya más serio, a la eliminación de la Argentina, el “Chino” comentó: “Lo que significó la derrota para todo el país, y para nosotros que lo representábamos, fue casi el mismo dolor que los once que salieron a la cancha y aún más. No nos tocó jugar por distintas situaciones, pero entrenábamos, vivíamos y compartíamos todo con ellos, entonces la sensación de dolor fue la misma”.