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Liberado en mayo

El ministro de Justicia y Seguridad bonaerense, Ricardo Casal, confirmó hoy que el delincuente que se atrincheró ayer con más de 40 rehenes en el banco Nación de Pilar estuvo detenido y en mayo pasado fue excarcelado por la Justicia.

“Tenía un par de hechos imputados, con una detención en el mes de febrero, marzo, por un hecho similar en grado de tentativa. Fue excarcelado a mediados de mayo aproximadamente”, detalló Casal en diálogo con radio Continental.

Según el ministro, si bien no conoce la causa, sí obtuvo el oficio del ámbito penitenciario, en el que la Justicia “ordena su libertad en un proceso penal por una causa parecida en grado de tentativa”.

Casal recordó las negociaciones encaradas ayer en la puerta del banco y dijo que el delincuente, según testigos, estaba bajo los efectos de la droga.

“Es evidente que estaba bajo efectos de estupefacientes porque las negociaciones se demoraron un poco más en función de que como alteraba él su carácter. En principio, parecía accesible, luego se ponía irascible, luego volvía a estar más tranquilo y así estuvo en picos y bajos de humor y de irascibilidad”, explicó.

El ministro dijo que las comunicaciones que el delincuente mantuvo por teléfono con algunos medios televisivos “sirvieron para que tomara un poco más de conciencia en la situación en que estaba y bajara el pico de alteración que tenía”.

“De todos modos -aclaró Casal- inmediatamente, luego fue cortada toda la comunicación y quedó únicamente en diálogo con el negociador, que fue el que lo llevó hasta el final en la negociación”.

El ministro destacó no obstante la serenidad de los rehenes y la actuación de alguno de ellos en la contención del delincuente, especialmente la de una mujer jubilada y la del señor de 80 años que lo acompañó al momento de entregarse.

Sobre ese último rehén, Casal expresó: “Esta persona en el último tramo de las negociaciones fue el que cada vez que entraba al banco le hacía comentarios positivos, como quedate tranquilo, esto va a salir bien, y lo fue convenciendo con la experiencia propia de la edad, con cierta paternidad, como un hombre grande le habla a un hijo”.

“En el punto final, la policía empezó a trabajar en la última hora con los vínculos familiares, para que él tuviera una relación directa, más personalizada a través de su hijita recién nacida y de su familia”, agregó.