En este envío, los miembros superiores
Las lesiones más comunes en los deportistas (II)
La muñeca. Los tenistas sufren como nadie este tipo de dolencias. En la imagen, Juan Martín Del Potro en el torneo de Shanghai, en octubre pasado, cuando debió abandonar. Hace poco fue operado y no termina de recuperarse. Foto: Archivo El Litoral.
Alejandro Galetto
La práctica activa del deporte pone en riesgo constante y lógico el cuerpo. Cualquier juego que se lleve a cabo necesita de la utilización de los miembros inferiores, pero hay deportes en los que entran en riesgo los superiores, por su utilización masiva.
Así, en tenis, básquetbol, handbol, vóleibol o el mismo rugby, brazos y torso completo pueden sufrir una dolencia, por contusión, torceduras o fatiga tendinosa.
Según la región
De acuerdo a la información suministrada por el Doctor Adrián Modotti, la principales lesiones se pueden agrupar por región afectada.
Fractura de clavícula. Es producida por una caída o choque sobre el hombro. Generalmente asienta en el tercio medio o en la unión del tercio medio y externo de la misma. Un trazo fracturario es llevado hacia arriba y atrás por el músculo esternocleidomastoideo, y el otro trazo se dirige hacia abajo por el propio peso del cuerpo. Todo esto es muy visible.
Toda esta patología se manifiesta por un dolor bien localizado y la inmovilidad de esa región. Inmediatamente se inmoviliza la zona afectada y se le sacará una placa radiográfica donde se certificará la fractura. El tratamiento es la inmovilización por un vendaje en 8, generalmente reforzado con yeso, y el plazo a inmovilizar es de 30 a 40 días. Lo común es que se cure sin secuelas.
Luxación acromioclavicular. Supone una rotura no sólo de los ligamentos intrínsecos, sino también de los ligamentos coracoclaviculares. Es ocasionada casi siempre por choque del muñón del hombro contra el suelo. Da lugar a una “saliencia en falsa charretera” y al signo de la tecla (que es una saliencia visible y palpable del extremo clavicular). Su tratamiento no es de urgencia y debe ser derivada al especialista sin reducirla.
El hombro
Entre las lesiones traumáticas del hombro, la más común de todas es la luxación. La “anterior” se produce por caídas sobre mano o codo con el brazo en elevación. Lo más típico es la deformación en charretera y la posición de fijeza antálgica en leve abducción. Esta dolencia es muy clara en la radiografía, en la que también se debe prestar atención a algo muy común, como es que esté asociada a la fractura de troquiter.
Su tratamiento es reducir a través de una maniobra denominada “de sábana arrollada”, previa anestesia, para la posterior colocación de un vendaje en velpeau y con refuerzo de yeso. Este tipo de lesiones es propensa a repetirse varias veces. Cuando son más de tres episodios, se denomina luxación recidivante, y en ese caso ya se determinaría la cirugía.
En esta región también existen la fractura de cuello humeral y la fractura de troquiter, de carácter menos común.
En el brazo
La fractura de diáfisis humeral es muy frecuente. Hay que tener en cuenta que aquellas fracturas que afectan el trazo medio del brazo pueden afectar el nervio radial, lo que podría ocasionar su parálisis, algo muy común. El tratamiento es incruento, excepto que sea una fractura expuesta, en la cual requerirá cirugía.
La fractura supracondílea (en el codo) es común en los niños entre 6 y 8 años. Suelen ser con gran desplazamiento y se debe tratar con excesiva responsabilidad y urgencia, ya que se estará previniendo una complicación vascular, un síndrome isquémico que lleva a la invalidante “contractura isquémica de Volkmann”.
La luxación del codo es la más frecuente después de la de hombro, tanto en niños como en adultos.
Se produce por caídas en hiperextensión de la zona. Lo más importante aquí es la saliencia posterior angular del olecranon y la resistencia elástica a la movilidad. Puede asociarse con fracturas, en cuyo caso se diagnosticará por radiografía y cuadro clínico.
El tenista
La lesión comúnmente llamada “codo de tenista” es la epicondilitis, y es aquella en la que el paciente dice que le duele mucho el codo sin tener ningún antecedente traumático. Es posible que a la palpación en la zona del epicondilo se encuentre un punto muy doloroso. Asimismo, duele al contraer los músculos radiales externos, y al distenderlos pasivamente.
Se produce comúnmente por un desgarro parcial de la inserción del músculo extensor común de los dedos, o de la del primer radial externo. Su tratamiento de elección es la infiltración con corticoides, pero se han demostrado casos rebeldes y se puede requerir otros tratamientos, como yesos, onda corta, laserterapia o, en el peor de los casos, cirugías.
En brazos, muñecas y manos
La fractura de antebrazo es común en los niños, denominadas en “tallo verde”. Pueden ser dobles o de un solo hueso (cúbito o radio). El dolor es exquisito y la radiografía lo confirma. En el caso de que la fractura sea desplazada, se requerirá la cirugía.
Traumatismo de muñeca. Pueden ser las fracturas de la extremidad inferior de radio, la cual es una de las más frecuentes, estadísticamente. El 15 % del total de las fracturas es de mucha incidencia en mujeres postmenopáusicas. También es común cuando el paciente sufre una caída al suelo con la palma de la mano, forzando la muñeca en dorsiflexión (fractura de pouteau-colles). El tratamiento es el clásico yeso por el término de 40 días.
Fractura de escafoides carpiano. La lesión es similar a la de la extremidad inferior de radio, con una caída en flexión dorsal de la muñeca, pero es menos frecuente. Se caracteriza por un dolor en una zona denominada “tabaquera anatómica”, y la presencia del trazo en la radiografía en tres cuartos de escafoides.
En lo que tiene ver con lesiones de mano, se observan fracturas, luxaciones y heridas cortantes, pero de carácter menos frecuente.
En el codo. La luxación de esa región del brazo es frecuente en deportes de mucho contacto y caídas al piso. A la judoca argentina Daniela Krukower le ocurrió en los Juegos Olímpicos Atenas 2004. Foto: Agencia EFE.
La zona del hombro. Así como le ocurrió a Mónaco en Acapulco, los tenistas suelen sufrir mucho en la parte más alta del brazo. Las contracturas o desgarros intercostales también son asiduas.
Foto: Archivo El Litoral.
Buena musculación. En los procesos de lesiones actúan muchos factores, pero un buen trabajo de tonificación muscular puede evitar algunas de ellas.
Foto: Néstor Gallegos.
No sólo los pies y las piernas sufren a la hora de practicar un deporte. En juegos como el tenis, el básquet o vóleibol (por nombrar algunos) están en riesgo brazos y torso en general.
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