“El origen”

Un viaje de pesadilla por los

senderos del subconsciente

1.jpg

Leonardo DiCaprio, protagonista de la película dirigida por Christopher Nolan.

Foto: Agencia Télam

Laura Osti

Dom Cobb (Leonardo DiCaprio) ha desarrollado un método novedoso, sofisticado y bastante arriesgado, para robar secretos valiosos de otras personas. El experimento se habría originado en ámbitos militares, pero pronto se convirtió en el favorito de las grandes corporaciones, siempre interesadas en robar información de los rivales mediante cualquier recurso de espionaje.

La idea sigue siendo la misma, invadir el territorio del adversario para manipularlo desde adentro hasta eventualmente derrotarlo u obligarlo a hacer lo que uno quiere. Solamente que esta vez, la metodología ha avanzado hasta regiones nunca antes exploradas: el subconsciente durante el estado de sueño. Sí, dirán, dónde está lo novedoso si eso ya se viene haciendo desde hace mucho tiempo mediante distintas técnicas subliminales. Lo nuevo que propone Christopher Nolan en “El origen” es un procedimiento denominado “sueño compartido”, donde el manipulador se involucra en la operación, algo así como introducir su propio subconsciente en el subconsciente de la víctima y una vez allí, robar o colocar ideas... el cielo es el límite.

¿Hasta ahí todo claro? Bien, es bueno tener una suerte de guía previa para ver la película, porque todo eso se irá explicando de a poco aunque a un ritmo frenético, en que el espectador será llevado de aquí para allá, de una “realidad” a otra, hasta que al fin logre entender de qué se trata el juego.

La cuestión es que Cobb se ha convertido en el mejor en el mercado de los espías ladrones y siempre es solicitado por clientes muy poderosos que requieren de sus servicios con diversos fines.

Paralelamente, se entreteje una historia solapada, una historia triste: Cobb ha perdido a su amada esposa en los laberintos construidos por su alocada mente y ya nunca más la podrá recuperar. Eso lo atormenta, pero además, le ha creado conflictos terribles en la “realidad real” y lo ha convertido en un prófugo de la ley. En consecuencia, no puede volver a su patria ni ver a sus dos pequeños hijos.

Pero el nuevo trabajo que le encargan, para una corporación poderosísima, quizás le permita resolver este asunto. Si consigue el éxito en su misión, el premio será limpiar su expediente y volver a casa a reencontrarse con sus hijos.

Jugar con el espacio y el tiempo

Esta trama, que mezcla ingredientes de espionaje, thriller psicológico y novela romántica, sirve de excusa para que Nolan despliegue un arsenal de trucos y efectos especiales, que juegan con el espacio y el tiempo, y distintas dimensiones, mezclando conceptos matemáticos, físicos y psíquicos, que grafican de algún modo los laberintos mentales y sus efectos en la realidad. Una realidad, muchas realidades, entrecruzándose permanentemente, generando nuevos fenómenos a cada instante. ¿Cómo controlar todo? Un gran desafío, donde las emociones, como siempre, serán uno de los grandes antagonistas capaces de poner en crisis cualquier plan aparentemente perfecto.

No obstante lo ingenioso de la propuesta, la película cumple con todos los protocolos de Hollywood y no se sale del molde en materia de entretenimiento audiovisual. Mucha acción, mucho ritmo, un gran despliegue de tecnología y actores taquilleros y lindos. Junto al divo DiCaprio, se lucen el veterano Michael Caine, Ken Watanabe, Cillian Murphy y las bellas Marion Cotillard y Ellen Page, entre otros.


• • • •

muy buena

El origen

Inception,USA y Reino Unido, 2010. Acción, ciencia-ficción, thriller. Dirección y guión: Christopher Nolan. Interpretación: Leonardo DiCaprio, Ken Watanabe, Joseph Gordon-Levitt, Marion Cotillard, Ellen Page, Tom Hardy, Cillian Murphy y otros. Producción: Christopher Nolan y Emma Thomas. Música: Hans Zimmer. Fotografía: Wally Pfister. Montaje: Lee Smith. Diseño de producción: Guy Hendrix Dyas. Vestuario: Jeffrey Kurland. Duración 140 min. Se exhibe en Cinemark.