Más consultas por obesidad infantil

“Los chicos son obesos por los malos hábitos familiares”

Lo aseguró la jefa de Alimentación del Hospital de Niños. En los últimos seis meses, las consultas por obesidad aumentaron un 11%. Especialistas remarcan la importancia de un cambio de conducta por parte de la familia.

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El sedentarismo y una mala alimentación son las principales causales de obesidad.

Foto: Archivo El Litoral

 

Agustina Mai

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Alimentarse con “comida chatarra”, comer a cualquier hora, llenarse con galletitas y bizcochos, no sentarse a la mesa en familia, abusar de las gaseosas, el azúcar y las harinas son algunos de los “malos hábitos alimenticios” señalados por las nutricionistas.

Todo esto -sumado al sedentarismo- ha convertido a la obesidad infantil en uno de los problemas de salud pública más graves del siglo XXI. Según la Organización Mundial de la Salud, en el mundo hay 42 millones de niños con sobrepeso.

La obesidad es el trastorno alimentario más frecuente en chicos. En lo que va del año, el 66% de las primeras consultas en la división Alimentación del Hospital de Niños Alassia fue por esta enfermedad. Comparado con el segundo semestre de 2009, aumentaron un 11%.

En tanto, las consultas por bajo peso sólo representan el 15%, un 4% menos que el año pasado. En este caso se incluye la desnutrición primaria -por falta de aportes- y la secundaria -asociada a problemas digestivos o intestinales.

Causas

¿Cuáles son los malos hábitos alimenticios? La jefa de Alimentación del Hospital de Niños, Silvia Scapellato, señaló: “Todo lo que ofrece la sociedad de consumo: muchos alimentos hechos con harinas refinadas y azúcar, gaseosas, golosinas. El exceso de pan o reemplazar la leche por un mate cocido con azúcar son algunos de los errores más frecuentes”.

Asimismo apuntó a aspectos sociales: “La actividad física se ha reducido por varias cuestiones: el control remoto y pasar muchas horas frente a la televisión; los espacios que cada vez son más chicos; y la inseguridad que hace que los chicos estén todo el día encerrados”.

Por su parte, la nutricionista Milagros Ferrando -especialista en niños- señaló: “Los chicos tienen el gusto limitado: el consumo de verduras es sumamente pobre, mientras que abusan de los hidratos de carbono, las grasas y las golosinas. Tampoco respeten el almuerzo ni la cena, sino que es muy común el picoteo”.

Aprender a comer bien

Cambiar hábitos es el desafío que se les plantea a las nutricionistas. “Tratamos de cambiar la conducta e incorporar mayor variedad de alimentos, sobre todo verduras y frutas. Primero hay que ampliarles el paladar y tratar de que se enganchen con otro tipo de alimentos, a los que no están acostumbrados. Después uno pone más el acento en la preparación para que las comidas sean más livianas”, detalló Ferrando.

“Entre el año y medio y los dos años, los chicos desarrollan “neofobia’, es decir un rechazo a lo nuevo. Es por esto que limitan el gusto a dos o tres alimentos -generalmente los que venían comiendo desde los 6 meses-, como el puré de papa o el arroz”, explicó Ferrando.

Sin embargo, aclaró que “el gusto se determina después de haber probado entre 12 y 20 veces el alimento de distintas formas”. Por eso es importante insistir y tratar de encontrar variantes a la hora de cocinar.

Un cambio en familia

“El niño es obeso por culpa de los hábitos familiares. Él solo no puede hacer dieta si ve que el resto sigue comiendo lo que acostumbran”, resaltó Scapellato y reparó sobre un dato clave: la gran cantidad de madres con sobrepeso y obesidad.

El poco tiempo para preparar alimentos caseros y la falta de ideas sobre cómo cocinarlos son otros factores que también juegan en contra.

En este sentido, las especialistas remarcaron la importancia de organizar las comidas. Por eso sugieren dejar algunos alimentos pre-elaborados (por ejemplo la verdura ya lavada o semi-cocida). “Sino, cuando las madres llegan a la casa sobre la hora de comer, terminan cayendo en lo que se hace más rápido: unos fideos o un arroz. Y justamente son estos alimentos los que contribuyen al sobrepeso de los chicos”, concluyeron.


Cantinas

Las cantinas escolares son un problema, ya que ofrecen productos que no promueven una alimentación adecuada. Es por esto que se recomienda que los chicos lleven de sus casas barritas de cereales, turrones, pororó, cereales o frutas.

Cálculo

El sobrepeso y la obesidad infantil se calculan teniendo en cuenta el índice de masa corporal (IMC), pero con tablas específicas.


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Scapellato remarcó la cantidad de madres obesas que acompañan a los niños al hospital. Si el cambio de conducta no se hace a nivel familiar, no puede dar resultados positivos.

Foto: Flavio Raina

Recomendaciones

Para niños y adolescentes:

Darles un desayuno y refrigerios saludables (cereales integrales, hortalizas, frutas).

Reducir el consumo de azúcares e hidratos de carbono.

Fomentar la ingesta de frutas y hortalizas.

Comer en familia.

Reducir el tiempo de inactividad (televisión, computadora).

Alentar la ida al colegio y a otros lugares a pie o en bicicleta.

Integrar la actividad física en las rutinas de la familia (caminatas en familia o juegos activos).

Consecuencias

Los niños con sobrepeso u obesos tienen mayores probabilidades de seguir siendo obesos en la edad adulta y de padecer -a edades más tempranas- diabetes o enfermedades cardiovasculares.

/// EL DATO

Un problema de salud

Si bien el sobrepeso está presente en los chicos desde muy temprana edad, la nutricionista Milagros Ferrando aseguró que “la mayor cantidad de consultas se realiza a partir de los 6 años”. En este sentido reconoció que “los padres retardan la consulta porque no ven la obesidad como un problema de salud; están más preocupados porque sus hijos no estén desnutridos, y no porque tengan sobrepeso”.

¿Qué motiva a los padres consultar una nutricionista? Casi todos los casos vienen derivados por un médico. “Yo trabajo con un endocrinólogo infantil, que es quien les recomienda hacer una consulta con una nutricionista. De otra manera, no es muy común que vengan. Por eso es tan importante que los pediatras estén atentos al sobrepeso”, explicó Ferrando.

Lo mismo sucede en el Hospital de Niños, donde los chicos son derivados por el médico para hacer una consulta en la división Alimentación.