Por el asesinato de González

Gremialistas siguen detenidos

La conducción de la Uocra apuesta a la inocencia de los imputados.

José Luis Pagés

Un integrante de la comisión directiva de la Uocra y un delegado gremial detenidos el último sábado, por los agentes que investigan la muerte de un joven trabajador, permanecen privados de la libertad tras haber declarado ayer, en carácter de imputados, ante el juez que instruye la causa por homicidio.

Mientras tanto, la conducción gremial que apuesta a la inocencia de los encausados (ver comunicado) aclaró la vinculación que la víctima, Juan González, sostenía con la Uocra, y sugiere a la prensa “verificar las eventuales fuentes que suministran los datos que publican”.

Al respecto, y como ya lo dijo el 14 de abril, cuando se tuvo noticia del asesinato de González, el secretario adjunto de la Uocra, Horacio Lemos, reiteró esta mañana que el muchacho visitaba la sede gremial sólo en calidad de amigo.

Así se publicó entonces; pero tras el apresamiento de dos dirigentes del gremio en el marco de la investigación del homicidio, otras fuentes -extragremiales- observaron que González cumplía funciones de asesor entre sus compañeros, a quienes acompañaba en la tramitación de asuntos laborales.

Como entonces esta nueva versión presenta a González en el local de avenida Ituzaingó el mismo día del crimen y con sus variantes fue digna de crédito. De modo que así se publicó al momento de informar el lunes acerca de la reciente captura de los sospechosos.

“Si González ayudaba a sus compañeros en la tramitación de asuntos laborales lo hacía a título personal, porque le nacía hacerlo” aclaró Lemos. “Pero a esos trámites tenemos que resolverlos nosotros”, dijo aludiendo a la Comisión Directiva.

“González -abundó Lemos- nos visitaba dos o tres veces a la semana, porque era un amigo. Los muchachos vienen acá y pasan los días con nosotros hasta que sale un trabajo. Cuando eso ocurre vuelven, pero porque se sienten amigos”.

Lemos, como lo hizo en abril, reiteró que González no tomó parte de la reunión de un centenar de delegados, porque él no lo era. “Se quedó afuera”, dijo ahora como entonces, y recordó que “habría dicho a algunos conocidos que se iba a Alto Verde”.

Como se puede ver, desde un primer momento la conducción gremial fue consultada y el resultado de la misma se publicó entonces; no obstante los dichos de otras fuentes que no son menos creíbles se publicaron ahora.

En el marco de la investigación de la muerte de Juan González ocurrida el 13 de abril, fueron detenidos y llevados a la Justicia el secretario de Actas de la Uocra, Emanuel Araya (31), y el delegado Eduardo Leiva (43).

Cuatro meses después en la casa del primero, los agentes de Homicidios encontraron y secuestraron una escopeta marca Batan a repetición, como las de uso reglamentario en las fuerzas de seguridad, sólo que a ésta le fue recortada la culata y tenía la numeración suprimida.

En la casa de Araya, del barrio San Cayetano, aparecieron además otras poderosas armas de fuego como otra escopeta 12, un revólver Colt 38 y una pistola 9 mm.

En cuanto al otro hombre -el delegado Eduardo Leiva (43) quien ayer fue llevado ante el juez instructor Rubén Saurín al igual que Araya- se pudo saber que en su casa del barrio Liceo Norte no se encontraron armas, tampoco municiones.

Más allá de los resultados que arroje la pericia de las armas en relación al disparo que acabó con la vida de González, también se tratan de develar otras incógnitas, como quiénes se conducían en un automóvil que fue visto en la escena del crimen y quién es el propietario de ese vehículo.