Conicet-Unlp

Hallazgo científico platense sobre lactancia y obesidad

2.jpg

El consumo excesivo de fructosa por parte de la madre que amamanta puede originar trastornos metabólicos en sus hijos varones, aseguran los científicos.

Foto: Archivo El Litoral

(C) Diario El Día - Conicet Bs. As. - Conicet Santa Fe - El Litoral

Investigadores del Conicet y de la Universidad Nacional de La Plata detectaron un tipo de azúcar cuyo consumo causaría trastornos metabólicos: la fructosa. Consumida en exceso durante la lactancia, la fructosa -un tipo de azúcar utilizado como edulcorante en jugos de frutas y gaseosas- podría contribuir al desarrollo temprano de la obesidad en los hijos, según un estudio realizado por científicos de la Unidad de Neuroendocrinología del Instituto Multidisciplinario de Biología Celular (Imbice), dependiente del Conicet y de la Unlp, y localizado en la capital bonaerense.

Palabras de especialista

“Nuestra recomendación para las madres es que consuman una dieta equilibrada durante la lactancia, porque esto evitaría que sus hijos fueran obesos pasivos”, afirmó el Dr. Eduardo Spinedi, coordinador del proyecto. Es que, al contrario de la acción de la glucosa, la fructosa no estimula directamente la secreción pancreática de insulina. “Encontramos que el consumo de un exceso de fructosa a través de la dieta por parte de la madre que amamanta origina diversos trastornos metabólicos en sus hijos del sexo masculino”, explicó, “aun cuando esos hijos se alimentaron normalmente luego de haber sido destetados”. El estudio, que estuvo a cargo de Ana Alzamendi (becaria del Conicet), Daniel Castrogiovanni (profesional del Conicet), Rolf Gaillard -del Hospital Cantonal de Lausana, Suiza-, y los Dres. Eduardo Spinedi y Andrés Giovambattista (ambos, investigadores del Conicet), fue aceptado para su publicación por la revista “Endocrinology”, órgano oficial de la Sociedad Norteamericana de Endocrinología, en el pasado mes de junio. El trabajo indica que la ingesta de una dieta modificada -con exceso de fructosa, en este caso- por parte de las madres durante el período de lactación, aumentaría en sus descendientes la susceptibilidad para desarrollar sobrepeso, obesidad y diabetes Tipo 2. Según los investigadores, el medio ambiente adverso durante la etapa temprana en la vida del individuo lo predispone al desarrollo de serios trastornos metabólicos.

El estudio

Acerca del estudio, llevado a cabo en ratas de laboratorio, el Dr. Spinedi describió que “inmediatamente después del parto, un grupo de madres comenzó a beber una solución con un moderado exceso de fructosa disuelta en agua, mientras que otro grupo de madres bebió sólo agua potable. Esta modificación en la dieta se extendió durante el período de lactancia (21 días). Una vez destetados, los hijos machos recibieron una dieta normal hasta realizarse los estudios. Entre el destete (día 21 de vida) y la edad adulta (día 60 de vida) registramos el peso corporal y la ingesta de alimento”. Los hijos machos nacidos de madres que consumieron la fructosa mientras daban de lactar, presentaron, a la edad adulta, un exceso de peso y de grasa corporal, mayor apetito y una clara disminución de señales cerebrales que inhiben el apetito. Además, el consumo excesivo de fructosa por parte de las madres durante la lactancia dio lugar a profundos trastornos neuroendocrinos y metabólicos de sus hijos machos, aumentando la susceptibilidad individual de ellos para el desarrollo de sobrepeso durante la vida adulta.

“Epidemia” y edulcorantes

“El estudio resulta de interés para la población general dado que, en la actualidad, la Organización Mundial de la Salud considera epidemias a la obesidad y a la diabetes Tipo 2”, advierte Spinedi. Y según lo entienden los investigadores platenses, la población no ha tomado suficiente conciencia respecto de las consecuencias sanitarias con origen en el uso masivo de edulcorantes.

El Imbice/Conicet/Unlp

Creado en 1974, su vicedirector a cargo es Alejandro Bolzán, doctor en Ciencias Naturales.

Fuentes: Diario El Día (La Plata) y Área de Comunicación Institucional y Prensa del Conicet/Bs. As. Adaptó: Lic. Enrique A. Rabe (ÁCS/Conicet Santa Fe).